Las potencias mundiales buscan un acuerdo en las tratativas nucleares con Irán. Israel asegura que tratará de frustrar cualquier pacto que debilite su seguridad. Dentro de pocos días Netanyahu pronunciará un discurso al respecto en el Congreso norteamericano.
Sobre esos temas, Israel en línea conversó con el ministro de Asuntos Estratégicos israelí, Yuval Steinitz.
- Dr. Steinitz, fueron muchas las reuniones que mantuvo en la pasada Conferencia de Munich sobre Política de Seguridad con respecto a las negociaciones nucleares de Irán. ¿Cómo ve la situación?
- Estoy muy preocupado. Irán no puede convertirse en una potencia nuclear. Si sigue cerca de conseguir una bomba atómica pueden pasar dos cosas: en primer lugar, tarde o temprano la fabricará. Es lo mismo que pasó después de que se firmara un acuerdo similar con Corea del Norte. En segundo lugar, otros países vecinos querrán lo mismo. Así que en lugar de detener la carrera armamentista nuclear islámica, tendremos varios estados con armas atómicas en Oriente Medio y en el mundo islámico; y ya sabemos cual será el resultado de algo así: simplemente un caos.
- ¿Qué tan cerca está de la bomba en su opinión?
- No lo sé. Todavía tenemos muchas lagunas en varios temas. Seguimos muy de cerca las tratativas. Creemos que desde el principio, el enfoque global debe ser diferente. Si Irán está evitando las sanciones, si está siendo reconocido como miembro legítimo de la comunidad internacional, si su infraestructura nuclear recibe reconocimiento mundial, entonces debe dar algo a cambio. Debe desmantelar sus instalaciones de enriquecimiento de uranio para que el mundo esté seguro de que no puede producir bombas y que no está ni siquiera cerca de tener la capacidad de fabricarlas.
- Los iraníes reclaman que ya fueron sometidos a controles muy estrictos.
- En los últimos diez o quince años el mundo firmó dos acuerdos con dos gobiernos tramposos y peligrosos que trataban de desarrollar armas nucleares. Uno con Libia en 2003; otro con Corea del Norte en 2007. El acuerdo con Libia fue desmantelar toda la infraestructura que estaba construyéndo. El de Corea del Norte fue congelar la mayor parte de los elementos en juego y aplicar una inspección más precisa. Sabemos cuál fue el resultado. Corea del Norte desarrolló armas nucleares tres o cuatro años después. Así que tenemos que aprender algo de la historia. Para que un acuerdo con Irán sea satisfactorio debe estar más cerca del modelo libio que del norcoreano. Si Irán consigue armas atómicas, vamos a tener un mundo lleno de nuevos peligros. Será la primera vez que fanáticos islámicos consiguen armamentos tan peligrosos. Y la verdad es que esto no se refiere sólo al futuro de Oriente Medio o de Israel, sino al del mundo entero.
- El Gobierno israelí es, de alguna manera, el niño que grita que viene el lobo. Lo hizo muchas veces en las últimas décadas. Si nos fijamos en el libro de Netanyahu, «Lucha contra el terrorismo», Bibi predijo que Irán tendría una bomba en tres o cuatro años. Ese libro se editó en 1995. ¿Por qué los israelíes y la comunidad internacional deben creer en sus predicciones cuando estuvo bastante lejos de la realidad tantas veces?
- Netanyahu predijo que Irán podría fabricar armas nucleares a menos que el mundo hiciera algo al respecto; a menos que se encontrara con muchos obstáculos. Así que, en primer lugar, es bueno que Irán todavía no lo consiguió. Es bueno que le esté llevando tiempo.
- Pero admitirá que usted también hizo en varias ocasiones este tipo de predicciones. Incluso Shimón Peres, cuando era ministro de Exteriores de Rabin (1992), declaró en la televisión francesa que Irán tendría la bomba a finales de esa década.
- Entonces los iraníes decían que tenían algunos problemas informáticos y otras dificultades más; no sé de qué estaban hablando, pero tuvieron muchos problemas en el pasado. Actualmente no están muy lejos de conseguir la bomba.
- ¿Cuanto les falta?
- No le puedo decir; no lo se; uno o dos años; eso depende. Pero sin los esfuerzos de Netanyahu en particular, y los de Israel en general, el mundo no pondría tanto énfasis en detener a Irán. En realidad, Netanyahu no está solo, pero desempeñó un papel clave en alertar al mundo de la amenaza nuclear iraní.
- Netanyahu tiene previsto dirigirse al Congreso norteamericano dentro de una semana. ¿Cree que fue prudente aceptar esa invitación sin consultar con Obama, dado que Estados Unidos es el principal aliado estratégico de Israel?
- Nadie, y eso incluye a Netanyahu, quiere ofender a nadie en Estados Unidos. Tenemos un gran respeto por Estados Unidos y por el presidente Obama. Pero no sé de ningún líder mundial que reciba una invitación para hablar en ese foro, la reunión conjunta del Congreso, la Cámara de Representantes y el Senado, y la rechace. Así que a veces puede ser que tengamos discrepancias y aquí tenemos algunas diferencias de enfoque general: cual debe ser el objetivo final de esas negociaciones, por un lado. Por otro, apreciamos la fuerte cooperación y el diálogo que tenemos sobre este tema con todo el Grupo 5+1, pero especialmente con Estados Unidos. Estoy seguro de que después de las elecciones en marzo, esta alianza estratégica, la cooperación en seguridad y la amistad entre Israel y Estados Unidos seguirá pase lo que pase.