Yo también pido solidaridad con el pueblo palestino. Pido que alguien levante la voz por los crímenes que se están cometiendo contra los palestinos de la Franja de Gaza. Esto no puede seguir así.
Pido que alguien proteste contra el uso de sus civiles como escudos humanos por parte de Hamás, la organización terrorista que los gobierna.
Pido que los líderes de Hamás y otros grupos terroristas palestinos, escondidos en el sótano del Hospital Shifa en Gaza - sabiendo que los israelíes no se apresuran a atacar un blanco de ese tipo - salgan a dar la cara y también explicaciones.
Que digan por qué trajeron la ruina a la Franja de Gaza.
Que expliquen para qué quieren 10.000 misiles, 6.000 de ellos en manos de Hamás y el resto de la Yihad Islámica mayormente. Para qué disparan desde marzo del 2001 cohetes de diferente alcance hacia Israel, sabiendo que en algún momento Israel tendrá que responder. Para qué lanzaron 510 cohetes en 2001, para qué lanzaron otros 610 en 2002, 848 en 2003, 1528 cohetes en 2004 y 488 en 2005.
Pido solidaridad con los palestinos. Que alguien explique por qué lanzaron hacia Israel, que desde setiembre de 2005 se retiró completamente de Gaza, 1123 misiles en 2006, más del doble, 2427 en el 2007, el año que Hamás tomó el poder de Gaza. Por qué lanzaron 3278 en 2008, por qué inclusive en 2009, cuando supuestamente había tregua, luego del operativo «Plomo Fundido», fueron disparados hacia Israel 774 misiles, o sea un promedio de más de dos por día. Y otros 231 en 2010, 627 en 2011, 2248 en 2012 - y hasta por qué 41 en 2013. Que alguien explique para qué lanzaron 450 misiles hacia Israel desde el 1º de enero de 2014 hasta que agotaron nuevamente la paciencia de Israel y le empujaron a contestar con el operativo «Margen Protector», durante el cual han sido lanzados ya más de 2000.
Pido que los que realmente se solidarizan con el pueblo palestino, expliquen por qué los terroristas dedican tantos recursos, tiempo y esfuerzo a atacar a Israel que ni siquiera ocupa Gaza, en lugar de convertir a la franja en Singapur, como ya había prometido años atrás Yasser Arafat.
Que alguien exija a Hamás, Gobierno de Gaza desde junio de 2007, que explique por qué las 600 - 800 toneladas de cemento y hierro que requiere un túnel subterráneo - y hay centenares - no fueron destinadas a construir escuelas y hospitales. Y ni que hablar del dinero que eso cuesta.
Por qué Israel ha dedicado sumas millonarias a proteger a su ciudadanía con sistemas de alarmas, piezas blindadas y refugios, y los palestinos deben vivir bajo un Gobierno que gasta todo en terrorismo y no en desarrollo. Por qué los israelíes pudieron destinar 1.100 millones de dólares desde 2006 para proteger a la ciudadanía de la zona de Eshkol, no más de 14.000 habitantes que viven cerca de la frontera con Gaza, y el Gobierno de Hamás invierte sólo en el terror.
Pido solidaridad con las víctimas palestinas. No se debe permitir que sus escuelas y mezquitas sean usadas como bases de lanzaderas de cohetes y almacenes de misiles y armas. A los solidarios que lamentaron tantas muertes en Sayaíe, en Gaza, pido que hagan algo para que esta zona de la ciudad no siga funcionando como bastión de Hamás y de rivalidad con la Yihad Islámica, teniendo ambas a la población civil de rehén.
Pido que alguien levante la voz también ante el daño mental y emocional que se causa a la población palestina cuando está expuesta a escuchar la retórica de odio de sus líderes; cuando oye al jefe de Hamás en Gaza, Ismail Haniyeh, diciendo que «nosotros nos apegamos a la muerte, como nuestros enemigos se apegan a la vida». Porque habla de la muerte de otros, no la suya, ya que bien escondido está. Y además... ¿por qué muerte? ¿Por qué no transmitir a su pueblo que se puede vivir, y bien, que hay mucho sentido en la vida y que Gaza puede hasta beneficiarse de la vecindad con Israel?
Pido solidaridad con el pueblo palestino.
Que alguien lo salve ya de una vez.