El Air Force One de Obama aterrizó en el aeropuerto Ben Gurión y el presidente norteamericano visitó Israel por primera vez desde que ocupa la Casa Blanca, aunque ya había recorrido el Estado hebreo cuando buscaba votos en 2008.
Todo el mundo sabía que sus relaciones con Bibi nunca fueron viento en popa. Aunque ambos persiguen objetivos comunes, discrepan totalmente en los métodos para lograrlos.
Eso pasó con el tema iraní, que fue uno de los puntos de la agenda durante la visita.
Bibi y el lobby AIPAC presionaron para establecer pautas de lo que denominan la «línea roja» que los ayatolás no deben cruzar, pues ello indicaría que se están dotando de capacidades para desarrollar armas nucleares. Sin embargo, ambos mantienen un desacuerdo respecto a lo que consideran como esa línea.
Obama evitó, dos semanas antes de llegar, pronunciar un discurso en la reunión de AIPAC, principal grupo de presión sionista en Estados Unidos. El mandatario le cedió la palabra a su vicepresidente, Joseph Biden, quien - como era de esperar - afirmó que «el presidente no puede fanfarronear ni fanfarronea», en referencia al compromiso de su gobierno con la seguridad de Israel.
Pero Irán no fue la única preocupación de Obama durante su visita a Oriente Medio. También se entrevistó con líderes de la Autoridad Palestina, el presidente, Mahmud Abbás, y el primer ministro, Salman Fayyad.
No obstante, no anunció ninguna nueva iniciativa de paz ni intentó organizar una reunión a tres bandas con Bibi y Abu Mazen.
El analista norteamericano, Tom Friedman, sostiene que el conflicto israelí-palestino se convirtió en un «pasatiempo» para Obama. «Como cualquier hobby, algunos días trabaja en él y otros no», bromeó en «The New York Times».
¿Qué se dijeron Obama y Bibi? Habrá que esperar varias semanas para comenzar a tener una idea si se dijeron algo en serio, a pesar de la rueda de prensa conjunta.
Después de todo, Obama llegó dos días luego de que Bibi consiguiera con uñas y dientes armar su nuevo gobierno, y lo hizo también al principio de su propio mandato para sacarse de encima las críticas de los republicanos que no lo dejan trabajar.
Además, se reunió con jóvenes israelíes en Jerusalén para decirles que si quieren paz, no alcanzará con que se sigan fijando únicamente en los palestinos o en Egipto, Siria e Irán. Algo también dependerá de ellos.
Pero sin soluciones inmediatas a los conflictos de la zona, esta fue la primera vez que un presidente norteamericano pasó por lsrael sólo para hacer turismo.
Que lástima que no vino Michelle. Por lo menos habría algo interesante para comentar sobre su encuentro con Sara.