El ex ministro israelí y miembro del partido ortodoxo sefaradí Shás, Aryeh Deri, atacó al judaísmo laico y propone que Israel regrese a una forma de vida religiosa acorde a los principios de la Halajá. No, gracias; no es necesario. 

Deri vuelve al cliché ancestral de la visión sobre el judío lleno o vacío; en esta ocasión con su estilo propio: "El judaísmo laico no originó ninguna cultura judía nueva; sólo un poco de instrucción en las escuelas, en las universidades y en el programa "Gran Hermano". Según Deri, el judaísmo laico no se ocupa del Shabat y no creó un nuevo código de preceptos.

Muy a pesar de lo que diga Deri, el laicismo judío marcó el paso que redimió a la cultura judía de su decadencia, la abrió al mundo entero, hacia diversos tesoros culturales. Así, continuó y perfeccionó la capacidad muy judía de incorporarla a otras y nutrirse de ellas.

El judaísmo laico estableció bases para una nueva creación judía, rica y compleja. Pero Deri y sus socios se interesan sólo en la disyuntiva acerca de lo que el judío laico opina sobre el Shabat.

Pues bien; el laicismo judío ama el Shabat, lo adoptó en su seno. Es un día excepcional para reuniones y comidas familiares, para la recreación y el paseo. En opinión de Deri, esto es profanación, herejía.

Como judío, a mi entender, es una nueva versión del Shabat; quizás no toma en cuenta las actividades vedadas por la ortodoxia, pero pone de manifiesto el placer y la belleza del mismo. Si esto no es un aporte judío, no sé de qué judaísmo se trata.

  
                         Shabat - Cada judío a su manera sin limitaciones

El judaísmo laico creó tesoros culturales que el ortodoxo no imaginó durante generaciones: una literatura judía rica, pletórica de logros, una tradición apasionante e influyente de arte pictórico, escultura y fotografía, en Israel y en el mundo.

El judaísmo laico posibilitó una extensa creación musical y construyó una infraestructura judía para la ciencia y la tecnología.

Miles de judíos en Israel y en el mundo se ocupan de dicho desarrollo cultural, uno de los más fructíferos en la actualidad, tomando en cuenta la cantidad de habitantes en Israel y la población judía en el mundo.

El sionismo religioso - una rama importante del sionismo que en su base es un movimiento laico - se incorporó a lo largo del camino a este renacimiento cultural, y participa en él bajo múltiples limitaciones halájicas. ¡Bienvenido, gracias a Dios!

El judaísmo laico revivió el idioma hebreo, lo enriqueció, elastizó y permitió su apertura a la expresión y a la escritura moderna. Si el judaísmo laico no existiera, Deri, el sefaradí, pronunciría sus discursos en idish.

Yo no afirmo - como respuesta simétrica a Deri - que la ortodoxia es un mundo vacío de contenido o que no aporta al judaísmo. Sólo digo: No, gracias. No me es necesario.

Y aún más: Si el mundo ortodoxo no se unifica, no respeta, no tolera, no entiende la riqueza cultural judía laica y continúa menospreciándola, le será muy difícil influenciar y proponer sus propias ideas.

Fuente: Maariv - 5.2.10
Traducción: Lea Dassa para Argentina.co.il