Hace cuatro años, cuando Guilad Shalit, en aquel momento a punto de cumplir 19, fue secuestrado por Hamás y llevado a Gaza, su hermano mayor, Yoel (26), comenzaba sus estudios en el Politécnico de Haifa, en Ciencias de Computación. Hoy está terminando su título y Guilad aún no ha vuelto.
Los últimos exámenes de la carrera, los tiene justamente ahora, y los intercala con la marcha que la familia emprendió el domingo de la semana pasada, desde su casa en la localidad de Mitzpe Hilá en la Galilea, hacia Jerusalén.
Conversamos telefónicamente con Yoel cuando él, sus padres Aviva y Noam y miles de israelíes que los acompañan, hacían una parada en la ciudad de Hadera.
- Yoel, tu y tus padres están marchando en camino a Jerusalén. Hacen la caminata a pie, como parte de una campaña pública para lograr la liberación de tu hermano menor, Guilad. ¿Cómo te sientes con este emprendimiento?
- Hace mucho que estábamos esperando en silencio, sin hacer nada, con esa creciente sensación de que teníamos que actuar ya que temíamos que el tema de Guilad estaba cayendo en el olvido. Al fin salimos a esta marcha para devolver a Guilad; estamos haciendo algo activo y nos alegra ver que todo el pueblo nos apoya. Diariamente se nos suman multitudes, algo que nos alienta mucho y nos da esperanza para librar esta lucha.
- El apoyo popular ayuda, está claro. ¿Pero hay también algo en eso con lo que es difícil lidiar? Se me ocurre que no es sencillo compartir el dolor personal, la incertidumbre, que son algo tan personal, con tanta gente...
- Es cierto que el dolor es nuestro, privado, pero ahora el objetivo no es concentrarnos en nuestro tema desde el punto de vista personal sino lograr que cada vez más gente se acople a nuestra lucha, que el pueblo vote con las piernas. Creo que esa es la mejor chance que Guilad tiene de volver.
- ¿Y también es un mensaje al gobierno para que recupere a Guilad a cualquier precio?
- No existe eso de "a cualquier precio". El gobierno ya tiene el precio de Guilad. El precio es conocido. El gobierno dispone de todo tipo de medios para negociar. No es que lo queremos "a cualquier precio". Queremos que vuelva. El precio es algo con lo que tiene que lidiar el gobierno. Estoy seguro que el gobierno actúa con responsabilidad, pero nosotros tenemos que garantizar que el tema no sea olvidado.
- Pero entiendo que si ahora salieron a la calle, es porque no confían en que el gobierno esté haciendo todo lo que debe para recuperar a Guilad...
- Así es. La confianza en el gobierno ha comenzado a agrietarse. Sentimos que no se hace lo suficiente para devolver a Guilad. Las negociaciones están congeladas y sentimos que si no hacemos algo, se olvidarán de lo que hay que hacer y Guilad se convertirá en un recuerdo que no está en el orden del día, que no es parte constante de la agenda de quienes tienen que tomar las decisiones. Queremos que entiendan que ésto es su responsabilidad y que nosotros queremos ver a Guilad.
- Yoel, se sabe que todo lo relacionado a negociaciones para recuperar secuestrados, prisioneros, todo este tipo de contactos, debe hacerse en secreto. ¿No puede ser cierto, tal cual dice el primer ministro, que sí se están haciéndo muchas cosas para recuperar a Guilad, pero simplemente no se puede publicar nada al respecto?
- Estoy seguro que en efecto hay cosas sobre las que no nos cuentan, que las hacen detrás de las bambalinas, pero el hecho es que pasaron cuatro años, que Guilad ya ha entrado en su quinto año en cautiverio, y que el gobierno ha tenido suficiente tiempo para agotar todos los recursos para que vuelva. Ahora queremos que actúen con mayor energía, que el tema esté sobre la mesa todo el tiempo.
- Yoel, dijiste antes que el pueblo los acompaña. Pues por un lado, está claro que Israel todo está unido en el deseo de ver a Guilad de regreso en el país y con ustedes, en casa. Pero más allá de ello, no hay uniformidad de enfoque en la sociedad israelí respecto, por ejemplo, a si la lucha pública tal cual ustedes la están llevando adelante, ayuda a lograr su liberación o de hecho es contraproducente. ¿Están seguros de que la campaña abierta para la liberación de Guilad no puede terminar siendo un boomerang?
- Nunca podemos estar plenamente seguros de nada. Existe el riesgo de que algún paso resulte perjudicial. Pero nuestra sensación es que el silencio es mucho más nocivo para Guilad ya que hace que los gobernantes actúen con apatía, que no intenten enérgicamente obtener resultados. Para nosotros es importante que el tema de Guilad sea parte de la agenda diaria de Israel. Si hay estancamiento y no se hace nada, no se logrará nada.
- ¿No creen que sería mejor ejercer presión pública masiva sobre Hamás, que fue quien secuestró a Guilad?
- Nosotros apoyamos cualquier paso que el gobierno pueda dar en este sentido. Pero, como familia, no tenemos la opción de ejercer presión sobre Hamás.
- Otro punto en el que hay discrepancias en la sociedad israelí se refiere al tema del precio a pagar para recuperar a Guilad. Aunque tu eres el hermano y quieres a Guilad de regreso ¿logras pensar en el dilema del primer ministro? Por un lado, está el valor supremo de devolver a un soldado a casa, más que nada sabiéndo que está vivo. Por otro, sabe que para lograrlo tendría que liberar a numerosos palestinos presos, responsables de atentados, parte de los cuales se estima que podrían volver a matar gente en nuevos ataques...
