«El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, es demasiado fuerte, y el presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmud Abbás demasiado débil, para que los dos dirigentes cooperen plenamente y hagan las concesiones necesarias para lograr un largo acuerdo de paz duradera entre Israel y la AP», afirmó el presidente norteamericano, Barack Obama.
El mandatario estadounidense dijo que creía que el alto nivel de aprobación de la población israelí por las políticas de Netanyahu contribuyó al estancamiento de las negociaciones de paz, haciendo que Netanyahu fuera menos inclinado a ofrecer esfuerzos políticos arriesgados y divisores.
«Los números en las encuestas de la población israelí a favor de Netanyahu son mejores que los míos. Las calificaciones favorables al primer ministro israelí fueron impulsadas en gran medida por la guerra en Gaza», admitió.
«Si Netanyahu no siente un poco de presión interna, entonces es difícil que realice algunos compromisos muy difíciles, incluyendo los referenten a asentamientos y colonos», explicó.
«En contraparte al sólido respaldo del cual goza Netanyahu en Israel, Abbás carece de apoyo popular del pueblo palestino y como resultado, se vio limitado en su capacidad para impulsar un acuerdo de paz», sostuvo.
«De alguna manera, Bibi es demasiado fuerte y en cierto modo Abu Mazen es demasiado débil para reunirlos y tomar el tipo de decisiones audaces que el presidente de Egipto, Anwar Sadat, o los primeros ministros israelíes Begin y Rabín estuvieron dispuestos a hacer», señaló.
«Se requerirá de liderazgo palestino e israelí con voluntad de mirar más allá del mañana. Y lo más difícil para los políticos es tener visión de las cosas a largo plazo», destacó.
Cuando le pregunté si estaba preocupado por el destino de Israel en el futuro, respondió que los logros extraordinarios del Estado judío desde su creación, junto con el desempeño de los militares del país, le daba razones sólidas de creer que no era una amenaza existente para la supervivencia de la nación.
«Es increíble ver en lo que Israel se convirtió a lo largo de las últimas décadas», afirmó el presidente.
«El haber sacado desde cero a este país increíblemente vibrante, increíblemente exitoso, rico y poderoso en recursos humanos, es un testimonio del ingenio, la energía y la visión del pueblo judío. Y porque Israel es tan capaz militarmente, no me preocupo por su supervivencia», agregó.
Obama me dijo que su preocupación por los desafíos que enfrenta Israel tienen que ver con la defensa de los valores democráticos y por mantener su seguridad, por un lado, mientras que, por otro, no puede negarle derechos a los palestinos.
«Creo que la pregunta realmente es: ¿Cómo sobrevive Israel?», destacó.
«¿Cómo se puede preservar un Estado judío que también es un reflejo de los mejores valores que fundaron Israel. Y, con el fin de hacer eso, fue siempre mi convicción de que se tiene que encontrar una manera de vivir lado a lado y en paz con los palestinos. Hay que reconocer que tienen reclamos legítimos, y también ésta es su tierra y su vecindario».
Fuente: The New York Times
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