Estimados,
Obama y Netanyahu se reunirán dentro de unos días en la Casa Blanca para tratar cinco puntos importantes. El primero es Irán. Para los otros cuatro no quedará tiempo ni será necesario dialogar.
Ambos mandatarios tomarán en cuenta que la reciente declaración del líder supremo iraní, el ayatola Alí Jamenei, de «extirpar el tumor canceroso judío» puede ser considerada como una verdadera declaración de guerra. La intimidación no deja duda de que Irán viene construyendo tecnología nuclear con fines militares y un objetivo concreto tal como lo vienen repitiendo sus dirigentes: «borrar del mapa a la identidad sionista».
La actual situación beligerante representa para Israel un alto riesgo para su propia existencia; para otros países, por ahora, incluyendo a EE.UU, sólo daños en intereses económicos.
Para evitar un desastre mayor, Israel podría recurrir a la opción militar con ataques aéreos a las instalaciones nucleares de Irán antes de este verano, fecha máxima fijada, de acuerdo a fuentes militares israelíes, si se quiere dañar efectivamente el proyecto nuclear iraní.
El tiempo para Israel corre retroactivamente en sentido contrario a las agujas del reloj. El escenario de guerra que se viene articulando por diversos frentes involucrados en el conflicto originaron varias teorías que analistas de guerra y entendidos en la materia vienen examinando.
Tanto Obama como Netanyahu deberán tomarlas en cuenta antes de decidir. He aquí algunas de ellas.
Ataque israelí a Irán
Según Yoaz Henderl, asesor de Comunicación del primer ministro Netanyahu, los objetivos de un ataque preventivo israelí serían el reactor de Bushehr, la planta de agua pesada de Arak y las instalaciones de enriquecimiento de uranio de Isfahan, Qom y Natanz. También se podría bombardear puestos de radar, bases aéreas, yacimientos petroleros e infraestructuras energéticas a fin de minimizar la capacidad de reacción de Irán. La oleada de ataques en territorio iraní, de acuerdo a la estrategia israelí de «guerra limitada» sobre unos 60 objetivos, se desarrollaría en 48 horas aproximadamente. Israel se guardaría el derecho de avisar a EE.UU sólo algunas horas antes de la incursión.
Ataque preventivo de Irán
Hace una semana, The Washington Times publicó un artículo escrito por Reza Forghani, analista y especialista en el tema «Jamenei». Forghani advierte que el ayatola y el Gobierno iraní sustentan una doctrina que justifica «legal y religiosamente la destrucción de Israel y la masacre de la identidad sionista». El experto señala que para que Israel ataque a Irán «necesita la aprobación y ayuda de EE.UU, y bajo el actual clima pasivo de Obama, con su cabeza metida en las próximas elecciones, la oportunidad no debe perderse y se debe atacar a Israel antes de que el Estado hebreo tome la iniciativa. El líder espiritual iraní puso sobre el tapete una carta suya hasta ahora oculta: un ataque preventivo contra las principales ciudades e instalaciones militares israelíes.
Intervención forzosa de EE.UU y aliados sobre Irán
Teherán afirmó que, en la eventualidad de una acción militar por parte de Israel, responderá con ataques contra el Estado hebreo, las bases estadounidenses en Oriente Medio y los países que colaboren. En tal caso, EE.UU y sus aliados se verán obligados a entrar en combate contra el régimen de Ahmadinejad.
Ataque unilateral de EE.UU a Irán
De no haber resultados positivos en las sanciones a Irán y el avance en la fabricación de armas de destrucción masiva continuara, EE.UU atacaría unilateralmente el arsenal nuclear de iraní, aunque la política ambivalente de Obama hace pensar que eso no sucederá. En caso de una orden de llevar a cabo un ataque, con o en lugar de los israelíes, oficiales de alto rango norteamericanos dicen que EE.UU podría lanzar bombardeos devastadores contra Irán. La planificación táctica está en curso para posibles operaciones militares del Pentágono.
Fuerzas de la OTAN invaden Irán
Cualquier ataque a las instalaciones de procesamiento de armas nucleares en Irán, venga de donde venga, no detendrá a los ayatolas de seguir con su proyecto; por lo tanto, se plantea la posibilidad de una invasión sobre el país con fuerzas aliadas de la OTAN con el objetivo de cambiar la dictadura teocrática por un gobierno democrático.
Nadie ataca a nadie
Sí; aunque los expertos y analistas de guerra últimamente la dejan a un lado, existe tambien esa posibilidad. Un ataque israelí a Irán, si tiene éxito, podría denominarse la «Guerra de los Dos Días». Pero si sucede lo contrario - y las opciones no son pocas - la región entraría en una guerra prolongada con muchos más que dos actores.
Estas y otras más son las alternativas; y todas problemáticas. Obama y Bibi no se tienen un aprecio especial; tampoco mucha confianza; pero en el próximo encuentro conviene que recuerden dos cosas. La primera es una frase del ex jefe de gobierno francés Georges Clemenceau: «La guerra es un asunto demasiado serio como para dejarlo en manos de generales». La segunda es una respuesta de Albert Einstein cuando le preguntaron cómo sería la tercera guerra mundial: «La tercera no sé», respodió el científico. «¡Pero la cuarta será con piedras!», agregó.Esperemos que esta vez Obama y Bibi traten de no equivocarse.
¡Buena Semana!