- Tengo muy claro que es un dilema muy difícil. Pienso en ello y no me gusta pensar siquiera en que hay que liberar terroristas. Es algo que nos dificulta mucho todo. Pero entendemos que no hay otra opción. Guilad debe volver. Era un soldado en las Fuerzas de Defensa de Israel, que estaba en misión de guardia, protegiendo a Israel, y el Estado tiene una responsabilidad moral para con él . Respecto a la liberación de terroristas, creo que el Estado tiene herramientas para hacerlo en la forma apropiada. Recordemos que toda esta gente que nos está acompañando en la caminata, es la gente que va al ejército, que sirve en la reserva... y todos comprenden que no hay más remedio.
- Yoel, cuando hay una situación así, se habla mucho de los padres que quieren recuperar a su hijo.¿Cómo lo vives tu, como hermano mayor de Guilad? ¿En qué te hace falta?
- Me hace falta en cada momento, muy especialmente cuando llego a la casa de mis padres. Siento su falta en cada cosa pequeña que hago. Su habitación está vacía, como congelada en el tiempo. Es la habitación de un joven de casi 19 años que hacía poco había terminado los estudios, había empezado el ejército... no la habitación de un joven de casi 24 años. Nos falta en cada comida familiar, en todo lo que hacemos. La familia no está completa desde que él fue secuestrado.
- ¿Cómo es la dinámica familiar?
- Nada es igual. Todo ha cambiado. Mis padres están ocupados más que nada en la lucha pública para recuperar a Guilad. No siguieron con su vida normal. Es difícil, pero no hay otra opción ya que sabemos que Guilad nos necesita.
- ¿Qué sentiste cuando viste a Guilad en la pantalla al publicarse su video desde el cautiverio en Gaza en octubre último?
- Fue bueno verlo, y al mismo tiempo fue un shock. No lo habíamos visto tanto tiempo y de repente verlo en la pantalla, moviéndose y hablando... fue muy difícil. Claro que nos alegramos de ver que está con vida. Nos hizo bien ver algunas cosas propias suyas, que se mantienen, como su sonrisa un tanto tímida, muy típica suya. Nos alegró ver que no la ha perdido. Vimos que sigue siendo Guilad, que logra soportar la situación, pero también que le es muy difícil, que sufre y que pide ayuda.
- Seguramente ustedes analizaron esa filmación con diez ojos, tratando de hallar elementos personales que puedan ayudarles...
- Por supuesto.
- En base a lo que conoces de Guilad, ¿cómo crees que lidia con su condición?
- Es un cautiverio de ya más de cuatro años. No puedo ni imaginarme cómo se siente uno en una situación así, cómo puede vivir cuatro años en un agujero... me parece que debe ser un infierno, no sé cómo alguien puede soportarlo, solo, aislado... sin poder dirigirse a nadie para que lo ayude. No logro ni imaginarlo.
- ¿Crees que tiene la fuerza emocional necesaria para soportarlo?
- Espero que sí, creo que sí, porque hasta ese video que vimos así parecía. Espero que pueda seguir soportando la situación. También espero que la lucha pública llegue a él de alguna forma y le inspire esperanza para seguir adelante.
- ¿Cómo te ha afectado toda esta situación, el secuestro de Guilad, en lo relacionado a tus ideas acerca de la paz con los vecinos, de la vida en Israel y el futuro con el que habrá que lidiar?
- Como cualquier israelí, quiero que se logre la paz, que no tengamos que luchar constantemente por nuestra existencia aquí. También Guilad creía en eso. Fue a su servicio militar para proteger al país, como todos. Lo que pasó no cambió nada en cuanto a esa convicción de que queremos paz... pero hoy, cuando analizamos la situación con nuestros vecinos, lamentablemente parece algo muy lejano.
- Yoel ¿qué haces en tu vida particular, en el tiempo que te deja libre la campaña pública para la liberación de Guilad?
- Cuando él fue secuestrado, yo comencé mis estudios en el Politécnico (Tejnión) de Haifa en Ciencias de Computación. Ahora los estoy terminando. Inclusive ahora, durante la caminata, estoy en época de mis últimos examenes. Estoy terminando cuatro años de carrera y Guilad todavía no ha vuelto.
- La vida suele ser realmente algo lleno de contradicciones. Y justamente en el marco de la lucha pública por Guilad, tu has encontrado amor, al conocer a Yaará, que era muy activa en la campaña y fue así que se conocieron. ¿Cómo se vive una situación así, tan poco común?
- Es verdad que nuestra historia está a la sombra de la lucha, pero tenemos nuestra vida personal y privada, como la de otras parejas. Yaará, es cierto, es muy activa en la campaña por la liberación de Guilad y me alegra que así la conocí. Estoy feliz de haberla encontrado.
- En tu fuero íntimo, como hermano, más allá de la campaña pública y los discursos ¿logras ver el momento en que Guilad vuelva?
- Me es difícil imaginarlo. Aún me parece algo lejano. No me parece que sea una realidad que se concrete pronto. Pero espero ya poder acercarme al momento en que pueda imaginarlo.
- Y la famila, en medio de la espera ¿logra también tener momentos de vida normal, como si nada hubiera sucedido?
- Como si nada hubiera sucedido, no. Nunca es así. Pero sí hay algunos pocos momentos normales, aunque la falta de Guilad siempre está por sobre todo. Siempre lo recordamos. Eso no cambia nunca.