El trato nuclear de Irán ya está cerrado por parte de Washington. Pero, debido a que este ha sido uno de los cambios de política exterior de mayor importancia de Estados Unidos en las últimas cuatro décadas, vale la pena mirar el pasado y calificar el desempeño de los actores clave.

Líder supremo de Irán, ayatolá Alí Jamenei. Calificación: 10.

Su predicción en el sentido que Israel no existirá en «25 años» fue programada a la perfección para complicar el esfuerzo del presidente Barack Obama por lograr la aprobación en el Congreso.

Jamenei es un tipo malo. Cuando le pedí a un amigo experto en Oriente Medio que explicara su conducta, invocó una maldición en idish sobre el iraní: «Ojalá que se le caigan todos los dientes, excepto los que le duelen».

Sin embargo, es también un tipo astuto. A través de este trato, Jamenei logra que Irán salga de las paralizantes sanciones, lo cual quiere su pueblo, posponiendo el momento de progreso para que Irán fabrique una bomba atómica de dos meses a un año - durante 15 años -, pero logrando que el mundo le dé la bendición al «pacífico» programa de enriquecimiento nuclear de Teherán, aun cuando hizo trampa para llegar ahí. Y lo ha hecho todo al mismo tiempo que le da a su base de línea dura la sensación de que él, en efecto, aún se opone a este trato, así como a sus negociadores la sensación de que él lo aprueba. Así que todas sus opciones están abiertas, dependiendo de cómo salga el pacto.

Me quito el sombrero, Alí, usted es bueno. ¿Cuando venda mi casa, podría llamarlo?

Nota para los padres de Jameni: «Alí obtuvo un 10, pero tiende a volverse arrogante. Tiene la confianza de que puede lograr este acuerdo sin una sola transformación en la política nacional de Irán. Sugiero que le compren una buena biografía de Mijaíl Gorbachov».

Ex vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney. Calificación: 5.

Menciono a Cheney porque su oposición al trato, misma que ha estado promoviendo con un nuevo libro, fue totalmente deshonesta, pero de una forma que resumió buena parte de la oposición refleja de los republicanos: Este es un mal acuerdo porque Obama fue un pelele.

No; este pacto es lo que es porque refleja el equilibrio de poder, y el factor clave en ese equilibrio es que los iraníes llegaron a creer que Estados Unidos nunca usaría la fuerza para eliminar su programa nuclear.

Sin embargo, no todo eso dependió de Obama. Los republicanos, y Cheney personalmente, desempeñaron una gran participación en la pérdida de la credibilidad de Estados Unidos para amenazar a Irán con la fuerza.

Después de darle instrucciones al Congreso el 10 de septiembre de 2007, el general David Petraeus declaró al noticiero de Fox que Irán estaba apoyando y dirigiendo a insurgentes chiítas de Irak que han «llevado a cabo actos violentos en contra de nuestras fuerzas, fuerzas iraquíes y civiles inocentes». Irán fue mencionado por fabricar bombas con forma especial para caminos, responsables de matar a cientos de efectivos militares de Estados Unidos. Empero, aun cuando nuestros comandantes dijeron eso en público, sus jefes - George W. Bush y Dick Cheney - se negaron a volver a ordenar una represalia en contra de objetivos iraníes.

Irán tomó nota.

Lo mismo va con respecto a las armas nucleares. Como escribió Peter Beinart para «The Atlantic», Cheney se dio una vuelta por el «Noticiario Dominical de Fox» para criticar con dureza el trato nuclear de Obama, «pero el moderador Chris Wallace, hay que reconocérselo, quería preguntarle a Cheney por sus propias faltas con respecto a Irán.

Bajo la mirada de la administración Bush, notó Wallace, las centrifugadoras de Irán para enriquecer uranio «pasaron de cero a 5.000». Cheney protestó, declarando que «eso ocurrió bajo la tutela de Obama y no bajo la nuestra». Sin embargo, Wallace se mantuvo firme. «No, no y no», insistió. «Para 2009, el número rondaba por 5.000». Cheney hizo una pausa por un instante, murmurando, «cierto», y regresó a sus puntos de discusión.

Nota a los padres de Cheney: «Dick tiene problemas para decir la verdad, y no está solo. Se debería observar a algunos detractores republicanos de este trato, pero ellos nunca serán tomados con seriedad si el partido no es franco con respecto a su propia participación en nuestra pérdida de disuasión con respecto a Irán».

Primer ministro de Israel, Binyamín Netanyahu: Calificación: 8.

Nadie tuvo mayor impacto para convencer al mundo de que impusiera sanciones y tomara con seriedad la amenaza nuclear de Irán que Netanyahu. Sin embargo, su imprudente altercado con Obama, que fue más allá de la sustancia para aprobar abiertamente a los rivales republicanos del presidente y coludirse con líderes republicanos de la Cámara de Representantes para dirigirse al Congreso - sin el apoyo del mandatario norteamericano - le hizo daño a él, a Israel y al acuerdo.

Si Bibi hubiera abrazado a Obama, podría haber convertido efectivamente a Israel en la séptima parte de las negociaciones del Grupo 5+1 con Irán y fortalecido a cada base. En vez de ello, Netanyahu marginó al Estado judío.

Además, al convocar a elecciones en medio de todo eso, y formar un gabinete de extrema derecha con colonos judíos de tendencia ultranacionalista religiosa, Bibi está jugando exactamente el juego de Irán que quiere una solución de un solo Estado, en el cual Israel nunca salga de Cisjordania y esté en conflicto permanente con palestinos y musulmanes, para que Irán pueda deslegitimizarlo y aislarlo mejor.

Nota a los padres de Netanyahu: «Bibi no será castigado por uno solo de sus errores: la política nacional de Estados Unidos así lo garantizará. Pero, cuidado: eso sólo incrementará las probabilidades de que él conduzca a Israel hacia una ocupación permanente y corrosiva de Cisjordania, hará que el apoyo al Estado hebreo sea una causa cada vez más republicana y perderá a la siguiente generación de judíos estadounidenses».

Presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Calificación: I (Incompleta).

Nota a los padres de Obama: «Este acuerdo tiene sentido; puede mantener a Irán lejos de una bomba. Sin embargo, Barack debería ir a la cama cada noche durante los próximos 15 años temiendo si Irán está cumpliendo su parte. Esa es la mejor manera de asegurar que él, su partido y sus sucesores se mantengan vigilantes y pongan en práctica una efectiva disuasión sobre Irán para que nunca fabrique una bomba».

«Espero que obtenga un 10, pero sólo la historia se lo puede otorgar».

Fuente: The New York Times
Traducción: www.israelenlinea.com