El actual diputado nacional argentino, el rabino Sergio Bergman, quien fue designado como titular de Ambiente y Desarrollo Sustentable del Gobierno del flamante presidente Mauricio Macri, afirmó que «de una autocracia unipersonal estamos pasando a una democracia representativa, republicana y federal».
A Bergman no le sorprende que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner haya actuado como lo hizo en el encuentro con el presidente electo.
«Es coherente con lo que fue estos años», afirmó.
Además, el futuro ministro se mostró confiado en que el Congreso apruebe la derogación del memorándum con Irán.
Sobre el resultado electoral, afirmó que «aquéllos que creíamos que hay cosas que sólo sucedían en el cielo, los argentinos las hicimos posible aquí en la tierra».
- Sergio ¿Cuál es tu estado de ánimo frente al resultado electoral y esta transición?
- Es una mezcla de entusiasmo, alegría, de realización y al mismo tiempo de humildad y grandeza para el tiempo que viene, que no es el de los triunfalismos, sino el de las construcciones compartidas por el bien común, sabiendo que los argentinos tenemos que pacificarnos, considerarnos hermanos y nunca enemigos aunque no pensemos igual, y trabajar en una agenda de bien común que tiene prioridades: la pobreza que tiene que disminuir, el narcotráfico al que tenemos que erradicar, volver al equilibrio de las instituciones y cambiar de una autocracia unipersonal, de una demagogia populista, a una democracia representativa, republicana y federal.
- ¿Creés que Argentina dio un paso que puede fortalecer la visión democrática en América Latina, sobre todo en ciudadanos que no la están pasando nada bien en algunos países?
- Por supuesto. Creo que Argentina tiene un rol fundamental en el conjunto de naciones de América Latina y del mundo; y hoy estamos asociados con las peores; estamos alineados con Venezuela, con Irán, con Rusia y con China. Y lo que está pasando hoy en América Latina es lo que ya Mauricio anunció y que el sentido común plantea: que el relato es un verso. Porque no podés militar 12 años y reinvindicar los derechos humanos que todos sostenemos, valorando políticas de Estado en esa dimensión, pero denunciamos la hipocresía de estar con los derechos humanos y no exigir la cláusula democrática a Venezuela, que viola los derechos humanos y que mete presos a opositores políticos. Por otro lado, la derogación que se va a proponer en el Congreso del memorándun con Irán, que es consecuencia de la mala praxis de la política exterior argentina. Creo que empezamos a liderar un cambio en América Latina, porque no le queda mucho margen a Brasil para negarse a decir algo por lo que está pasando en Venezuela. Creo que Chile, Uruguay, Paraguay, incluso Perú, pueden sumarse a este reclamo. Quizás no se lo podamos pasar a Bolivia y a Ecuador. Tenemos que fijar posiciones muy claras, y me alegro que la designación de Mauricio tenga que ver con la decisión de prestigiar la política exterior y ponerla en manos de personas idóneas. En un mundo muy complicado, uno no puede dejar la política exterior en manos de personas que demostraron una gran negligencia, además de irresponsabilidad, y que esperamos, además, sean juzgadas.
- Macri ya adelantó cuál es su posición en relación al memorándum firmado entre Argentina e Irán. Tiene que ser derogado en el Congreso. Vos sos diputado nacional. ¿El Congreso va a respaldar esa posición?
- Lo más sorprendente es ver cómo los miembros del Frente para la Victoria, que tienen criterio y conciencia, se van a sentir liberadados de este régimen que los oprimió también a ellos, porque lo votaron por obediencia debida; porque ninguno de ellos a conciencia podía votar lo que votó, salvo algunos fanatizados que nunca faltan, y que van a quedar en ese fundamentalismo militante y que podían dormir tranquilos cuando traicionaron a las víctimas de los atentados y le concedieron a quienes participaron en el terror en Argentina contra nuestros ciudadanos, la oportunidad que ellos redacten un memorándum para sus intereses, y que Argentina lo único que hizo fue firmarlo, sin poder explicar ni por qué lo firmó ni a cambio de qué.
- Nisman perdió la vida en esa investigación.
- Nisman no perdió la vida, lo mataron.
- Se supone que la investigación tomará un camino más certero.
