Todo proyecto político-ideológico elige los poetas que se merece. La epopeya del resurgimiento nacional judío y sus primeros años de vida independiente en Israel se caracterizaron por un permanente conflicto entre posiciones socialistas con visiones teóricamente transigentes de la denominada izquierda frente a los grupos intransigentes de derecha.
Los primeros, encolumnados detrás de grupos combatientes como la Haganá o el Palmaj y posteriormente apoyando el liderazgo del partido Mapai de Ben Gurión, se inclinaron por las estrofas de Natan Alterman, Haim Guri y Haim Hefer.
En la vereda de enfrente, el denominado revisionismo judío militarmente allegado a los grupos Etzel y Leji, política e ideológicamente liderado por Jabotinsky y posteriormente por Begin, se identificó con el mensaje que provenía de las palabras de Abraham Stern y Uri Tzvi Grinberg.
El Estado judío de Israel de los últimos años está bajo un claro control de la «Corte Netanyahna». Bibi eligió su trovador: Amir Benayoún.
Amir Benayoún es un joven poeta, cantante y compositor de música popular israelí que trata de combinar estilos de distintos orígenes étnicos. La calidad de su obra e interpretación le valió una reconocida fama que lo llevó a un estrellato posicionándolo en primera fila junto a sus pares israelíes.
Desde 2010 su obra comienza a reflejar una clara postura política cercana a los sectores allegados a Netanyahu. En ese año sintió la necesidad de atacar ferozmente y deslegitimar a conciudadanos israelíes que osaron criticar políticas oficialistas. Con esa intención difundió un poema-canción titulado «Yo, tu hermano» que en una estrofa proclama:
«Después que no consiguieron matarme afuera,
tú vienes y me matas adentro.
Me lanzo de frente a atacar al enemigo dándote mi espalda
y tú afilas el puñal»
Para el lector no suficientemente informado vale la pena señalar que Benayoún fue liberado del Ejército de Israel a los pocos días de su alistamiento por su profunda adicción a las drogas.
Su inclinación política hacia un extremismo de derecha se agudizó con los años hasta que en noviembre de 2014 incorporó a su perfil de Facebook el poema titulado «Ahmed ama Israel». Su contenido detalla el pensamiento de un estudiante árabe y no es más que una grosera acusación de terrorismo colectivo a ciudadanos árabes israelíes. Sólo como muestra vale citar una estrofa:
«Es cierto; soy una basura desagradecida cualquiera.
Es cierto; pero no soy culpable. No crecí con amor.
Es cierto; en algún momento me darás la espalda
y te clavaré el hacha afilada».
Esta insolente embestida le valió una inmediata y tajante decisión del Reuvén Rivlin, presidente de Israel. Se canceló su participación como artista en un acto previamente programado en la residencia presidencial pues sus expresiones «no son compatibles con la responsabilidad que se exige de la residencia presidencial y de toda institución que influye sobre el proceder de los ciudadanos y de esta manera actuar con el propósito de calmar los ánimos y dar base a una integración de las distintas partes de la sociedad israelí» [1].
Toda persona actualizada de los acontecimientos políticos de Israel, seguramente no se sorprendería del desprecio que Netanyahu manifiesta periódicamente por «calmar los ánimos y dar base a una integración de las distintas partes de la sociedad israelí». Al otro día de las elecciones en las que él personalmente deslegitimó a la población árabe israelí, Bibi, en un acto claramente provocador, se preocupó por invitar justamente a Benayoún para que cante el himno nacional en los actos de festejos del triunfo del Likud.
Como si esto fuera poco, a los pocos días la pareja Netanyahu organizó un encuentro social en su residencia con el propósito de fomentar la camaradería entre todos los nuevos parlamentarios electos del Likud con sus respectivas parejas. Como broche de oro de la velada, los participantes se deleitaron de un ideológico cancionero en la voz de… Amir Benayoún.
Una vez confirmada su posición de «Trovador de la Corte Netanyahna», Benayoún invierte su tiempo en aderezar con su afilada y extremista lengua los mensajes políticos e ideológicos de Bibi. El primer y aberrante ejemplo no tardó mucho tiempo en aparecer. A los pocos días, Benayoún publicó su nuevo poema, está vez dedicado a Obama.
Influenciado por los valores humanos que trasmite Netanyahu, Benayoún tituló el poema «Cuervo y su nombre Obama». En su texto se pueden encontrar muchos «elogios» dirigidos al presidente de Estados Unidos, como: «El repugnante presidente», «Animal traicionero», «Deseo la muerte de este malvado», «Su nombre debe reflejar hasta cuanto se trata de una basura despiadada» [2].
El posicionamiento de Benayoún como trovador oficial es un nuevo componente, esta vez cultural, del legado que Bibi deja en la nueva escala de valores tallada en el judaísmo moderno. Los poemas de Benayoún comparten su posición con la resolución de conflictos por la fuerza, imponer antes que negociar, discriminar minorías judías y no judías, comprar poder en otros estados con dinero judío, implantar en nombre del Estado judío un sistema de apartheid en territorio conquistado por la fuerza - Cisjordania - y expoliar el bolsillo de los sectores débiles de la sociedad.
¿La repentina avalancha de actos, demostraciones y expresiones antiisraelíes y antijudíos es casual, o Netanyahu agregó su granito de arena?
Ojalá me equivoque...
[1] «La residencia presidencial canceló una actuación de Amir Benayoún»; Walla; 25.11.14.
[2] «Benayoún en su nuevo poema: Deseo la muerte de Obama»; Walla; 4.5.15.