Algo que hace especial a Zully Goldfarb son los tangos que interpreta en idish, unidos a los tangos rioplatenses y a la música tradicional judía. Zully se presenta por primera vez en Israel en un recital en Ashdod acompañada por la Orquesta Sinfónica de la ciudad.
La conjunción de todo el material que Zully interpreta quedó plasmado en su espectáculo "Raíces", donde se presentó acompañada por quince personas en escena, incluyendo músicos y bailarines. "Raíces" fue presentado con gran éxito en tres conocidos teatros de Buenos Aires: Coliseo, Cervantes y San Martín.
Desde 1999, Zully Goldfarb viene realizando numerosos recitales en lugares como el Club del Vino, Taconeando, el Café Tortoni, Clásica y Moderna, el Café Homero y Velma Café, además de los teatros mencionados. También llevó a cabo espectáculos en el Teatro Melico Salazar de Costa Rica, el Hotel Conrad de Uruguay y el Teatro Kadima de la colonia judía Moisés Ville. Se presentó además en Villa Clara, Domínguez y Concordia y en el Teatro Diego Torres de Córdoba.
Zully participó en 2008 en el Festival Ashkenazí de la canción, donde presentó su CD de tangos en idish y representó a Argentina con tangos rioplatenses. Actuó en Alemania en el Klezmer Festival Furth y en el Teatro Stadtheatre.
Argentina.co.il conversó con Zully antes de su recital en Ashdod.
- ¿Porqué tangos en idish?
- Los tangos en idish entraron en mi vida cuando José Judkowsky presentó su libro "Los judios y el tango". Entonces Abraham Lichtemboim (IWO) me pidió que cantara para dicha presentación algún tango en idish. Me resultó interesante que existieran esos tangos que para mí eran canciones melódicas - "Friling", "Papirosn" - hasta que con mi director musical, Pablo Saclis, vimos que tenían un ritmo totalmente tanguero en su 2x4. Fue entonces que se hicieron arreglos para piano, bandoneón y contrabajo para estas melodias. A partir del ritmo que le impuso el bandoneón se transformaron en verdaderos tangos.
Después me dedique a investigar sobre la posibilidad de interpretar otros tangos en idish que nacieron en guetos, campos de concentración y entre las guerras.
Los inmigrantes europeos que escapaban del hambre y la guerra se unieron a grandes orquestas de tango en Buenos Aires, donde seguían componiendo y reinventando un ritmo que ya estaba en sus vidas.
Me encontré entonces con que quería hacer un álbum con estos tangos que fuí buscando durante dos años. La búsqueda fue difícil; habían muchísimos tangos europeos pero no todos me gustaban. Yo necesito que la música y la letra penetren en mí para poder después entregarla a mi público desde el corazón.
- ¿Hablás idish?
- Hablo idish, pero lo entiendo más de lo que lo hablo. En mi casa, cuando era niña, mis padres, que también eran inmigrantes de Polonia, me hablaban en idish. Esos momentos de mi vida quedaron grabados por siempre, y el idish fue instálandose naturalmente.
Hoy en día soy reconocida por los tangos que interpreto en idish en mis espectáculos en Buenos Aires donde tengo la oportunidad de cantar tangos rioplatenses y tangos en idish y hacer una conjunción de mis raíces judías con las porteñas. Ambas culturas se unen y me dan la posibilidad de contar historias y mantenerlas vivas. El público argentino recibe con muchísimo respeto mi repertorio en idish; valoran y se interesan por un género que estaba casi perdido.
"Necesito que la música penetre en mí para entregarla desde el corazón"
- El idish es todo menos arrabal, malevaje o canyengue, ¿no?
- El tango en idish está muy emparentado con el rioplatense. Ambos hablan de momentos de angustia y dolor; en el caso de los tangos en idish, algunos sobre angustias de amores perdidos en momentos de guerra; otros por la desolación de tener que escapar de su lugar de origen hacia países que, como en la Argentina, fueron recibidos para encontrar un lugar de paz ante tanto sufrimiento.
La angustia en ambos tangos está bien representada, y aunque las razones sean diferentes, tengo que destacar que es un sentimiento válido para las dos culturas.
