Paul Anka es una leyenda que trasciende generaciones. No sólo por haber compuesto temas como "Diana", "Pon tu cabeza sobre mi hombro" o la adaptación al inglés del inmortal "My way", que popularizó Frank Sinatra, sino por continuar a los 70 años con su carrera musical con más ilusión que nunca.
A mediados de noviembre retornará a Israel para una única presentación en Tel Aviv.
- ¿Todavía vive la música de la misma manera que hace 30 o 40 años atrás?
- Por supuesto que la música ha cambiado. Me gusta este cambio. Hoy se da un enfoque muy "tecnológico" y moderno de la música, tal como en el pasado, pero hay que ser capaz de adecuarse a los cambios en la vida y comprender que las cosas no siempre serán iguales. La estructura de la canción, su significado, el enfoque, todo eso es muy diferente. Pero las entrañables memorias que suscita aquella melodía que escribiste tiempo atrás son lo que le otorga esa magia particular.
- Con una carrera tan larga, ¿qué es lo que le hace sentir más orgulloso?
- La continua conformación de un vínculo íntimo entre el artista y su público. En los tiempos que corren, en todas partes, todo el mundo carga con tremendas preocupaciones y tiene que padecer conmovedoras experiencias a causa de la situación actual. Por eso la música es un poderoso vehículo, con una magia única, para transportarnos y superar los problemas cotidianos, uniendo a la gente en una comunión.
- Ha pasado muchos años sobre los escenarios. En su opinión, ¿cuál fue la mejor década para la música?
- Esa es una buena pregunta. Creo que la respuesta está en relación con lo que la música aporte en términos poéticos o sociológicos. Pienso que fue las décadas de los cincuenta y sesenta, pues fue la época en que surgió la música pop, y luego, posiblemente al final de los sesenta, con la aparición del rock y el advenimiento del uso de la guitarra, junto con todo el enorme poder de influencia política que logró en ese momento. La música tenía entonces una influencia en términos políticos para lograr cambios en el mundo. Creo que hoy la música ya no tiene esa capacidad para ayudar a producir cambios.
- Actuó en varias ocasiones en Israel. ¿Se considera una persona políticamente comprometida?
- No. Pienso que la mayoría de los músicos, incluso yo, están convencidos de que la música debe ser universal: un mágico pasaporte capaz de ir mucho más allá del ámbito político. Como dije, la música tuvo un gran poder de influencia política hace varios años atrás y no creo que lo tenga actualmente.
- ¿Tiene algún significado especial para usted venir a cantar a Israel?
- Sí; de hecho, Israel era uno de los países que no había visitado a pesar de haberlo intentado varias veces. Y para mí, la admiración y el interés por mi música en Israel es algo muy emocionante. Así que tenía que venir para encontrar esa pasión por la música y por su significado. El encuentro con el público israelí se convirtió en una ocasión sumamente especial cada vez que volvía allí porque tienen tanta devoción por la música en general.
- En su opinión, ¿qué es lo que caracteriza al público israelí?
- La pasión, el amor, amor por la vida y por las cosas que guardan gran significado para ellos. Pienso que es esa honestidad con la que realizan las cosas que gustan de hacer y aman, es lo que determina que sienta algo muy especial al ofrecerles mi música.
- ¿Oiremos algo especial en su presentación? ¿Habrá alguna sorpresa?
- Sí. Teniendo en cuenta mi última actuación allí, este nuevo show ofrecerá algunos nuevos ritmos y cambios de intensidad que no he intentado antes.
- ¿Cuáles de entre todas sus canciones aún le conmueven o son sus favoritas?
- Creo que aquellas que todavía son entrañables para el público; aquellas canciones que el público canta cada noche. Cuando la gente reacciona con tanta emoción al oír esas canciones, lejanas ya para las nuevas generaciones, es algo realmente muy conmovedor.
- En su larga carrera como compositor e intérprete, ¿a quién admira? ¿Con quién se identifica?
- Mi gusto es bastante ecléctico y está relacionado, sobre todo, con la calidad profesional del artista: me gustan Sting, Elton John, Elvis Costello, y muchos otros músicos diferentes por diversas razones; Amy Winehouse, Eric Clapton, como músico y artista; Coldplay, como banda, con una música excelente y un gran sentido de la perfección musical; incluso, Nine Inch Nails, una banda revolucionaria a la cual respeto mucho.
- ¿Cuál es su fórmula para mantener una exitosa carrera de 50 años?
- No sé si existe algo que pueda garantizar una fórmula. Me baso en mi experiencia; en lo que he hecho siempre; en lo que constantemente he trabajado para mantenerme sano y mentalmente lúcido para poder responder adecuadamente y para actuar profesionalmente, manteniendo la integridad en todo lo que hago, todo el tiempo. Así que, básicamente es eso: mantenerse motivado y ser consciente de lo que se está ofreciendo al público. Y no dar demasiadas cosas por hechas; si uno se enfoca en eso, es posible desarrollarse y cambiar.
- Tiene una estrella en el Paseo de la Fama en Hollywood. ¿Significa algo especial para usted?
- No necesariamente. Creo que es algo bueno. Aprecio mucho los reconocimientos, premios y todas esas cosas, pero cuando piensas en tu vida y en el tiempo que pasas aquí, te das cuenta de que esas "grandes distinciones" que recibe un artista en realidad no tienen importancia. Las respeto y me honran, pero no vivo de ello, ni tampoco modifican mi vida o mi intelecto.
- ¿Qué le gustaría ser cuando sea grande?
- (Risas) No pienso que crezca más todavía. Creo que algo que nos identifica a todos es la pasión por algo en especial. No nos preocupa el tiempo cuando se trata de buscar la realización plena de aquello en lo que se cree. Adquirimos una experiencia de lo efímero de nuestra vida, pero cuando se es un artista, uno espera no tener que crecer y se continúa sintiendo esa inefable energía vital; uno nunca querría crecer ni hacerse viejo. En ese caso, la madurez sólo consiste en tener un poquito más de paciencia.
- ¿Su mensaje para la gente de Israel?
- Les deseo a todos un Feliz Año Nuevo; un año nuevo pleno de salud y de paz para todos mis amigos de Israel.