Ante el estancamiento de la causa AMIA en un callejón judicial y diplomático sin salida, la DAIA decidió, con muy buen criterio, tomar la iniciativa y promover soluciones «fuera de la caja». Tras meses de intenso trabajo en estos días dieron a conocer los detalles de su original proyecto de institucionalizar juicios en ausencia.
«La DAIA presentará mañana, jueves 14.8.2014, a las 12:30, un proyecto de ley que promueve la posibilidad de «juzgar en ausencia» a los «imputados» en la causa judicial que investiga el atentado a la AMIA-DAIA, que dejó 85 muertos. El mencionado proyecto de ley contempla esta alternativa exclusivamente para los casos de delitos de lesa humanidad y de terrorismo internacional perpetrados en el territorio nacional. La iniciativa de la DAIA apunta a poder avanzar en la ansiada búsqueda de Justicia, frente a la permanente negativa del Gobierno de la República Islámica de Irán y de los propios imputados de esa nacionalidad, a presentarse ante los tribunales de Argentina. A la presentación del proyecto, que se realizará en la sede de la DAIA, fueron invitados senadores y diputados nacionales de todos los partidos políticos» [1].
Es de suponer que la implementación práctica de este singular proyecto de la institución judío-argentina deberá enfrentar y sobreponerse a un sinnúmero de escollos y oposiciones de tipo político y/o jurídico. Aun así, por el momento, no se puede barajar garantía alguna que al final de este nuevo y largo camino se logre materializar la ansiada «Justicia».
Esta nota no se propone tratar estos aspectos que son propios de expertos en legislación jurídica argentina. Nos centraremos en ciertos interrogantes y claras apariencias de una seria contradicción que surge de la relación entre esta iniciativa conducida por «la representación política de la comunidad judía argentina» y ciertos comportamientos relacionados con juicios en ausencia de la diplomacia del Estado judío de Israel.
La asociación no es casual ya que, por un lado, la DAIA mantiene un vínculo simbiótico con marcadas apariencias de obsecuencia con el Gobierno de Israel, en tanto que este último, al menos en un principio, demostró un activismo llamativo en contra del memorándum firmado entre el Ejecutivo argentino y su homólogo de Irán, justamente con el objetivo de cooperar en la búsqueda de la verdad de la causa AMIA.
En mayo de 2010 el Ejército israelí interceptó al buque Mavi Marmara de bandera turca con un grupo de activistas pro-palestinos cuyo objetivo era la entrega de ayuda humanitaria y de esa manera romper el bloqueo marítimo a Gaza impuesto por Israel. El resultado del abordaje fue trágico. Durante las acciones murieron nueve ciudadanos turcos; el décimo falleció hace pocos meses tras una larga agonía.
Familiares de las víctimas presentaron una demanda de juicio de responsabilidad criminal contra oficiales del Ejército israelí como responsables del operativo y las muertes. En noviembre de 2012, ante la acusación de la Fiscalía Oficial turca, se abrió el juicio en ausencia de cuatro altos oficiales israelíes, incluyendo el teniente general retirado, Gabi Ashkenazi, ex Jefe del Estado Mayor, todos acusados de dar muerte a nueve ciudadanos turcos [2].
La respuesta de la cancillería israelí fue inmediata y muy expresiva en sus consideraciones a ese juicio en ausencia. «El juicio de los imputados del navío Mavi Marmara se incluye bajo la categoría de farsa o juicio mediático, que no tiene nada que ver con leyes o justicia. Este juicio no es compatible con ninguna visión o base de un sistema judicial legal, y sólo se lleva a cabo con objetivos propagandísticos» [3].
En mayo de este año, el tribunal turco a cargo de la causa emitió una orden de arresto internacional y tramitó una alerta roja en Interpol para la posible captura de los cuatro oficiales israelíes acusados. También en esta oportunidad Israel se deslindó del proceso. Moshé Yaalón, ministro de Defensa, declaró: «Nos lamentamos por la situación, pero esto tiene más viso político que de justicia. Todos estos acontecimientos son motivados únicamente por problemas internos turcos» [4].
No menos insólito que esta clara contradicción entre la posición de la DAIA y la cancillería israelí respecto de juicios en ausencia de aparentes responsables de crímenes internacionales, es la maleabilidad, por no decir hipocresía, que en este mismo caso se visualiza cuando funcionarios israelíes encargados de política exterior se relacionan a principios básicos de comportamiento diplomático.
Como recordaran, apenas firmado el memorándum de entendimiento del caso AMIA entre Argentina e Irán, el embajador argentino en Israel fue convocado de urgencia a la cancillería israelí donde se le trasmitió «la profunda decepción y sorpresa del Gobierno de Israel ante la decisión del Gobierno argentino de colaborar con Irán» [5].
Uno se debe preguntar como en tan poco tiempo, ante una situación muy similar, aunque del otro lado del estrado judicial, Israel ve con muy buenos ojos, e incluso promueve, la colaboración entre acusador y acusado. El vocero de la cancillería israelí, refiriéndose a la apertura del juicio a los oficiales israelíes, declaró que «El Gobierno de Turquía, si realmente hubiese querido hacer algo sobre el tema, se habría relacionado con Israel» [6]. Cuánto malabarismo.
Nadie se debe sorprender de la aparición en poco tiempo de una imagen surrealista. Dos manifestaciones, una de cada lado de la calle. De un lado la DAIA de la mano de Erdogan promoviendo juicios en ausencia, en tanto que en la vereda opuesta, Hassan Rohani y Bibi Netanyahu vociferando en su contra, también tomados de la mano.
Ojalá me equivoque...
[1] «La DAIA impulsa ley para juzgar en ausencia a represores y terroristas»; Prensa DAIA; 13.8.14.
[2] Aclaración: Este juicio está relacionado con la aparente culpabilidad criminal personal de los imputados y no tiene ninguna vinculación con los aspectos civiles del caso. Al respecto Israel negocia con el Gobierno de Turquía. En ese marco Israel ya reconoció su responsabilidad por las consecuencias, se disculpó públicamente y está negociando una indemnización material a los familiares de las víctimas.
[3] «Turquía abre el juicio contra Ashkenazi»; Haaretz; 5.11.12.
[4] «Yaalón habla de las órdenes de captura»; Walla; 27.5.14.
[5] «El acuerdo con Irán es invitar al asesino a investigar sus crímenes»; Infobae; 29.1.13.
[6] «Israel califica de farsa y juicio mediático el proceso en ausencia a cuatro jefes militares»; AJN; 6.11.12.