En su visita a Israel, el presidente español se mostró optimista sobre las posibilidades de paz entre palestinos e israelíes. El mandatario garantizó el respaldo de España, un país que, según él, genera confianza en la región.
Zapatero añadió que su Gobierno cree que Oriente Medio atraviesa un momento especialmente proclive para que se registren avances sustanciales hacia la paz y acentuó la importancia de tres factores fundamentales para conseguirla: la seguridad de Israel, la reconciliación palestina y la congelación de los asentamientos israelíes en Cisjordania.
Entre los avances, destacó los ocho meses transcurridos sin violencia y la nueva actitud de la Administración de Barack Obama.
"España genera confianza y tiene una credibilidad asentada en la región", afirmó Zapatero. El presidente recordó la celebración de la Conferencia de Madrid en 1991 y la trayectoria del actual ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, quien fuera durante siete años enviado de la UE para Oriente Medio.
No obstante, quiso dejar claro que la paz en la región es una tarea de toda la comunidad internacional, que está obligada a intentarlo a pesar de que el proceso de negociación entre israelíes y palestinos haya sido siempre una historia de frustraciones y de que sean necesario hacer grandes esfuerzos para obtener pequeños resultados.
El mandatario urgió a los movimientos palestinos de Al Fatah y Hamás a avanzar hacia la reconciliación nacional porque en un proceso de paz con los israelíes debe haber sólo una voz y un objetivo: la creación de un Estado palestino.
El jefe del Gobierno español pidió que se deje trabajar al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbás, por la reconciliación entre palestinos más allá de siglas y de coyunturas electorales. Zapatero reiteró que tiene una gran confianza en Abbás al que definió como un político y dirigente sensato y sereno.
Por otra parte, explicó que los objetivos de su primera gira por Oriente Medio son contribuir a un nuevo esfuerzo por la paz desde unas perspectiva no sólo de España sino europea, ya que su país asumirá la presidencia de la Unión Europea a partir del 1 de enero de 2010.
Zapatero admitió que los actores de la región recurren a España muchas veces pero la tarea diplomática que despliega su Gobierno es discreta y prudente.
Asimismo, describió a España como un país que tiene históricamente una capacidad de relación con todo el mundo árabe y también con Israel. "Eso nos hace sentirnos cómodos con todos los países y tener la capacidad de acercar posturas", indicó, aclarando que esa es su intención en el caso de Israel, con quien España mantiene una gran relación.
Zapatero expresó su deseo de que Israel se sienta seguro en su existencia como Estado, en sus fronteras, y sobre todo, en la seguridad de sus habitantes para poder hacerles ver que tienen que encarar el proceso de diálogo y el futuro de convivencia con Palestina de otra manera.
El mandatrio español se reunió con el presidente Shimón Peres en su residencia oficial de Jerusalén. Aludiendo a que la Audiencia Nacional de España archivó la causa que había abierto en virtud del principio de jurisdicción universal, Peres aprovechó la oportunidad para agradecerle su aporte para que no se llevara a los tribunales a líderes israelíes tanto civiles como militares, que no han hecho otra cosa que defender la vida de su pueblo.
Peres se refirió también al debate en la comisión de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra sobre el Informe Goldstone que condena la operación militar de Israel sobre Gaza en enero pasado, y afirmó que no hay ninguna guerra en la que Israel no haya investigado por sí mismo cualquier acusación o error, y que no se puede dejar que una mayoría hostil en la ONU se convierta en juez imparcial.
Zapatero se centró en las medidas tomadas por su Gobierno para combatir el antisemitismo y su voluntad de impulsar el proceso de paz de Oriente Próximo en la estela marcada por el presidente de EE.UU, Barack Obama, y coincidió con Peres en que la región debe aspirar a una paz que genere expectativas de desarrollo y bienestar económico para todos sus habitantes.
Antes de reunirse con Peres, el presidente del Gobierno, visitó el Museo del Holocausto de Yad Vashem. Allí participó en una ceremonia oficial en la "Sala del Recuerdo". Poco después, visitó el Memorial de los Niños del museo y escribió en el libro de invitados "Seis millones. Seis millones. Barbarie. Dolor. Memoria... Paz. Paz. Con mi afecto al pueblo judío, con mi amistad para Israel". Zapatero se mostró conmovido y garantizó a los israelíes que España será siempre un baluarte en defensa de la memoria, del dolor y del sufrimiento del pueblo judío ante la barbarie nazi.
Posteriormente, en una reunión con el primer ministro, Binyamin Netanyahu, Zapatero se mostró optimista por la reactivación del proceso de paz, aunque reconoció que todavía existen muchas dificultades. El presidente habló de un horizonte ineludible de un Estado palestino, punto que forma parte de una solución global que debe incluir respuestas para los refugiados, el estatus de Jerusalén, las fronteras fijas y seguras del Estado judío y la lucha contra el terrorismo.
Zapatero afirmó estar dispuesto a trabajar en pleno diálogo y confianza con el Gobierno de Netanyahu, y subrayó que España es amigo de Israel y que busca abrir una nueva página en las relaciones internacionales entre ambos. Pero también apuntó que cuando su Gobierno critica al de Israel, lo hace como amigo.
El jefe del Gobierno español aprovechó para señalar que el plazo para el reconocimiento del Estado palestino no puede ser muy largo, e instó a Israel a detener los asentamientos en los territorios palestinos para emprender el diálogo y avanzar hacia la paz.
Zapatero resaltó además que España pretende reforzar las relaciones bilaterales con Israel en diversos campos, especialmente en ramos de ciencia y tecnológica, motivo por el que llegó acompañado a Jerusalén por la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, quien firmó convenios de mutua cooperación con el ministro de Industria y Comercio, Binyamín Ben Eliezer.
Preguntado por un informe hecho público hace algunas semanas acerca del aumento del antisemitismo en España, el presidente lo negó y agregó que no todo comentario, publicación o fotografía debe ser considerada antisemita.