Sr. Director

Israel es un Estado que trata de ser lo más democrático y que se encuentra con dos aptitudes ya enfrentadas, los nuevos judíos del siglo XXI y lo que se han quedado en el pasado.

Esto que se ha conjugado por la necesidad de supervivencia del Estado de Israel, ya no es tan necesario.

Israel está estabilizado y reconocido mundialmente como nación. Lo anacronismos de sectores hacen que puedan existir más de un apartheid.

Hoy ya estos casos deben ser superados, al igual que el mundo árabe con sus concepto radicales religiosos. Todo ello daña más que aporta a una solución del conflicto

Israel no puede definirse a si mismo como «la única democracia de la región» y al mismo tiempo aceptar que en democracia todos los ciudadanos, independientemente de su color, religión, sexo y descendencia étnica no tengan los mismos deberes y derechos; es decir, que no todos sean iguales ante la ley.
La población blanca de Sudáfrica aceptaba el apartheid basándose en criterios igual de errados que la mayoría de los israelíes.

Espero que el tiempo les abrirá la mente y echarán abajo sus barreras de miedo, odio y venganza.

Atte.

Héctor Waiss
Rosario - Argentina