Estimados,
La historia enseña que Israel no posee "fronteras históricas". Las fronteras, después de todo, "se han modificado en varias ocasiones de acuerdo a las circunstancias", escribió en 1918 David Ben-Gurión.
Fronteras - y sus definiciones - son producto de intereses humanos. Respondiendo a las propuestas de la Comisión Peel en 1937, la Agencia Judía, dirigida por Ben-Gurión, decidió tomar en cuenta intereses a largo plazo. Exigió que el Estado judío recibiera fronteras defendibles - líneas divisorias que pudieran protegerse del fuego de fusiles y ametralladoras, como así también de armas sofisticadas, artillería pesada y aviones. A pesar de que la Agencia Judía pretendía dotar al país de profundidad estratégica, su propuesta contemplaba unos 10.000 kilómetros cuadrados, tan sólo un 40% de los territorios israelíes en las fronteras de 1967.
La expansión de Israel al triple de su tamaño tras la Guerra de los Seis Días no impidió que los egipcios atacaran a Israel en Yom Kipur, cobrándose de ese modo un alto precio en términos de vidas humanas, como parte de la idea de que "es mejor Sharm el-Sheikh sin paz que la paz sin Sharm el-Sheikh". Saddam Hussein logró que nos encerráramos en los refugios en 1991 sin movilizar un solo tanque hacia el oeste. Durante la década pasada, Hamás y Hezbolá han hecho regresar regularmente a los israelíes a los refugios, y todo el mundo sabe que durante la próxima guerra resultarán muertos y heridos un número mayor de civiles que de soldados, a pesar de nuestro sistema Cúpula de Hierro y de las redes antimisiles Arrow.
El siglo XXI es diferente al XX en relación con los límites en el uso de la fuerza, así como con respecto a las amenazas, la tecnología y la legitimidad que se confiere a las luchas de liberación. La importancia de capacidades tecnológicas y de control de territorios como parámetros incluidos bajo el concepto de "fronteras defendibles" ha disminuido considerablemente. O, tal como Obama ha señalado, en ausencia de una verdadera paz, Israel tendrá dificultades para defenderse con el sólo recurso de la tecnología. Por lo tanto, el significado de "fronteras defendibles" necesita ser ampliado de modo que incluya consideraciones no militares.
Al confiar en la resolución 242 de la ONU, Israel ha mantenido una frontera defendible con Egipto sobre la base de un acuerdo de paz que ordenaba la desmilitarización de la península del Sinaí y el despliegue de tropas norteamericanas en el lugar.
Netanyahu, al igual que Olmert, Barak y Rabin, propuso durante su primer mandato la retirada completa de los Altos del Golán a cambio de un acuerdo de paz con Siria que incluiría la desmilitarización.
La política de "puentes abiertos" entre Israel y Jordania estabilizó las relaciones entre ambos países mucho antes de que ellos fueran capaces de forjar un acuerdo de paz.
Un acuerdo de paz regional, que incluya normalización, habrá de conferir mayor seguridad que unos miles de acres a lo largo del Valle del Jordán.
El hecho de que los peligros hayan cambiado - variando su forma desde la amenaza de un ataque terrestre en la década de 1970; pasando por el terror en los '80; hasta llegar a misiles y armas no convencionales en el siglo XXI - no significa mucho para Netanyahu. Esto es válido aún a pesar de los acuerdos de paz con Egipto y Jordania. Pero todas estas transformaciones y desarrollos desaparecen cuando le toca considerar a los palestinos.
Los palestinos aceptan un acuerdo en que su Estado carecerá de ejército y de armamento pesado, mientras que tropas de la OTAN podrán desplegarse en su territorio e Israel podrá utilizar su espacio aéreo. Sin embargo, Bibi sigue tratando de ocultar su oposición primaria al establecimiento de un Estado palestino e insiste en afirmar que sólo un control territorial israelí, equivalente a por lo menos el 20% de Cisjordania, podrá otorgarle fronteras defendibles a Israel.
Sus contradicciones están a la vista.
¡Buena Semana!