Fito Páez llega a Israel con motivo de la presentación de su show "Solo piano". Fito, un artista que no necesita de presentación en el ámbito de la música latinoamericana, arribará a comienzos de junio. Días antes de su llegada, conversó en exclusiva con Argentina.co.il
- ¿Por qué "Sólo piano"?
- Los conciertos solo al piano son un viejo sueño, algo que pensé hacer durante años y finalmente lo concreté hace un tiempo. Ha sido con mucha felicidad; son conciertos de mucha cercanía con la gente, de silencios hermosos; es como estar en casa. Me siento muy cómodo y disfruto mucho este formato.
- ¿En "Solo piano" sentís que hay más intimidad entre vos y el público?
- Es estar desnudo; ahí están las canciones, la música, la gente y vos; nada más y nada menos...
- ¿Escucharemos también algo de "Confía"?
- Seguro que van a escuchar alguna versión al piano de temas de Confiá. Van a escuchar canciones de todos los discos y de todos los tiempos y también versiones de otros autores.
- ¿Algo especial en el repertorio? ¿Alguna sorpresa?
- Siempre la lista de temas es nueva en cada show; nunca hay un concierto igual al otro. Así que seguro van a haber sorpresas allí. Cada concierto es una celebración y la idea es que todos se vayan mejor de como vinieron y que se puedan llevar algo bueno. De eso se trata para mí el encuentro con el público y los recitales.
- Cantautor, músico, guionista, actor, director... ¿En qué ramo te sentís más cómodo?
- No existe la comodidad para mí o la incomodidad en la música, en el cine o en el acto de escribir. Existe un impulso a hacer, a sentarme todos los días a tocar el piano y a que surjan músicas o alguna letra para esa música que apareció y luego de ahí sí salga una canción. Yo no hago temas por que "tengo que grabar un disco". El hacer canciones es algo que forma parte de mi vida, de mi día a día; hago eso.
Lo mismo sucede con un guión o con el libro que estoy escribiendo. Lo que habita en mí es ese impulso a hacerlo cada día; y me siento felíz en todos esos ámbitos. No podría hablar de comodidad.
- ¿Los latinos en Israel verán al Fito que añoran o no lo reconocerán?
- No lo sé. Yo espero que sí me reconozcan. Fíjensé, la historia y la escena es siempre la misma: "Hay un flaco dentro de una habitación solo, sentado al piano, tocando y haciendo canciones"; eso no cambia; es exactamente igual desde que tenía 17 años hasta hoy.
- ¿Sabías que te esperan mucho en Israel? Los rosarinos están de fiesta. Cada vez que llega alguien famoso de Argentina, nos preguntan ¿Y cuándo traen a Fito?
- Bueno, es una alegría. Allí nos vemos y los espero. Yo tengo muchas ganas también.
- ¿Tuviste algún problema especial cuando anunciaste que actuarías en Israel? ¿Cartas, amenazas?
- Nada; en absoluto.
- ¿Te contaron cómo los latinos en Israel reciben a sus intérpretes admirados? ¿Alguna expectativa especial?
- Ganas de tocar allí, ganas de conocer ese lugar, de encontrarme con la gente y también muchas ganas de ir a Jerusalén.
- Llegás a una región muy inestable y revuelta, ¿qué mensaje nos traés?
- Las canciones y la música; ellas ahí solitas hacen todo. Eso es lo que voy a brindar en mis conciertos y en mi visita a Israel. No me gustan ni los mensajes ni los consejos. Lo que sí quiero enviarles es mi deseo de paz y conciliación para todos los que habitan ese lugar. Por otro lado, decirles que la Daniel Barenboim & West-East Divan Orchestra es un ejemplo de lo que puede hacer la música para juntar los corazones allí.