Por supuesto que las palabras arrabal, malevaje y canyengue se dan sólo en el tango rioplatense, pero de todas formas la esencia es más o menos la misma: "tangos de amores perdidos", "tangos de tiempos pasados", "tangos de sueños no concretados"...
- Según Discépolo: "el tango es un sentimiento triste que se baila"; el idish se relaciona más con el humor. Otra antitesis, ¿no creés?
- Es cierto que hay muchísimos tangos que también se relacionan con el humor, son aquellos que se representaron en Argentina en los momentos de gloria para el teatro en idish. Los que yo interpreto tienen en general otra esencia. Por ahora no encontré tangos que me gusten que tengan un transfondo humorístico; eso lo desarrollo más bien con el tango porteño donde tengo la oportunidad de divertirme con desplantes que le hace una mujer a un hombre o viceversa.
En general la gente que asiste a mis espectáculos se emociona hasta las lágrimas con los tangos en idish, aunque no entiendan lo que dicen. Posiblemente porque palpitan conmigo la emoción que pongo en ellos cargada de sentimientos de angustia, y se divierten muchísimo cuando interpreto istriónicamente los tangos rioplatenses de humor o se conmueven al máximo cuando logran entrar en la historia que les estoy contando.
"La misma esencia tanguera: amores perdidos, sueños no concretados"
- ¿Qué significa para vos el espectáculo "Raíces"?
- Es un espectáculo que abarca tres tipos de géneros que trato de unir para mostrar que están totalmente relacionados. Primero presento tangos rioplatenses, sigo con tangos en idish y termino con canciones populares judías. En escena hay un grupo de bailarines de música contemporánea, aproximadamente 14, y son ellos los que se encargan de mostrar como se unen los géneros. Todos ellos están relacionados; uno va naciendo de otro; eso es lo que pasa en el mundo que vivimos; sólo queda en nosotros aceptarlo y yo me ocupo de que así sea. Me hace feliz mostrarle a la gente que todos somos uno y que cada persona tiene un pedacito de su cultura metida en la de su semejante.
- ¿Hay relación entre el tango y la música klezmer?
- Para mí toda la música del mundo se relaciona. Si escuchás detalladamente diferentes géneros, podrás encontrar que en la música popular hay en ciertos temas algo de música clásica que se escuchó durante siglos. Es indefectible que después de tantos años escuchando todo tipo de música, a algún compositor se le ocurra utilizar parte de ella, no porque quiso copiar deliberadamente, sino porque le gustó tanto que ya la tenía internalizada y la volcó en alguna de sus obras. Para mí eso no es plagiar, sino tener la sensibilidad de guardar un momento grato en su vida y querer reproducirlo.
Veamos entonces que pasó con el tango argentino, cuya música se desparramó por Europa, especialmente con los viajes de Carlos Gardel. Claro que el tango es una música hermosa y pegadiza; es por eso que nacieron esos tangos europeos de diferente rítmica, pero tangos al fin.
"La gente se emociona hasta las lágrimas con los tangos en idish"
- Guiora Feidam, el hijo de Leo, decía que el clarinete en el tango es similar al sonido del shofar ¿hay algo de eso?
- ¡Me encanta Guiora Feidman! Tengo muchísimos CDs de su autoría y los escucho muy a menudo. Entre su música tengo un CD de tangos que es maravilloso. Personalmente, creo que el shofar encierra todas las melodías; me maravilla escuchar el sonido del shofar con todas las posibilidades y colores que tiene al momento de emitir sus sonidos, tan disimiles, pero al mismo tiempo tan verdaderos. Debe ser que mi imaginación me transporta a los momentos que vivo en nuestras festividades de Rosh Hashaná, y entonces, cuando lo escucho, siento intensamente sus sonidos.
¡Y claro que sí! El tango tiene mucho del sonido del shofar, y lo muestra Guiora cuando toca su clarinete. Y si hablamos de clarinete, estamos hablando también del klezmer, donde indefectiblemente ese instrumento se hace presente y puede transformarse en la "voz" del grupo musical contando una historia.
- Recientemente, en Buenos Aires, participaste en la exposición "Del barco a la milonga" ¿Qué se pretendía exponer?
