El País de España es, sin duda, uno de los periódicos más prestigiosos de Europa y del mundo todo. Lástima que no siempre avale con sus hechos y enfoques ese prestigio del que goza entre muchos.
No merece ese prestigio...al menos en lo referente a su cobertura de la situación en Oriente Medio. No entramos en el contenido de cada una de sus crónicas, elogiadas por unos, muy criticadas por otros. Aunque lo más extraño es que cada nota informativa parezca un editorial acusador, nos centramos hoy en otro fenómeno.
Ante todo, cuando aparece una noticia respecto a Israel, y en algún lugar de la pantalla (en la versión digital) saltan los datos sobre el Estado, es difícil pensar en un error no intencional, al ver que la capital, según El País, es ...Tel Aviv.
Es que, digamos, que en principio, cada país tiene derecho a su propia postura respecto al futuro de Jerusalén, a su indivisibilidad o eventual partición en una capital israelí y una palestina. Pero entre eso e inventarle a Israel una capital que no tiene, el trecho es largo..y lleno de malas intenciones.
Pero esta semana, en la edición impresa, se han pasado de la raya.
Una caricatura en la sección Viñetas, muestra el diálogo entre dos personas, una de ellas caracterizada como una de las típicas imágenes antisemitas del judío....todo de negro y de nariz larga. Al parecer, también lleva una "kipá", aunque eso no es totalmente claro en el dibujo.
La otra persona pregunta al judío : "¿Pero cómo puede Israel violar con toda impunidad todas las normas humanas e internacionales?", a lo cual el judío le responde: "Nuestro buen dinero nos cuesta".
El caricaturista se las arregló para poner en pocas palabras, varios de los peores mensajes antisemitas. Estamos muy lejos de ver en cada crítico de Israel a un antisemita. En realidad, nos suele enojar esa deducción inmediata. Pero en este caso, es evidente que la crítica a Israel tiene claro tono antisemita: el judío narigudo de aspecto desagradable, el mito del judío que controla el dinero y con él compra influencias...
El País no está haciendo aquí una crítica legítima y honesta a Israel, sino adoptando una línea antisemita irresponsable y totalmente inaceptable.
El prestigio, evidentemente, habrá nacido en el pasado...hoy, no están sirviendo a la verdad, al menos no en el tema israelí. Hoy, no se lo merecen.
Fuente: Semanario Hebreo, Uruguay