La Dra. Emily Landau, Directora del Proyecto de Control Armamentista y Seguridad Nacional en el Instituto de Investigaciones de Seguridad Nacional de Tel Aviv, ve inminente el ataque occidental contra Siria.
Landau no lo habría asegurado tiempo atrás, pero ahora se combinan varios elementos que, a su criterio, dejan en claro cuál será el escenario.
- El operativo militar contra Siria parece acercarse significativamente. Durante mucho tiempo hubo voces exigiendo una intervención y al fin esta llega. ¿Qué cambió?
- El tipo de operativo que se está considerando es algo con lo que el presidente Obama puede vivir mejor que alternativas que habían sido elevadas en los últimos dos años y medio; opciones que equivalían a una intervención más directa dentro de Siria, en lo que sucedía en la guerra civil. Si lo que se hace es responder a un ataque con armas químicas por parte del régimen de Assad, puede llevar a cabo un operativo muy puntual y focalizado y no algo amplio, destinado a derribar al régimen por ejemplo.
- Obama no quiere actuar solo; y ahora se puede sentir acompañado ¿verdad?
- Así es. Es que de fondo está muy claro que la comunidad internacional da legitimidad a este paso ya que usar armas químicas es cruzar una línea roja, en violación del derecho internacional. O sea que no habría aquí complicación de intervenir en asuntos internos de otros países. Por lo tanto hay legitimidad internacional para actuar; Francia y Gran Bretaña empujan; y se trata de un operativo que para Obama es más fácil. No se puede olvidar que él ya ha sido muy criticado por el hecho que hace un año planteó una línea roja, que permitió que se la cruce sin hacer nada; y hay quienes alegan que tampoco en el tema de Irán actúa en forma seria. Ahora tiene la posibilidad de demostrar que cuando hay un tema serio, sí actúa. Si realmente actúa contra Siria, no creo que se pueda demorar mucho, ya que hay que mantenerse en la línea de respuesta al ataque químico del 21 de agosto, que es a eso que se reacciona.
- Usted deja en claro ese límite que para el presidente Obama es importante, que muestra que Estados Unidos está lejos de ver un operativo contra Siria con entusiasmo. ¿Es problemático este hecho, el que haya dudado tanto al respecto?
- No estoy segura, porque no sé si alguien tiene una idea clara acerca de cómo sería bueno intervenir en Siria. No olvidemos que hay aquí una guerra civil entre un régimen sumamente problemático y una serie de grupos de insurgentes que en los últimos dos años se han ido multiplicando. No son sólo aquellos que al principio realmente querían más democracia, sino que también están los extremistas tipo Al Qaeda. Así que no está muy claro si se interviene contra Assad, a quién se podría estar favoreciendo. Es por ello que no estoy tan segura que sea problemático que Estados Unidos dude al respecto. Claro que ahora, con el tema químico de por medio, hay de qué aferrarse para enviar un mensaje firme de disuasión y advertencia a Assad, sin intervenir del todo en la guerra civil.
- La gran pregunta es si realmente Estados Unidos puede estar seguro de que determinará a su voluntad los límites claros del operativo. ¿Acaso no puede una situación evolucionar en el terreno distinto de lo planeado?
- Por supuesto. Este es siempre uno de los dilemas centrales antes de emprender cualquier operativo militar. Siempre se sabe cómo se entra y no cómo se sale. Casi no hay acciones militares - salvo bombardeos puntuales desde aviones tras los cuales vuelven de inmediato a sus bases sin complicaciones - sin esos dilemas. Siempre que lo que se hace es aunque sea un poco más que eso, surgen las preguntas acerca de la posibilidad de una respuesta y una escalada que lleven a una dinámica que nadie tenía intención de desarrollar. Pero siempre hay incertidumbre y no es realista pensar que cuando uno actúa en la arena internacional, todo esté limpio, cerrado, y todo ocurra de acuerdo a los libros. Siempre hay riesgos y por eso hay que calcular las cosas en forma concienzuda. Si se llega a la conclusión que hay que intervenir, es imposible esperar que no se corra ningún riesgo.
- ¿Cuáles serían en su opinión los blancos elegidos?
- Lo que se ha estado mencionando en los últimos días es distintos blancos militares, quizás blancos estratégicos, sitios de los que se dispara misiles, quizás lugares desde lo que se lanza armas químicas. En resumen, blancos militares estratégicos de Assad; por ejemplo con misiles balísticos Tomahawk desde las naves que se acercaron a Siria. Se trataría de blancos puntuales específicos. Y no parecer que sería un operativo prolongado. Creo que la intención es tratar que sea lo más rápido posible.
- El operativo es por el uso de armas químicas, pero eso no significa que se elija blancos relacionados solamente al arsenal químico de Assad ¿no es así?
- No; no creo que sean sólo esos necesariamente. Puede haber otros blancos estratégicos. De ser blancos que perjudiquen al régimen. Pero quizás, si hay buena Inteligencia, también bombardear en forma puntual sí a lo relacionado a las armas químicas.
- ¿Cree que se involucrará a Israel?
- Creo que no. Siria está por ser atacada y trata de disuadir, de convencer a Estados Unidos que no le ataque porque si no, Israel sería atacado en respuesta. Creo que esto es lo que está detrás de las amenazas sirias al respecto. No me gusta hablar en términos de «acciones suicidas», pero sin duda, para Assad, atacar a Israel sin que Israel le haya atacado, sería entrar en un operativo de alto riesgo. Sería un gran acto de provocación que podría llevar a una reacción muy seria de parte de Israel. Creo que Assad debe considerar cómo respondería Israel y que el régimen no se halla actualmente en un punto tan fuerte y seguro como para arriesgarse a abrir otro frente tan complejo. No quiere decir que esto no pueda suceder, pero en este momento no me parece que sea algo que sirva a los intereses de Assad.
- Aunque Obama no quiera llegar a algo demasiado drástico, dado que Assad ya tiene no pocos problemas, ¿este operativo puede sí ser el comienzo del fin del régimen, lo que precipite su caída?
- La verdad es que tantas veces se dijo que el régimen está por caer, que ya no sé qué decir al respecto. Al principio todos dijeron que es sólo cuestión de tiempo hasta que Assad caiga. Pero él mostró aguantar más de lo que se pensaba. Para Assad, mantener el régimen es lo central. Él ya ha demostrado que puede resistir mucho sin rendirse. No sé si será el comienzo de su fin, pero sí un mensaje muy firme de la comunidad internacional a Siria; y a través suyo, también a Irán.
Fuente: Semanario Hebreo de Uruguay