Sr. Director
Ahora que Bibi llamó a elecciones cabe esperar que éstas se lleven a cabo. Israel ya vivió todas las experiencias posibles y ya una vez nos dimos cuenta que nos fuimos a dormir con elecciones y nos despertamos con una coalición de 94 diputados impotentes que en su primera y única experiencia desaparecieron.
El dilema ahora es por quién votar.
Con Bibi nos vamos - con los bolsillos vacíos - a una guerra con Irán; una antesala de la Tercera Guerra Mundial. ¡Preparen los refugios!
Si Olmert vuelve a la política y gana, seguramente después de tres meses le encontrarán otro caso de corrupción en el cual estaba involucrado y lo enjuiciarán durante tres años hasta las próximas elecciones.
Si gana Liberman o los religiosos nacionalistas y los colonos, cualquiera de ellos anexará Israel a los asentamientos, demolirán las mezquitas de Jerusalén y construirán el Tercer Templo.
En cambio si triunfa el laborismo de Shelly Yachimovich y la izquierda, la paz llegará en menos de lo que canta un gallo. Seremos reconocidos por Irán, Hamás, Hezbolá, los Hermanos Musulmanes, Al Qaeda, Siria, Venezuela, Cuba, Bolivia y la Autoridad Palestina. Todos ellos participarán en el próximo Congreso Sionista que se iniciará con un acto púbico en el cual se destruirán todas las armas de destrucción masiva.
Si llega a ganar Yair Lapid, el Estado de Israel pasará a ser el programa de reality más visto en el planeta.
Y si ganan los ultraortodoxos, dejaremos de conmemorar el Día del Recuerdo de los Soldados Caídos y el Día de la Independencia de Israel. La Municipalidad de Tel Aviv se convertirá en la yeshiva más grande del mundo; mitad ashkenazí y mitad sefaradí. Los hombres viajarán en autobuses y las mujeres irán caminando.
Como se puede ver, hay para todos los gustos, es sólo elegir.
¡Que gane el mejor!
¡Ah!, me olvidaba: antes de las elecciones podemos irnos definitivamente a Hawai. Quienes estuvieron allí dicen que se la pasa fenómeno.
Buen viaje y saludos.
Yossi Zacks
Kfar Saba