Instrucciones preparadas por el Ministro de Información, Yuli Edelstein, para representar dignamente a Israel en el exterior. Conviene leerlas bien y saber utilizarlas; nadie sabe lo que le puede pasar cuando sale del país.
Muy oportunamente, a último momento, se despertó el Ministro de Información Yuli Edelstein - Sí, hay un ministro así; está bien, yo tampoco lo sabía - y nos devolvió a todos la esperanza, y fundamentalmente las respuestas, para mejorar la imagen de Israel en el mundo.
Se trata de un cuaderno que nos ayudará a representar a nuestro país dignamente cuando orinemos en una piscina en Turquía o cuando nos molesten en las calles de Londres.
El genial cuadernillo de Edelstein se centra principalmente en las respuestas que debemos dar en los momentos en que nos enfrentemos a conversaciones políticas con un goy para salvaguardar la posición de Israel en la diáspora.
Edelstein no se deja estar, y realmente trae ejemplos vivos de ofensas posibles contra el Estado judío. El ministro nos orienta hacia respuestas correctas.
He aquí una selección del cuaderno con algunas propuestas mías, que también tuve oportunidad de dialogar alguna vez con un goy o una goya (la mujer, no el pintor español).
Los mitos
Ustedes pasean en un soleado día parisino por los Campos Eliseos. De repente, desde atrás, sin advertencia previa del Mossad, alguien se acerca y les reprocha: "En Israel comen solamente falafel y humus".
Ofende ¿verdad? Pero no deben perder la paciencia. Olviden todo lo que aprendieron en los comandos selectos de Tzáhal, no le escupan y explíquenle con tranquilidad - así lo recomienda el cuadernillo - que también tenemos kuskus, kube y mamaliga. Si el presunto incitador no sabe que es mamaliga, no lo pateen; cuéntenle acerca del guefilte fish. Esto lo convencerá finalmente de que somos el pueblo elegido.
Continuen viajando. Ustedes se muestran apabullados de la magnificencia del Vaticano en general y de Jesús en particular. A vuestro lado, un turista japonés musita para sus adentros acerca de que Israel es un país primitivo.
Ya lo sé, este es el momento que les recuerda nuevamente a K?z? Okamoto, aquel maldito terrorista japonés, que participó en la masacre en el aeropuerto Ben Gurión en 1972, y vuelven a sus mentes los pensamientos sobre porqué diablos los americanos no tiraron otras cuantas bombas atómicas en aquella fantástica guerra. Pero aguántense.
Explíquenle al amarillo de los ojos oblicuos con el arroz en el culo, que eso no es cierto. Así por lo menos está escrito en el cuaderno. Israel lidera en arte, en cultura, en ciencia y tecnología. Así lo escribió Edelstein.
Una pequeña propina personal: Si el japonés insiste y pide ejemplos sobre de qué manera somos líderes en arte, busquen a otro japonés o japonesa y pídanle que los fotografíe juntos; a ellos les encanta hacerlo.
Ustedes se pasean inocentemente en Oxford Street en Londres y buscan calzoncillos por dos shekels tal como les prometieron. De repente se aproxima algún neonazi y les informa que los israelíes no desean realmente la paz.
Si esto hubiera ocurrido antes de la edición del cuaderno de Edelstein, estarían perdidos. Pero ahora saben como actuar: Deberán aclararle a ese facho que a pesar de que aquí hubieron siete guerras, Israel realizó enormes renunciamientos y concesiones para lograr la paz con Egipto y Jodarnia. Eso ya le enseñará de que se trata.
Si el alemán se empecina en que somos instigadores de guerra, comiencen a entonar la canción "Sbrent, briderlej, sbrent" (Arde, hermanos, arde; nuestra aldea está en llamas) y "Elí, Elí" (Dios mío, Dios mío) a dos voces. Si él continúa con lo suyo, envíenlo a una suite en Dubai.
Existen numerosos ejemplos en ese excepcional cuadernillo. Cómo convertir el informe Goldstone en una multa por mal estacionamiento y cuán importante es utilizar el humor y abastecerse de fotos de celebridades, si es posible autografiadas. ¿Qué fotos recomendarían? ¿La de Katzav? ¿la de Liberman? ¿O quizás venderles directamente la de Bar Rafaeli desnuda como a todos les gusta?
Una última propina: Si viajan a la India, lleven unos cuantos cuadernos de Edelstein. Hay una seria advertencia de que en Bombay está prohibido usar papel higiénico del lugar.
¡Éxitos!
Fuente: Maariv - 19.2.10
Traducción: Lea Dassa para Argentina.co.il