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Adoctrinar a la diáspora

Dolina en Ein Guedi«Hay que provocar en el que escucha que piense por su cuenta. No hay que adoctrinar, hay que provocar» (José Luís Sampedro, escritor, humanista y economista español (1917-2013))

Lento pero persistentemente el judaísmo abandona parte de sus ancestrales virtudes tales como la discusión y la controversia, elementos esenciales en el desarrollo de su pensamiento. La unidad, el alistamiento casi robótico detrás de la conducción y el desprecio del «otro», se están transformado en el único código de comportamiento judío.

La mayoría de los medios de información allegados a las diásporas judías no quedaron inmunes de este trastorno. En gran medida se comportan como responsables de un muro en una red social donde se cuelgan primordialmente panfletos con consignas de una imagen dorada de Israel y el judaísmo. Los principios del periodismo profesional que demandan equilibrio dejaron de tener vigencia y, por lo tanto, críticas o visiones contradictorias sólo aparecen esporádicamente y en porciones mínimas.  

El esfuerzo se hace evidente en los titulares que inducen a formas de pensar por la causa, en un aluvión de notas analíticas de expertos en defensa de posturas oficiales frente a contadas críticas o directamente en información telegráfica, generalmente desvinculada de contextos relevantes si son poco halagadores para Israel y el judaísmo.

En el presente artículo, y por cuestiones de espacio, sólo hago referencia a dos notas periodísticas de los últimos días en medios judíos de Argentina.

«Israel inauguró una nueva ruta cerca de Ein Guedi para fomentar el turismo», Iton Gadol-Agencia Judía de Noticias; 8.7.15.

A continuación del título mencionado, la información amplía: «Como la región del Mar Muerto se prepara para una gran afluencia de turistas, una nueva ruta se inauguró esta noche para la zona de Ein Guedi».

Lamentablemente, el medio informativo, generalmente allegado a las mejores fuentes de Israel, incurrió en dos groseras equivocaciones, o tal vez, tergiversaciones de la verdad. No se espera ninguna gran afluencia de turistas en la zona del Mar Muerto. Según las estadísticas de la Oficina Central y los informes del Ministerio de Turismo en 2014 se detectó una caída del 20% (!) que, según las previsiones, continuará durante 2015.

No menos grosera es la deformación de la información con su título. Esta nueva ruta de la que se informa no tiene ninguna vinculación con el fomento del turismo. No es más que el resultado de la gigantesca catástrofe ecológica que causaron conjuntamente los gobiernos de Jordania e Israel por ser responsables de la ruptura del equilibrio de los recursos hídricos en la cuenca del Mar Muerto. El pueblo, como se sabe, miró para otro lado, pero la naturaleza se vengó.

El aprovechamiento exagerado de los afluentes del Mar Muerto junto a un desarrollo desmesurado de la industria de fertilizantes con su agua como materia prima principal, causó una drástica baja en sus niveles históricos de profundidad con la consecuente erosión de las capas subterráneas en sus inmediaciones. Resultado: aparición periódica y repentina de nuevas dolinas (enormes pozos o hundimientos de terreno) que cada día tiran abajo y ponen en riesgo más edificios, plantaciones y rutas. En este caso, la ruta 90, próxima a Ein Guedi, que obligó la pavimentación de un desvío para así alejarse momentáneamente del peligro.  

La solución del «desvío» no es casual y pertenece al folklore de la política israelí. No se trata de resolver definitivamente el problema, pero se hace un «desvío» para alejarse temporariamente de él. Lo mismo hace Israel en rutas de Cisjordania para no enfrentar el problema palestino y para alejarse, por ahora, de la rebelión popular de ese pueblo que en protesta apedrea vehículos de colonos israelíes.

Por suerte, la mayoría de los medios de información israelíes son leales a principios periodísticos e informaron detalladamente, incluyendo las motivaciones. «Durante la noche se inauguró el desvío de las dolinas»; News 1; 8.7.15.

«No podría imaginarme en otras democracias semejante invasión del Poder Judicial»; Entrevista a Gustavo Perednik; Radio Jai; 8.7.15.

Este destacado analista intentó dar un espaldarazo a instituciones judías argentinas en sus incesantes críticas al Ejecutivo nacional por lo que considera una intervención antidemocrática en el Poder Judicial. Perednik trató de exponer lo que en su opinión es el absurdo  de la conducta argentina refugiándose en la realidad israelí. Para demostrar un ejemplo de justicia independiente aseguró que «en Israel ocurre el fenómeno inverso: existe una línea activista por parte de la Suprema Corte de Justicia que a veces es rayana en la interferencia en las decisiones políticas».

Estas declaraciones probablemente enorgullecieron a judíos argentinos, pero con seguridad muchos involucrados en la realidad israelí se habrán preguntado ¿de qué habla este hombre?

El activismo del alto tribunal del Estado judío no es causal pues en la única democracia de Oriente Medio no hay Constitución que proteja los derechos civiles básicos de sus habitantes. El Parlamento local impuso un cuasi sustituto en forma de una endeble y reducida ley de defensa de derechos humanos. Sus enormes agujeros y la persistencia del poder central en pisotear reiterativamente normas de conductas reconocidas en el mundo, fue justamente el motivo que obligó a estos jueces a convertirse en el único, y tal vez último, bastión de defensa de derechos humanos universales

El Gobierno de Netanyahu y sus cofrades, con posiciones claramente discriminatorias, no ve con mucho agrado esta intervención y desde varios meses atrás se organiza para asestar un duro golpe al poder judicial independiente de Israel. Más o menos lo mismo que Perednik denomina en Argentina «invasión al Poder Judicial».

En primer lugar, el Gabinete ministerial aprobó un proyecto de ley, un «desvió legal», que permitirá esquivar la intervención de la Corte Suprema destinada a proteger derechos humanos indefensos y por esta vía dar vía libre al Ejecutivo para ignorar garantías universales de minorías. «Ministros aprueban ley para esquivar a Tribunal Supremo»; Ynet; 26.10.14.

En segundo lugar, una confabulación conjunta de Bibi y Liberman permitirá romper con una norma democrática vigente desde la creación del Estado. Este acuerdo aseguró durante generaciones un equilibrio entre izquierda y derecha en la representación de parlamentarios en el marco de la Comisión de Elección de Jueces. El juego sucio de estos dos líderes permitirá que durante esta legislatura sólo la derecha sea representada y así sea posible nombrar jueces a medida con mucha comodidad. «Netanyahu y Liberman cooperan en la comisión de nombramiento de jueces»; Ynet; 8.7.15.

Como se observa, la conducta informativa evitó que la comunidad judía se entere que en Jerusalén los tribunales también están expuestos a invasores indignos.

Lamentablemente, la mayoría de los medios informativos dirigidos a judíos de la diáspora continúan con la visión arcaica que los trapitos sucios se lavan en casa y así, vecinos o enemigos no se enteran. Cuanta ingenuidad. Da la impresión que todavía no se dieron cuenta que por suerte en todo el mundo ya hace tiempo que tanto casas como lavarropas se construyen con materiales transparentes.

Todo el mundo lo ve y está informado, salvo la diáspora judía a quien los medios informativos de la colectividad hacen muchos esfuerzos en adoctrinar.

Ojalá me equivoque...