Israel es un país con pronunciada escasez de agua. Tal vez por ello, sus científicos se han abocado al desarrollo de soluciones que permitan ahorrar y reciclar aguas contaminadas, una historia que comenzó en 1959 con el riego por goteo.
Max Levy (63), un físico con 25 años de experiencia en descontaminación y ahorro de agua, nacido en Alemania, que vivió de niño en Brasil, pasó su juventud en Israel donde estudió en el Instituto Tejnión de Haifa y fue Director Internacional de Ventas de dos compañías - una norteamericana y otra alemana -, pareciera saber lo que dice cuando opina: «La escasez de agua potable tiene solución, pero no hay voluntad, ni política ni comercial, para aplicarlas».
- ¿Por qué afirma eso?
En su apacible y casi despoblado departamento de Ashdod, a dos cuadras del Mediterráneo, Levy muestra una serie de videos. El primero de ellos, es de Costa Brava, en Cataluña. En la imagen se observa a una familia con un hijo pequeño, jugando a la vera del mar. Aparentemente juega con arena. Es una arena casi negra. Cuando la cámara se acerca, se aprecia que se trata del fango de desechos cloacales. Se le explica que es muy contaminante y peligroso. El padre o no le cree o es cierto que, como afirma, no le importa.
«¿Cómo quieres que exista una voluntad política si a la propia gente no le importa que sus hijos jueguen con esa materia hedionda? Estamos hablando de turistas en Costa Brava, alojados en un hotel de cinco estrellas».
La imagen que continúa es contundente: registra el vertido, en el mar, de las aguas cloacales de los grandes hoteles y la materia fecal flotando apenas bajo el agua donde se bañan los turistas. A nadie parece importarle. El video es un documental que fue transmitido por la TV alemana. Más adelante, se entrevista a padres cuyos hijos y ellos mismos han sufrido las consecuencias de tanta contaminación: vacaciones que acaban en los consultorios médicos, en el mejor de los casos.
- ¿Son muy altos los costos para tener un sistema de purificación y reciclado de agua?
- Definitivamente no. Yo mismo he desarrollado un sistema. Se trata de un aparato de 80 cm y 20 kg de peso que cuesta 1.200 euros y que no utiliza químicos. Es un sistema biológico con un SBR (Sequencing Bacht Reactor) y muy bajo consumo de energía eléctrica. Eso es todo. ¿Es caro para un hotel de 5 estrellas donde una suite, durante una noche cuesta más que eso?
- ¿Una unidad de esas es suficiente?
- Absolutamente. Son modulares, podrían abastecer incluso ciudades pequeñas. Una unidad de estas purifica y recicla el agua hasta para 53 familias…
- ¿Y cómo funciona?
- El sistema consta de tres cámaras; una para sedimentación, otra para la depuración biológica y una tercera para el tratamiento aguas residuales.
Durante la sedimentación, separa la fase sólida de las aguas residuales de la fase líquida. Una cierta cantidad de de aguas residuales son enviados en intervalos al reactor SBR.
En esta fase tiene lugar la inyección y circulación de aire en las aguas residuales. La circulación del aire proporciona la bacteria activa con suficiente suministro de oxígeno. Luego, la fase de aspersión de aire es seguida por una fase de sedimentación anaeróbica sin oxígeno (desnitrificación). Aquí, el agua residual se divide en una fracción de lodo y agua purificada.
El agua limpia es 'sifonada' al SBR y se suministra a la filtración o un sistema de descarga. El sedimento restante, acumulado en la parte inferior del reactor, se bombea a la cámara de pre-tratamiento y comienza un nuevo ciclo de limpieza.
- Esta agua reciclada, ¿se puede beber?
- Sí, por supuesto.
- ¿Puede ser destinada a uso agrícola?
- También. No hay ningún inconveniente. No es como el agua desalinizada que precisa de un tratamiento para ser reutilizada en agricultura.
El Profesor Levy se apasiona cuando se habla de agua y purificación de agua. Tras haber estudiado física atómica, trabajado en la industria farmacéutica (Baxter Travenol) y con casi 150 patentes en su haber, parece convencido que hemos llegado a un punto en que para dar soluciones a problemas urgentes como la escasez de agua, hacen falta más técnicos y menos científicos.
