Nos ocupamos de los asentamientos, de la crisis con Turquía y de la política de EE.UU; pero no debemos olvidar el peligro existencial. No podemos canjear estrategia por ideología.
Israel se ocupa de sus problemas de seguridad y evita, actualmente, observar la presencia de una nueva realidad estratégica que se desenvuelve frente a nuestros ojos. Existe quienes ven en la ideología política-diplomática, las perspectivas de toda nuestra esencia en esta región. Pero en contraposición, están los intereses estratégicos que pueden trastocar esfuerzos inconmensurables por concretizar principios ideológicos, sean importantes o no.
Israel se sorprendió por el intransigente accionar de Turquía. Conforme a la opinión de los expertos, Turquía representa un valor estratégico importante para nosotros. El hecho de que el ejército turco sea el segundo en dimensión en la zona, y la cercanía geográfica con Irán y Siria, lo convierten en un factor central en el cuadrilátero estratégico israelí. Sin embargo, la dirigencia turca con Recep Tayyip Erdo?an a la cabeza, es musulmana fanática y se define a si misma como una embajadora del gran mundo islámico.
¿Porqué quedamos sorprendidos y cuál es el motivo por el cual no nos preparamos debidamente ante este desenvolvimiento peligroso? Es una pregunta que vale la pena aclarar en los marcos de la inteligencia israelí en todos sus matices. Si no entendemos cómo llegamos a este nuevo enredo, y la realidad estratégica, no podremos manejarla de manera correcta e inteligente. Ni el mantra ni la retórica ayudarán; sólo los hechos.
Irán resopla sobre nuestras cabezas
El mundo islámico radical ve a EE.UU como un apoyo automático a Israel. Numerosos expertos identifican el accionar del gobierno de Bush como una provocación al mundo árabe-musulmán: la invasión a Irak, la guerra en Afganistán, la Segunda Guerra del Líbano y la operación "Plomo fundido". Movimientos y organizaciones islámicas fundamentalistas y países como Irán y Siria, ven en la política norteamericana sólo abusos y humillaciones.
El Informe Goldstone agregó más leña en la hoguera, cuyas llamas ya crepitaban. Con la falta de una clara política externa israelí, el reporte mancomunó a todo el mundo en contra nuestro, incluyendo amigos íntimos. La reacciones turcas de los últimos meses forman parte de esa misma cadena de respuestas hacia EE.UU e Israel.
Si creíamos que Hamás era una organización extremista, los datos confirman que cada vez más grupos separatistas en Gaza, tratan de radicalizar la política de esta organización, que es considerada por ellos "moderada". Estos nuevos protagonistas ven en EE.UU y en todos los demás países que apoyan a Israel, blancos para futuros actos terroristas.
Para Israel, Irán representa una real amenaza existencial. Es difícil creer que la intesión de neutralizar a Ahmadinejad por medio de procedimientos políticos o a través una acción militar de gran magnitud, pueda llevarse a cabo sin EE.UU, y sus aliados, incluyendo a Israel. No sería exagerado determinar que la Administración Obama no estaría dispuesta a ninguna acción significativa mientras no resulte clara su efectividad.
En caso de que se decidiera tomar medidas, incluso militares, EE.UU intentará movilizar al mundo islámico moderado. Este, por ejemplo, es un pensamiento estratégico propiamente dicho.
En Israel se dejó, entretanto, la discusión relacionada con la agenda de Obama. Pero lamentablemente, éste no es un debate estratégico puro, sino que contiene demasiadas marcas ideológicas: la indivisibilidad de Eretz Israel, el derecho a asentarse en cualquier lugar y Jerusalén unificada. El debate es legítimo, sólo que no aporta ningún avance estratégico hacia los desafíos que debemos enfrentar.
La situación política de Israel, hoy en día, es desfavorable debido al aislamiento que le fue impuesto desde que Netanyahu asumió como primer ministro. El gobierno debe saber encontrar el equilibrio entre ideología y estrategia; éstas, generalmente, no van de la mano.
Entretanto, Bibi se ocupa más de la ideología. Debemos pensar cuáles serán los resultados.
Fuente: Maariv - 22.10.09
Traducción: Lea Dassa para Argentina.co.il