Los ciudadanos de Israel fueron sorprendidos por fuertes lluvias, granizo y tormentas eléctricas que provocaron inundaciones en muchas áreas del país.
Como consecuencia, el centro comercial Azrieli de Modiin, tuvo que cerrar sus puertas por la tarde, cuando el agua acumulada alcanzó los dos metros de altura fuera de la entrada principal e inundó las instalaciones.
Según el testimonio de un vendedor, una ola llegó al centro comercial, y en cuestión de segundos, toda la zona quedó sumergida, imposibilitando a los vendedores proteger su mercadería. En pocos minutos, un escuadrón de la policía y los bomberos llegaron a la escena para brindar asistencia.
Según el meteorólogo Nachum Malik, se esperan más inundaciones en las regiones bajas a lo largo de la llanura costera, con decenas de milímetros de agua que caerían durante la noche.