«Las soluciones pueden y tienen que ser baratas. Yo no me imagino un sistema de un millón de dólares para descontaminar y reciclar agua en África, por ejemplo. ¿Qué sentido tiene si existen soluciones mucho más económicas? Se trata de aplicar el sentido común. Están invirtiendo millones de dólares en producir una vacuna contra la malaria, cuando la prevención y, mientras tanto, el uso de mosquiteros reduciría la cantidad de personas - sobre todo madres y niños - expuestas al vector que lo transmite».
- ¿Sucede algo parecido con el agua?
- Sucede lo mismo. Buscan soluciones millonarias y los problemas de agua lo tiene la gente pobre. Vea lo que sucede aquí mismo, en Israel, un país castigado por la escasez de agua.
- El mundo aplaude la gestión de aguas de Israel…
- Sin embargo es insuficiente y deficiente. Más aún si usted piensa en el desarrollo tecnológico alcanzado ¿Sabe usted cuanto podríamos ahorrar de agua con un sencillo dispositivo para inodoros?
- Dígame usted...
- Bien, en Israel el M3 de agua cuesta unos 12 shékel (3,5 dólares). Digamos que en una familia tipo utilicen el baño 7 veces al día; al final del día la familia habrá utilizado los servicios 28 veces.
- Le sigo…
- Cada vez que usted aprieta el botón para hacer correr el agua, se descargan 8 litros de agua. Al cabo de un día, se habrán utilizado 224 litros sólo en el uso del inhodoro. En total una familia tipo paga al año sólo en uso de inhodoro, 1.000 shékels (300 dólares). Bien; con la solución que he desarrollado, cada familia tipo pagaría 20 dólares año. Podrían ahorrar 280 dólares y el país una gran cantidad de agua. ¿Sabe cuánto?
- No tengo idea…
- Bajaríamos de utilizar 224 litros/día a sólo 14 litros…
- Impresiona…
- Es cierto, son aguas que se reciclan, pero la planta de tratamiento de Tel Aviv ya es demasiado antigua y no abastece la cantidad de habitantes.
- ¿Y qué ha sucedido?
- Que a nadie le parece importante ahorrar ese dinero y esa cantidad de agua. Fíjese la diferencia: cuando presenté el proyecto en Alemania tuve una respuesta inmediata (muestra la carta). Quieren ver los planos del diseño. Acá aún están pensando.
Levy se muestra disconforme con la mentalidad que hoy impera en Israel y en el gobierno. Cree que se habla mucho y se hace poco.
- ¿A qué atribuye el hecho que Israel sea una potencia tecnológica?
- No creo que sea una potencia tecnológica. Sí hay muy importantes desarrollos en el campo de la informática y de la energía solar. Por cierto, como la informática se interrelaciona con todas las ciencias, entonces se han logrado aplicaciones muy significativas, por ejemplo en agricultura y ganadería, en medicina y en biotecnología. Y el factor clave para el desarrollo del país ha sido la inmigración. Siempre la inmigración ha hecho aportes muy importantes.
- Usted fue Director Internacional de Ventas de United Waters Services. ¿Qué experiencia le dejó?
- Muy positiva. No sólo me permitió conocer muy de cerca la problemática del agua en países muy diferentes como México, Brasil, Turquía, España, EE.UU, Inglaterra o Ucrania, sino que entendí que siempre tenemos que buscar soluciones para los problemas de la gente. Y soluciones de bajos costos.
- ¿Ciencia y marketing pueden ir juntas?
- Deben ir juntas. En verdad más que de ciencia yo hablaría de I+D. I+D, Marketing y ventas forman parte de la misma familia.
- Think thank de EE.UU auguran, desde hace más de una década, guerras por el agua. ¿Qué opina usted?
- No están desacertadas. Hubo, hay y seguirán habiendo guerras por el agua. La Guerra del '67 (se refiere a la Guerra de los Seis días, entre Israel y sus vecinos árabes) ¿por qué cree usted que sucedió sino por el acceso a las fuentes de agua?
- Todos afirman que fue la necesidad de buscar fronteras seguras…
- Esa fue la excusa. Algo similar sucede en África y seguirá sucediendo en distintos lugares del mundo.
- ¿Acaso no hay mayor cooperación en cuanto a mantenimiento de fuentes hídricas?
- No lo creo. La cooperación es para mejorar los accesos a las fuentes, para mantenerlas limpias esas fuentes y en muy pocos lugares ocurre eso…
- ¿No hay soluciones o alternativas?
- ¡Claro que las hay! Existen. Pero como le dije al comienzo de la charla, falta voluntad política y económica para implementarlas.
Fuente: http://cienciapuente21.blogspot.com