Dos explosiones sacudieron las inmediaciones de dos edificios de la Seguridad Central en Damasco. Investigaciones preliminares apuntaron que la organización terrorista Al Qaeda estaría detrás de los atentados.
Ambas operaciones terroristas fueron llevadas a cabo por suicidas con coches bomba.
La televisión siria mostró imágenes de cuantiosos daños materiales en la zona, así como de varios cadáveres carbonizados. Aunque todavía no hay cifras oficiales de cuántas personas murieron en los ataques, el canal de TV estima que habrían más de 40 muertos y más de un centenar de heridos, la mayoría de ellos civiles.
Además, el Observatorio sirio de Derechos Humanos indicó que se escucharon fuertes disparos en la zona.
Todo esto ocurre al día siguiente de que llegara la primera delegación de observadores de la Liga Árabe para comprobar el cese de la violencia en el país.
El Observatorio sirio agregó que refuerzos militares llegaron esta mañana a la localidad de Dael, en la provincia meridional de Deraa, para llevar a cabo una campaña de detenciones.
Según los opositores Comités de Coordinación Local, al menos cuatro personas murieron este viernes, que se suman a las 41 que perdieron la vida ayer como consecuencia de la represión del régimen en distintas localidades del país.
Precisamente ayer, el Gobierno del presidente Bashar al-Assad envió una carta a la Asamblea General y al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en la que cifró en más de 2.000 los miembros de las fuerzas armadas muertos en los últimos meses.
Desde que comenzaron las protestas en marzo pasado, más de 5.000 personas murieron por la represión gubernamental, según la ONU, si bien Damasco culpa de la violencia a grupos terroristas.