Desde 1978, cuando Abe Meth y su difunta esposa, Lillie, se mudaron al estado de Arizona, en Estados Unidos. Meth lee la Torá en el Templo Beth Shalom de Peoria y en la Congregación Beth El de Phoenix.
A través de los años, ha contribuido incontables horas de liderazgo espiritual en ambs sinagogas, incluyendo la dirección de un coro y la ensenanza de hebreo.
El 3 de junio pasado, Meth cumplió 100 años y lo celebró con una cena y la lectura sobre los Diez Mandamientos en Shavuot.
Pero eso es sólo una parte del programa. Un representante de la Fundación Internacional Raoul Wallenberg estará a su disposición para honrar el trabajo de Meth en la salvación de miles de judíos durante la Segunda Guerra Mundial.
La fundación, presidida por Eduardo Eurnekian, prevé incluso un encuentro del joven centenario con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
«Estamos haciendo todo lo posible para que ello ocurra el 4 de agosto, día del cumpleaños número 100 de Wallenberg», señaló el argentino Baruj Tenembaum, fundador de la ONG que lleva el nombre del salvador de miles de personas durante el Holocausto.
Wallenberg fue un diplomático sueco que salvó las vidas de miles de judíos en la Hungría ocupada por los nazis a finales de la Segunda Guerra Mundial. Él creó un pasaporte de seguridad, o Schutzpass, para asegurar al portador la protección del gobierno sueco. El Schutzpass también eximía al titular de llevar la estrella amarilla de David.
Meth ayudó a Wallenberg a forjar los Schutzpass porque era un hábil dibujante.
«Wallenberg salvó miles de judíos a través de su maniobra», dice Meth. «Cuando la gente oía hablar de Wallenberg, cientos de personas se agolpaban frente al edificio en donde él trabajaba tratando de entrar», agega.
Una entrevista a Abe Meth, videograbada en alta definición y producida por la Fundación Wallenberg será puesta online a la brevedad.