Sr. Director,

Nadie niega que Israel sea un Estado democrático, pero la ocupación del '67, que dura mucho, ha deformado el sistema político israelí.

La ocupación, no es sólo los asentamientos o las tropas desplegadas, también es la adecuación de la economia de los palestinos a las exigencias económicas de Israel.

Si Israel hubiera nacido en el siglo XIX, nadie alzaría la voz a favor de los palestinos. No olvidemos que Gran Bretaña y Francia eran en aquella época, estados democráticos pero con colonias dónde se negaba los derechos de los nativos a intervenir en la metrópoli.

Con la guerras mundiales y la descolonización, eso se puso en duda. Ciertamente, si Israel quisiera, podría llevar a cabo otra «Nakba», pero en el siglo XXI eso ya no se admite, y es más, ¿cómo Israel podría presentarse como una nación civilizada ante el mundo?

Fuera de ello, Israel es un país democrático con sus peligros y debilidades. Pero muy pocos piensan en ello y se ponen a hacer encuestas sobre admisión de otros pueblos dirigidas sólo a la población judía en Israel.

Sería interesante que las hagan también en todos los demás países de ese radio geográfico tan amplio, muchos de ellos musulmanes, a ver qué opinan éstos sobre que los no nacidos allí sean ciudadanos de segunda.

Aunque no hace falta, ya que de hecho los no musulmanes en esos países, lo son. Lo mismo que los no comunistas en estados comunistas o los no zulues en países africanos.

Saludos,

David Keren
Tel Aviv