- "Del barco a la milonga" fue presentada en el Museo Carlos Gardel, donde fui invitada a cantar tangos en idish y rioplatenses. La exposición se hizo en conjunto con el Museo Judío de Buenos Aires. Allí se mostró mucho de la historia de los inmigrantes que llegaron a Argentina y se unieron a orquestas de tango, en especial muchos violinistas rusos. Se expusieron partituras de tangos compuestos por judíos que vivieron en Argentina, fotos de esos músicos con las orquestas típicas y mucha documentación que certifica el aporte de los judíos al tango. Los directivos de ambos museos trabajaron en conjunto durante varios meses para llevar a cabo esa muestra, lo cual es muy importante para nuestra comunidad.
"Me hace feliz mostrarle a gente que somos todos uno"
- ¿El recital en Ashdod es tu primera actuación en Israel?
- Sí. Esta presentación es la primera en Israel. Espero que pueda seguir presentándome en diferentes lugares de Israel para mi alegria y la de la gente.
En Buenos Aires todos estaban muy movilizados por esta presentación; no podían entender cómo era que ya viajé a otros países por mis actuaciones y todavía no habia ido a Israel, y en especial con el tango, que tanto gusta aquí. Esto se da gracias al interés que puso Ronén Nissan, el director de la Orquesta Sinfónica de Ashdod, que me invitó a participar como cantante solista e hizo todos los arreglos necesarios para mostrar mis tangos acompañada por primera vez por una orquesta sinfónica compuesta por 40 músicos. Ronén viajó a Buenos Aires y allí trabajó también junto a mi director musical, Pablo Saclis, y al violinista argentino Alejandro Shaikis, amigo personal de Ronén. Con ellos absorbió el estilo tanguero que luego trasladó a su orquesta haciendo los arreglos pertinentes; un trabajo que emprendió con muchísimo entusiasmo y dedicación por su amor al tango.
- Se dice que los ingleses descienden de los celtas, los franceses descienden de los galos y los judíos descienden de los barcos ¿Dónde encontrás realmente tus "raíces", aquí o allá?
- Mis raíces están donde está mi pueblo. Es imposible no tener raíces en el lugar donde uno nació y es imposible para un judío no sentir sus raíces en Eretz Israel.
- ¿Cuando viajás a Israel sentís que "vas" o "volvés"?
- Cuando llego a Israel me siento "completa y segura". Pero yo nací en la Argentina y tengo mucha gente que es parte de mi vida.
"Mis raíces están junto a mi pueblo. En Israel me siento completa y segura"
- Cantaste en el Tortoni, en Taconeando y en Moisés Ville. ¿Cantar en Israel es algo especial?
- ¡Por supuesto! No sólo canté en Café Tortoni y en otros lugares importantes además de los que nombrás, pero nada se compara como tener la posibilidad de cantar en Israel, y más aún, con una orquesta sinfónica. Son pocos los profesionales del canto popular que tienen esa oportunidad; me toco a mí y pienso disfrutarla al máximo. ¡Y ojalá que se repita!
- ¿Qué significa el tango para vos?
- El tango lo escuché en mi casa desde muy chiquita. A mi padre le gustaba muchísimo, y sin querer se fue metiendo dentro mío hasta desembocar en su totalidad en esta etapa de mi vida con todo mi amor. El tango encierra tanta energía que sería imposible poder explicarlo con palabras; por eso sólo lo canto.
- ¿Gardel o Piazzolla?
- Me gustan los dos. Son realmente diferentes pero cada uno es único. Los admiro profundamente. En mi nuevo repertorio que estoy preparando voy a incluir varios tangos de Piazzolla. Él me tiene atrapada con su música y aprovecho para interpretar las pocas que tienen letra.
- ¿Eladia Blázquez o María Elena Walsh?
- Eladia también tiene un estilo que me encanta; la escucho mucho y tengo dos canciones de ella que gustan muchísimo y son muy aplaudidas: "La vitrina" y "Qué buena fe".
- ¿Cuáles son tus próximos proyectos?
- Grabar otro álbum de tangos rioplatenses y otras cosas que se presenten en este camino que estoy recorriendo en mi vida. Seguramente también estaré viajando para contar mis historias de tango donde me llamen y sepa que me voy a sentir bien haciéndolo.
- ¿Te volveremos a escuchar en Israel?
- ¡Sí! Ojalá me inviten nuevamente y aquí estaré sin falta.