- Imaginate que la fiscal Fein, en un manejo increíble de la justicia, lo ligó al calendario electoral, porque dijo que iban a haber novedades después de las elecciones, algo increible. Y por otro lado, ya pasaron más de diez meses y no sabemos absolutamente nada que no provenga del sentido común de ese lunes doloroso de enero donde todos decían que lo mataron, porque hay una responsabilidad en términos del crimen que únicamente puede dirimir la justicia, pero hay una responsabilidad política de este Gobierno que termina. No lo protegieron, lo agredieron, lo difamaron y él lo que había hecho para terminar muerto es una sola cosa, denunciar a la presidenta, al canciller, y su denuncia fue desestimada por jueces. Tendremos que ver qué va a pasar cuando haya un Consejo de la Magistratura independiente del Poder Ejecutivo si Rafecas y Oyharbide pueden seguir siendo jueces de la República.
- Entre la recuperación del diálogo, seguramente se augura una nueva relación o vínculo con Israel, que debe sentirse muy ofendido, tal vez cuidando las formas de la diplomacia. ¿Tuviste algún mensaje en ese sentido?
- A mí siempre me sorprendió la posición moderada de Israel con los agravios del propio canciller y del Gobierno argentino. Me parece que tuvo que ver con la fecha de vencimiento, que tenía bien claro que no valía la pena poner las cosas donde tendrían que estar puestas. No nos olvidemos que Cristina comenzó su período suponiendo que podría ser la Merkel latinoamericana, después tuvo que ver si podía estar a la sombra de Dilma, y terminó asociada a la modalidad de Putin suponiendo que podía ser una actora central en la geopolítica internacional, poniéndose a la vanguardia de negociar con Irán. Pero ella negoció con Irán lo único que le interesaba al régimen anterior, que ya se iba, que era que bajen las alertas rojas para que los que están implicados puedan circular por el mundo. Ahora, aparentemente, cambió Irán también, la que no cambió es Cristina. Ningún país serio, incluido Israel, incluida hasta la Autoridad Palestina, que tampoco se dejó usar en ese juego demagógico y populista, podía tomar seriamente un aval de alguien que en su propio país no pudo defender.
- Decime algo justamente de Cristina, que debería estar encabezando la transición, y demuestra, como dijo Joaquín Morales Solá, que ni la derrota la cambia. ¿De qué se trata esa personalidad de la presidenta saliente? ¿Cuánto tiene que ver también con la personalidad de buena parte de los argentinos?
- Te diría que sería hipócrita de su parte recibirlo como corresponde a Macri; diríamos que estaría simulando. Fue más Cristina que nunca, me parece que termina como empezó, y como es, con un grado de coherencia y autencididad de aquéllo que es degradar la investidura presidencial, confundiendo la presidencia de la Nación con la titularidad de dominio de un país. Por lo tanto te diría que dejémosla terminar como es. Y aprendamos de lo que nos sucedió; que no se degraden más las instituciones de la República, en la discrecionalidad de lo que se transformó en un régimen, que en lugar de estar en el poder para servir, se sirvió y abusó de él, no sólo para malversar el honor de ser presidente de la Nación, sino también para la corrupción de todo lo que se robaron, y esperemos que la Justicia pueda investigar.
- ¿Me querés decir algo más sobre las recientes elecciones en la Argentina.
- Sí; te comentaba que la teología argumenta filósoficamente la existencia de Dios y la creencia a través de la diversidad de dogmas, tradiciones, culturas y religiones. Nunca vimos la conexión entre teología y política argentina. Creo que el pueblo argentino obró un milagro, no en términos de que no hicimos nada, pero también hubo algo providencial. Es el pueblo argentino el que tiene el mérito de este cambio. No lo hacen los candidatos ni los partidos políticos. Partidos políticos y candidatos somos instrumentos, pero si no hay un cambio cultural, y no hay una decisión soberana como la de los bonaerenses, que ante el pánico de Aníbal Fernández sea su gobernador, cortaron boleta. Hubo una Argentina que empezó en Tucumán, que nadie duda que podían haber ganado, pero así no se gana, quemando las urnas. Hubo un pueblo como Jujuy, que siendo esclavos prebendarios de un ejército paralelo y un estado dentro del estado comandado por Milagro Sala con fondos del gobierno nacional, recibieron las prebendas pero no entregaron la conciencia en el cuarto oscuro, que fue el lugar más ilumnado de la República. Con humildad, con vocación de servir, yo como religioso, pero todos, debemos agradecer esto que se dio, aquéllo que creíamos que sólo pasaba en el cielo, lo hicimos los argentinos aquí en la tierra.