Es muy posible que las huellas nos conduzcan a otras zonas en penumbra, pero odios criminales los hubieron, y seguirán existiendo. Posiblemente el criminal surgió desde adentro, pero los malos espíritus externos continúan enloqueciéndose.

Los crímenes de odio y las provocaciones - si este es el caso en esta oportunidad - nos asombran cada vez más, aunque no deberían hacerlo. Hubo quienes prepararon el terreno y los corazones, y ahora son los primeros en repudiar. Esta no era la intención, se disculpan, no hasta tal punto.

A la brevedad volverán a delinquir, así son ellos, llegan bajo. Y en el próximo Tishá BeAv nuevamente predicarán en contra del odio gratuito, así como lo hicieron hace cuatro días exactamente. Mientras detestan el árbol de la sabiduría, y comen de los frutos de la envidia y los prejuicios que aniquilan sin distinción, el veneno se disimula entre las venas y provoca carcinoma.

La ley israelí en su actual formulación, la que se refiere a las inclinaciones sexuales de cada persona y sus preferencias, es avanzada y correcta. Hace 20 años no lo era. Aún durante los '80 intentamos, Shulamit Aloni y yo, desarraigar algunas leyes con el anterior ítem, que comparaba el coito homosexual con el de las bestias.

Sólo 35 parlamentarios firmaron en ese entonces nuestra propuesta de ley, y Menajem Beguin, como Primer Ministro, pronunció un denigrante discurso, burlándose de nosotros: Shulamit Aloni, manifestó, se preocupa por las bestias, y el plenario irrumpió en carcajadas. Israel transitó un largo camino desde Beguin a Netanyahu, quien abrió la sesión semanal del Gobierno con un repudio a la fobia, cualquier fobia, y a favor de la tolerancia, sea cual fuere la identidad del asesino.

Pasado un tiempo, la ley cambió para mejor. El hecho es que sólo un partido envió a sus representantes a la Knéset. Sin embargo, parlamentarios como Yael Dayán acompañaron a la comunidad homo-lésbica en sus dificultades específicas con solidaridad e identificación incomparables. Pero los mismos partidos no se enorgullecieron de sus "gays"; los dejaron en el armario, aún después que ellos mismos salieron de él.

Primero se envió a Marsha Friedman, cuando el partido Meretz era Ratz (partido de izquierda de los años 70 a los 90), después se nominó al profesor Uzy Even, que durante una corta cadencia, consiguió estampar su impresionante sello personal y colectivo. Actualmente, Nitzán Horovitz, está allí para sus colegas y para muchos "otros".

Cada vez que se oyen sucias quejas sobre la vida y obra de homosexuales y lesbianas, surge la duda: ¿Qué es lo que oculta? ¿Qué esconde en su armario de alimañas judío? ¿Cómo explicar razonablemente, y sin apoyarse en las profundidades psicológicas, una euforia tan emotiva y enfermiza sobre las personas como bestias, o sobre las tragedias espantosas que se originan por culpa de hombres y mujeres que se inclinan por otros de su mismo sexo y los aman, y ese es su pecado?

Ya existieron casos en Israel y en el mundo. Aquél que sobrepuso en primera instancia, los valores de la familia: Justamente a él, lo vieron en compañía de prostitutas; y aquél que juró fidelidad eterna a la mujer de su vida - sólo a ella - se lo descubrió desnudo sobre su joven asistente; y aquél que vertió blasfemias sobre los homosexuales avergonzándolos, fue identificado en una callejuela oscura, o en un baño público, tentándose a una locura momentánea. Esto es obsesión, es su final.

Una ley rectificada no es garantía de una sociedad en funcionamiento. Las marchas de homosexuales emulan los malos instintos, y por milagro ellas culminan últimamente sin cuchillos. Sólo en Tel Aviv, los miembros de la comunidad gay se sienten en casa. ¿Será por ello que aterrizó la ignominia en este lugar?

Hace tiempo leí que un capitán fue ascendido en un batallón de reservistas - un hombre extraordinario - y algunos de sus correligionarios se quejaron: "Un homosexual no será quien nos dirija, eso no corresponde a hombres machos como nosotros". Además, leí que Israel incrementará la campaña de información contra Irán. Nuestro Ministerio de Exteriores tiene la intención de movilizar a la comunidad homo-lésbica en todo el mundo, con el propósito de divulgar las persecuciones de las que son víctimas los homosexuales en manos de los ayatolas.

Debemos esperar que dicha campaña sea conocida por toda la coalición gubernamental, dentro de la cual algunos de sus miembros definen a los homosexuales como "herejes sentenciados a muerte".

Las amenazas contra la comunidad no se extinguirán fácilmente, aún cuando el crimen fuera perpetrado por una persona que haya enloquecido individualmente en el marco de la locura total.

Fuente: Haaretz - 2.8.09
Traducción: Lea Dassa para Argentina.co.il