Dentro del concepto de «Ejército del pueblo» que los israelíes usan a menudo para referirse a Tzáhal, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) - más allá de la polémica por el enrolamiento de los ultraortodoxos, tema aparte que no tratamos hoy aquí - hay distintos matices. Pero sin duda, uno de los hechos más singulares -y para muchos sorprendente - del servicio militar en Israel, es que junto a la gran mayoría de jóvenes judíos que se enrolan y cumplen así con su deber ciudadano, hay también miles de soldados no judíos.
Se trata de ciudadanos de distintas comunidades que forman parte de la ciudadanía israelí, minorías que también participan en las filas de las FDI. Desde 1956, los varones drusos y los circasianos (estos últimos de religión musulmana), hacen servicio militar obligatorio, habiendo pactado al respecto las autoridades con dichas comunidades. Por su parte, beduinos, árabes musulmanes y árabes cristianos que así lo desean, se presentan como voluntarios y también son enrolados.
En 1982 fue creada una división dentro del Cuerpo de Personal de las FDI (en hebreo, AKA), que con el nombre de «Ojlosiot», que en hebreo significa «Poblaciones», se ha convertido en un símbolo del esfuerzo de integración de todos estos soldados miembros de las minorías. Esto va desde el aporte necesario para concientizar a las distintas unidades de las FDI respecto a las particularidades de cada grupo, que pueden ser relevantes para su servicio, hasta la atención específica a cada una de las minorías de acuerdo a sus necesidades.
Es en dicho marco, por ejemplo, que se encargan de garantizar la actitud a tomar ante un soldado de determinada minoría, sea en sus fiestas específicas o en caso de estar su familia de duelo, todo de acuerdo a las costumbres de cada uno, su comunidad y su religión.
Al frente de «Ojlosiot» está hoy el teniente coronel Wajdi Sarhan (44), druso, que sirve desde hace 25 años en las FDI. Nos cuenta sobre lo natural por un lado del servicio de miles de miembros de minorías en la ciudadanía israelí y, al mismo tiempo, sobre los desafíos con los que aún hay que lidiar.
Recientemente tuvimos la oportunidad de conversar con él, al organizar las FDI un brindis para sus soldados árabes cristianos de cara a Navidad. Señaló que por año, en los últimos tiempos, se han enrolado aproximadamente 100 jóvenes de dicha comunidad y que el movimiento en el terreno y los mayores contactos que ha habido en este sentido, dan a entender claramente que el número será mucho mayor en el año entrante. «Estimamos que en el 2016, el número será el doble», comenta.
Hoy en día, son algunos cientos los soldados árabes cristianos en el servicio regular, hay más de diez oficiales en «kéva» - el servicio considerado profesional y permanente. Algunos van a las FDI, otros a la Policía, la Guardia de Fronteras y el Servicio Penitenciario. Algo menos del 15% son jóvenes mujeres, árabes cristianas.
A continuación, reproducimos un resumen de la conversación con el teniente coronel Wajdi Sarhan.
- Wajdi, usted está hace muchos años en las FDI, es ya teniente coronel y conoce de cerca el tema de las minorías no judías que sirven en sus filas. Es natural ya para usted. Pero me pregunto si a veces se aleja un poco y se da cuenta de que esto es algo muy especial.
- Es cierto. Es increíble. Uno mira alrededor y toma especial conciencia de esto. No es sobreentendido que miembros de minorías en Israel están dispuestos a enrolarse, quieren dar todo de sí, hacen el servicio militar, son parte y se convierten en pioneros.
- La situación de los drusos es singular. Hay una alianza singular, de sangre le llamarán algunos, por la cual hace ya decenas de años que los drusos de Israel hacen el servicio militar.
- Pacto que se hizo en los primeros años del Estado de Israel, entre las autoridades del país y de nuestra comunidad. Y ha sido y sigue siendo un aporte sumamente significativo a la seguridad nacional.
- En los últimos años, lo más novedoso es el aumento en la cantidad de árabes cristianos que se enrolan. ¿Los números van en aumento?
- Sin ningún lugar a duda. Y estoy seguro que en los próximos diez años veremos muchos más oficiales cristianos de alto rango tanto en unidades de tierra, como en la Fuerza Aérea, en las profesiones técnicas, en una variedad de cargos. No tengo duda alguna. Son gente cualitativa, vienen de un entorno de alto nivel, las FDI lo hacen posible, así que esto se intensificará, estoy seguro. Se conjugan varios factores positivo.
- ¿Cómo ve usted la integración? Me imagino que no todo es color de rosa...
- Lo conozco de mis cargos anteriores. Hay comandantes que puede que den importancia ante todo sólo al resultado operativo que hay que lograr, y que presten menos atención a lo importante de este vínculo, yo diría casi desde un punto de vista estratégico. Pero hay otros que lo entienden bien. Y nuestra responsabilidad, en mi cargo, de parte del Jefe de Educación, también del Jefe de Personal en las FDI, todos los encargados de esto, es garantizar que los comandantes en el terreno sean todos conscientes de la importancia de la participación de los soldados cristianos en las FDI. Y se debe entender que es algo estratégico, no circunstancial.
- ¿También ocurre que no se ve a estos soldados como iguales?
- No tengo dudas de que eso también ocurre. Yo mismo, que soy druso, sentí alguna vez en el pasado - aunque te recuerdo que los drusos hacemos servicio militar obligatorio -, que había algún comandante que me miraba distinto. Que no me respetaba igual. Que no me apreciaba como a los demás.
- ¿Que no confiaba como en los soldados judíos?
- Sí, también. Es cierto. Seguro que también eso pasa. Es un hecho que en la sociedad judía, hay quienes no han tenido suficiente contacto con ciudadanos miembros de minorías en el país, que no saben en qué medida son leales realmente al Estado. También entre nosotros, los drusos, que servimos en las FDI desde la creación del Estado, hay quienes sienten a veces que tenemos que demostrar todos los días nuestra lealtad, a pesar de todo lo que ya hemos hecho. Así que seguro que eso les puede pasar también a pioneros que tienen todos los ojos puestos sobre ellos, todos los reflectores. Pero creo que es natural.
- Usted dice que «es natural» y justamente iba a preguntarle si acaso, sin afán de justificarlo por cierto, puede entender que haya cierta desconfianza por el hecho que hay acá de fondo un conflicto complejo entre Israel y los árabes.
- Sí, lo puedo entender. El que no ha conocido personalmente a miembros de minorías y ve la situación, el mundo, el país, únicamente en términos de «nosotros los judíos y ellos los árabes», tendrán dificultades para confiar y ver esto con naturalidad. Llevará un tiempo sobreponerse a ello. Es natural. Pero pienso que finalmente, todos reconocerán lo positivo de estos enrolamientos de los últimos años. Estoy seguro que la enorme mayoría lo ve hoy en forma positiva. Y quienes no, lo entenderán con el tiempo. No tengo duda al respecto.
Fuente: Semanario Hebreo de Uruguay