Mientras el presidente de Siria. Bashar al-Assad. acusa a Israel repetidamente de ayudar a los rebeldes y hasta de indicarles con información de Inteligencia dónde les conviene atacar, el Estado judío repite su ya conocida posición: la guerra en Siria no es asunto nuestro; no debemos intervenir.
Sin embargo, probablemente fue el hecho que el régimen sirio está ocupado con esa guerra, y por ende en posición compleja, lo que llevó a la cúpula israelí a decidir recientemente en más de una oportunidad - según fuentes norteamericanas - lanzar ataques contra misiles iraníes en territorio sirio, que estaban por ser transferidos a Hezbolá, en Líbano.
Aunque los envíos de armas a Hezbolá nada tienen de nuevo, era lógico desde el punto de vista de Israel estimar que en la situación actual Siria no reaccionaría a un ataque por el cual culparía a Israel.
La gran pregunta es cómo puede Israel maniobrar entre la exigencia de que no se cruce esa línea roja con la que pretende impedir que armas estratégicas lleguen a manos de Hezbolá, sin arriesgarse a verse involucrado en la situación interna en Siria.
Sobre este punto y otros aspectos de la situación, conversamos con el viceministro de Defensa israelí, Danny Danón.
- Israel ha recalcado repetidamente que no tiene nada que ver con la guerra interna en Siria, aunque sabemos que Assad acusa a Israel de ayudar a los rebeldes. ¿Cómo resumiría la posición israelí respecto a la situación siria?
- Israel en efecto no interviene en la guerra civil en Siria. Las imágenes que vemos son duras y preocupantes. Lo principal ahora es el uso de sustancias no convencionales, algo que nos preocupa a nosotros y también al mundo. La expectativa es que haya una intervención internacional para poner fin al uso de dichas armas.
- ¿Y cómo se maniobra entre el deseo de no verse involucrado y la necesidad de hacer algo para cambiar la situación? ¿Qué cree que Occidente tiene que hacer?
- No estoy en posición de dar consejos a Occidente. Ya quedó demostrado en el pasado que cuando quisieron intervenir en Libia, sabían qué hacer para concretarlo y qué posiciones adoptar.
- ¿Israel ha tratado de entablar algún tipo de contacto con los rebeldes; con posibles alternativas futuras al régimen sirio?
- Israel no se halla para nada en ese punto; en esa situación.
- ¿Eso sería considerado intervención directa?
- Como dije, no estamos allí; para nada.
- ¿Considera que hay que intensificar la ayuda a los rebeldes?
- Si nosotros no intervenimos, no puedo dar mi opinión al respecto.
- ¿Le preocupa la situación en Siria y la posibilidad que por más que Israel no quiera intervenir, se vea arrastrado?
- No estoy preocupado, pero seguimos con mucha atención el desarrollo de la situación y hacemos lo que debemos hacer. En Oriente Medio vivimos en una zona compleja y eso no tiene nada de nuevo.
- ¿No hay riesgo de que Israel se vea complicado con la situación siria cuando Siria continúa armando a Hezbolá?
- Nuestro interés, que ya hemos proclamado, es no permitir que armas que cambian las reglas del juego lleguen a manos de Hezbolá. Y haremos todo lo necesario para impedirlo.
- Hace unos días una fuente oficial israelí, aunque anónima, hizo llegar a Assad un mensaje a través del «The New York Times», señalando que si ataca a Israel, podría ser derribado. Ese es un cambio de postura ¿verdad?
- No conozco a la fuente que dijo tal cosa. Nuestro interés es muy claro: impedir que las armas lleguen a Hezbolá. Eso es lo que motiva y determina nuestra política. Vemos que cuanto más se deteriora la posición del régimen sirio, más aumenta el deseo de Hezbolá de conseguir armas más sofisticadas. O sea que nuestra alerta debe ser cada vez mayor.
- ¿Están preparando el día después?
- Es indudable que tanto Hezbolá como Irán quieren estar involucrados también en la Siria posterior a una eventual caída de Assad y su intervención es cada vez mayor.
- ¿Israel tiene otras líneas rojas respecto a Siria o se limita al tema de las armas a Hezbolá?
