Miles de personas acudieron al cementerio Har Hamenujot de Jerusalén para asistir al funeral por el rabino y los tres niños - dos de ellos, hijos suyos - que murieron tiroteados por un individuo frente a la escuela judía Ozar Hatorah en la ciudad francesa de Toulouse.
Entre los asistentes estuvieron el ministro de Exteriores de Francia, Alain Juppé, y los ministros del Interior, de Justicia y de Servicios Religiosos de Israel, Eli Yishai, Yaakov Neemán y Yaakov Margi, respectivamente.
Las víctimas son el rabino Jonathan Sandler de 30 años, sus hijos Gabriel (de tres) y Arieh (seis) y la hija del director del colegio francés, Miriam Monsonego (8). Sus restos mortales llegaron a Israel en un avión de la Fuerza Aérea francesa.
El ministro del Interior israelí, Eli Yishai pidió al Gobierno francés que «tome las medidas más severas contra los culpables y persiga el antisemitismo y a quienes lo apoyan». «Nuestros corazones están con los judíos de Francia y con el colegio Ozar Hatorah, que recibió un golpe tan duro y doloroso. El dolor es inimaginable, Dios nos está poniendo a prueba», declaró Yishai.
Juppé, que se reunió con el presidente israelí, Shimón Peres, señaló en el funeral que estos crímenes conmocionaron a toda Francia. «Vuestra pena y vuestro dolor son los nuestros también», declaró el ministro, que aseguró además que los franceses no tolerarán ningún ataque contra judíos.
El presidente del Parlamento israelí, Reuvén Rivlin, afirmó que «el pueblo judío se enfrenta a animales salvajes e insaciables que enloquecieron por su odio; asesinos que no distinguen entre un judío de Israel y un judío de la diáspora».
«Son conscientes del vínculo irrompible que une a todos los judíos, pero también saben cómo hacernos daño», añadió Rivlin, quien consideró que «el Estado de Israel tiene el deber de garantizar la integridad de los judíos en cualquier parte del mundo».
El presunto autor de la matanza de Toulouse, quien se atrincheró en una casa de esta ciudad y se presentó como militante de la organización terrorista Al Qaeda, fue identificado como Mohamed Merah, un tolosano de 24 años de origen argelino, según informaron fuentes próximas a la investigación, citadas por medios franceses.
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