Sebastián de Romero Radigales, diplomático español, ha sido declarado Justo entre las Naciones. El merecido reconocimiento fue otorgado merced a la intervención de la Fundación Wallenberg.
En el año 2010, la Fundacion Internacional Raoul Wallenberg presentó a Yad Vashem un grueso expediente con evidencias sobre la gesta salvadora del diplomático español, junto a la firme petición para que sea reconocido como Justo entre las Naciones.
Sebastián de Romero Radigales fue el Cónsul General de España en Atenas dura?te la Segunda Guerra Mundial.
Desafiando los dictados del régimen de Franco, el diplomático protegió a centenares de judios, invocado su origen sefardí.
Entre otras acciones, Romero Radigales intercedió para evitar la deportación de judíos de Salónica y de Atenas, tratando de que fueran repatriados a España.
Irónicamente, dicha iniciativa contaba con el beneplácito de los nazis, pero fue rechazada por las autoridades franquistas. Finalmente, el diplomático salvador les brindó refugio a dichos judíos en un edificio perteneciente a la legación española, invocando inmunidad diplomática.
En los últimos cuatro años, expertos de la Fundación Wallenberg, junto con el afamado historiador Haim Avni, mantuvieron un frondoso intercambio con Yad Vashem, institución que sostenía que, si bien Sebastián de Romero Radigales ayudó a los judíos perseguidos, no había arriesgado su puesto diplomático y, por ende, no le correspondía ser considerado Justo entre las Naciones.
Finalmente, la ONG logró refutar dicho argumento y Romero Radigales fue meritoriamente reconocido con el título honorífico.
Eduardo Eurnekian, presidente de la Fundacion Wallenberg, expresó su profunda satisfacción ante la noticia del reconocimiento, afirmando que «No fue fácil. Le hemos dedicado muchos esfuerzos. Sebastián de Romero Radigales fue un noble salvador y un gran humanista. Estamos muy satisfechos. Finalmente ha sido debidamente reconocido. Esta noticia demuestra que la Fundación Wallenberg transita por el camino correcto»
El doctor Isaac Revah, quien debe su vida a Romero Radigales, así como la nieta del diplomatico galardonado, Elena Castelli, expresaron su profunda emoción y satisfacción, así como su infinito agradecimiento a la Fundación Wallenberg por haber logrado el reconocimiento oficial de este gran héroe.