- Hoy el tema principal es impedir que lleguen armas a manos de Hezbolá.
- ¿Y respecto al control gubernamental en Siria? Durante años se habló de la estabilidad que imperaba en la frontera entre Israel y Siria, y ahora se sabe con qué crueldad Assad actúa con su propio pueblo. ¿Qué opción es mejor para Israel cuando no hay ninguna certeza acerca de cómo sería lidiar con los rebeldes?
- Nosotros no estamos en un punto en el que expresamos preferencias respecto a lo que tiene que suceder allí o qué es mejor o peor para Israel. Para lo que sí debemos prepararnos es para un escenario de inestabilidad en Siria, algo muy similar a lo que sucedió en Líbano. Pero no nos manifestamos en favor de una opción u otra.
- Hace unos días, el jefe de Hezbolá fue citado diciendo que los Altos del Golán podrían abrirse como nuevo frente contra Israel. ¿Esa es otra línea roja?
- La forma incendiaria en la que habla esta gente no es nada nuevo. Nosotros seguimos con atención los acontecimientos, sin ponernos nerviosos. Y decididos a preservar nuestros intereses.
- ¿Pero esto significa que la disuasión israelí en el Golán se agrieta o resulta simplemente de la problemática interna en Siria?
- Hay allí una gran inestabilidad. Ello se manifiesta en varios aspectos. Lo hemos visto también en los recientes secuestros de efectivos de la ONU. La inestabilidad es muy grande y debemos estar atentos.
- ¿Y los disparos de morteros o de armas automáticas hacia el lado israelí de la frontera fueron intencionales o disparos perdidos?
- La verdad es que no lo sé.
- No resultaría muy lógico que Siria quiera complicarse ahora abriendo un nuevo frente ante Israel ¿no?
- Desde el punto de vista del régimen sirio, no. Pero la situación allí es muy compleja y distintos grupos pueden tener diversas motivaciones.
- El hecho que el régimen esté en manos de una persona como Assad, no necesariamente significa que para Israel la alternativa sería mejor ¿verdad?
- No hay aquí nada que se pueda pintar en términos de negro y blanco.
- Pero lo seguro es que la tranquilidad que hubo durante décadas en la frontera entre Israel y Siria se ha terminado… ¿no?
- Ahora hay inestabilidad en Siria y por ende hay tensión de nuestro lado. Esa situación, en el futuro, puede cambiar.
- Las armas que Irán envía a Hezbolá en Líbano a través de Siria dejan en claro nuevamente que la soberanía libanesa tiene sus limitaciones… ¿Qué mensaje cree que Israel tiene para pasar a Líbano?
- Claro que tenemos exigencias y expectativas también del gobierno libanés, pero sabemos cómo funcionan las cosas en la dinámica libanesa, el control de Hezbolá en ciertas zonas, y por lo tanto lo que tratamos es impedir que las armas lleguen a manos de Hezbolá.
- Israel sabe de las decenas de miles de misiles que Hezbolá acumuló y tiene hoy en su poder.¿Por qué no hace nada con esos depósitos?
- Vemos con gran preocupación el tema y lo seguimos muy de cerca. Por eso tratamos de frenar intentos de que acumulen más.
- Pero se deja en manos de Hezbolá la decisión respecto a cuándo hacer algo, al momento en que estallaría una guerra…
- No tenemos ningún interés en una escalada pero estamos prontos para cualquier escenario. Si ponen a prueba nuestra fuerza, van a tener que lidiar con ella y ver nuestra capacidad.
- Pero no es que por cada cosa se sale a una guerra dice usted…
- Nuestro interés no es salir a una guerra, pero en el pasado ya hemos demostrado que si bien usamos nuestra fuerza con criterio, cuando tenemos que hacerlo, sabemos cómo.
- Ve con esperanza la posibilidad que si cae Assad, ello debilite al eje que conforma con Irán y Hezbolá?
- Por ahora hemos visto en Oriente Medio que todos los cambios y revoluciones no condujeron ni a estabilidad ni a democracia, al contrario. O sea que no podemos, por ahora, ser optimistas respecto a lo que está pasando en la región. Hay que estar alertas y observar.
Fuente: Semanario Hebreo de Uruguay