El «milagro económico israelí», del cual tanto se jactan numerosos voceros, fue capaz de abarrotar todos los mercados con la mejor calidad de productos en abundancia. Solo uno escasea: «la vergüenza».
Moshe Kahlón se marchó del Likud en 2012 dando un portazo. Disgustado con las políticas de Netanyahu, decidió tomarse un paréntesis en su actividad política, aunque los trascendidos afirmaban que su programa incluía la creación de una nueva corriente política para competir con el Likud.
Este proyecto se convirtió en realidad en las últimas elecciones de marzo. Su partido, Kulanu, se propuso combatir todas aquellas injusticias económicas y sociales motivadas por un ordenamiento institucional dirigido a favorecer a unos pocos magnates.
En su plataforma política Kulanu declaró: “«Nosotros sentimos que este no es el Estado y la sociedad que queríamos. Monopolios en nuestras riquezas naturales causaron un desmoronamiento en nuestras expectativas. El Estado ya no está de nuestro lado. En Israel de 2015 hay una concentración que no permite competencia verdadera en los mercados. Monopolios, carteles, grupos económicos que dominan decenas de empresas líderes, comercian entre sí por volúmenes incalculables. Nosotros estamos en contra de monopolios, en contra de carteles, en contra de grupos económicos que impiden la competencia y suben los precios» [1]
Con grandes perspectivas de convertirse en ministro de Finanzas de cualquier gobierno que resultara de la última elección, con unos días de antelación, Kahlón fue entrevistado en televisión por el Canal 2. Un tema fue el centro de la entrevista: el posible monopolio sobre las cuantiosas reservas de gas descubiertas en Israel, temática que es de directa incumbencia de su proyectada función futura.
Teniendo en cuenta su amistad personal con uno de los socios de ese probable monopolio (Kobi Maimon), y sobre la base de la posibilidad que miles de billones de dólares pasen a manos de este grupo interesante y no llegue a los bolsillos de sus verdaderos dueños (ciudadanos de Israel), los periodistas demandaron de Kahlón una respuesta clara. En esa oportunidad, tan sólo 4 meses atrás, respondió: «Todo monopolio debe ser desarmado. Monopolio es un mal enfermizo. No importa si es gas, telefonía celular, bancos, alimentos o empresas estatales. Yo me ocuparé de eso». En la misma oportunidad, y con referencia a la presencia de su amigo Maimon, afirmó: «No hay ningún vínculo con quien tiene o no tiene. Y yo no sé lo que tiene y no tiene. Eso no interesa en este asunto. Directamente no es relevante. Todo monopolio debe ser desarmado» [2].
Hoy, tan sólo una semana después de su asunción como titular de Finanzas en el ejecutivo de Bibi, Kahlón demostró que abandonó el Likud, pero no pudo liberarse de esa bacteria de estafa política con la cual Netanyahu lcontaminó a su partido. El activismo de Bibi tratando de evitar o minimizar la imposición de barreras o limitaciones en beneficio de las actividades del monopolio de gas en Israel trajo como consecuencia la renuncia inmediata e indeclinable del profesor David Giló, Regulador Oficial de la Competencia en Israel.
Ante la nueva y candente situación creada, los ojos esperanzados en un salvaguarda de los intereses públicos se dirigieron hacia el ministro de Finanzas. En una escueta nota difundida por el vocero del Ministerio de Finanzas se anunció que «Kahlón no podrá ocuparse de desarmar el monopolio del gas debido a sus relaciones personales con Kobi Maimon, uno de los dueños del yacimiento de gas 'Tamar'. Kahlón transfirió la prerrogativa a Netanyahu» [3].
Una rápida traición política al mejor estilo netanyahno. Maimon y sus socios seguramente deben estar festejando.
Dos meses atrás, 315.360 ciudadanos de Israel confiaron en las promesas de Kahlón y lo encumbraron como ministro de Finanzas. Hoy, Kahlón los llevó a engrosar la fila de nuevos idiotas en Israel. Vergüenza no hay.
Ojalá me equivoque...
[1] «Plataforma política del partido Kulanu»; página sitio Oficial del partido Kulanu.
[2] «El zigzagueo del ministro de Finanzas: No me ocuparé del mercado del gas»; Canal 2 TV; 26.5.15.
[3] «El zigzagueo del ministro de Finanzas: No me ocuparé del mercado del gas»; Canal 2 TV; 26.5.15.