«No hay verdades completas, todas las verdades son medias verdades» - Alfred North Whitehead; matemático y filosofo inglés; 1861-1947.
Las medias verdades o proyecciones parciales de acontecimientos, son declaraciones con intenciones de confundir o de crear una imagen sesgada de la realidad, aunque su contenido incluya muchos elementos de verdad.
Yossi Kupervaser, general de brigada retirado que cubrió una de las funciones más altas y delicadas en informaciones del ejército israelí, en su actual función de investigador invierte denodados esfuerzos en quitar, lo que considera, la máscara pacifista y conciliadora de Mahmud Abbás, presidente de la Autoridad Palestina (AP).
Días atrás publicó un artículo tratando de demostrar que el público israelí y del mundo goza de una impresión distorsionada del líder palestino debido a su condición de «mimado por los medios de comunicación extranjeros» [1].
Según las fuentes de este experto israelí, Abbás «sigue alentando el terror... está tomando la responsabilidad de la puesta en marcha de la actual ola de terror. No sólo se abstiene de denunciarla, sino que la anima».
Como una de las conclusiones más importantes, este ex militar afirma que «los objetivos estratégicos de Abbás no han cambiado y sigue negándose a reconocer a Israel como Estado-nación del pueblo judío. El presidente de la AP continúa basándose en la idea de que el tiempo y la demografía van a provocar el fin del sionismo».
Aunque hay renombrados expertos que critican a Kupervaser pues adjudican a Abbás posiciones totalmente contrapuestas [2], vale la pena analizar sus recomendaciones bajo el supuesto que sus afirmaciones son la verdad absoluta. A sabiendas que los palestinos no se esfumarán de la región por iniciativa propia ni se los puede deportar, que Abbás y su pueblo no tienen previsto convertirse en miembros activos del Congreso Sionista Mundial, para este general, que también fue director general del Ministerio de Asuntos Estratégicos, está claro que no existe la posibilidad real de llegar a un acuerdo de paz valedero.
¿Qué propone el distinguido estratega? Retornar al disco rayado del contenido de la propaganda (hasbará). «Israel debe utilizar estas declaraciones (de Abbás y otros líderes) para exponer el verdadero rostro de los dirigentes palestinos. Cualquiera que trate de vender al público israelí la falsa imagen de que hay un socio para la paz verdadera en el lado palestino, no conoce la mentalidad de éstos. Si la izquierda israelí y el centro se despiertan de esa ilusión (de un acuerdo de paz), condenan la política palestina y hacen un llamamiento a los países occidentales a hacer lo mismo, el apoyo a palestinos aumentará y podrá haber una posibilidad de que los objetivos palestinos vayan a cambiar».
Llama la atención cómo un experto de tan alto nivel ignore claras evidencias que muy fácilmente tiran por tierra toda su visión. El aspecto más sobresaliente en ese sentido es su total desentendimiento de la colonización judía de Cisjordania y de las calamitosas consecuencias que ella acarrea a Israel y al pueblo judío del mundo. Estamos en presencia de una media verdad y no de una verdad completa.
En primer lugar, la colonización civil judía de Cisjordania perpetúa un conflicto que cada día crece en su nivel de criminalidad entre dos pueblos totalmente entremezclados geográficamente.
En segundo lugar, como la experiencia lo demuestra día a día, el Estado judío se ve en la obligación de imponer condiciones de apartheid en Cisjordania para poder controlar la situación y defender a los judíos.
En tercer lugar, y tal vez la conclusión más importante, como la experiencia de los últimos años lo demuestra, todo esfuerzo de propaganda israelí bajo continuación de la colonización civil judía en Cisjordania está condenado al fracaso. Le guste o no le guste al general Kupervaser, las sociedades del mundo tienden a adjudicar hoy en día mayor gravedad al delito de opresión de otro pueblo y conquista de su territorio, frente a actos de terrorismo de este mismo pueblo, que aunque criticables en ciertos casos por su criminalidad, no modifican la simpatía por los esfuerzos de liberarse de la opresión.
El problema es lo que se hace y no lo que se dice. Efectivamente, la mayor probabilidad respecto del futuro de las relaciones entre palestinos e Israel es que no se pueda arribar a un acuerdo de paz. Esto no debe modificar en lo mínimo la actitud básica de Israel de cambiar el disco duro, no de la propaganda (hasbará), sino de su accionar en el terreno. Debe abandonar y desmantelar las colonias civiles en territorio conquistados en 1967 y concentrarse en la seguridad existencial del país, sólo por medio del ejército, en todo lugar que sea necesario.
Lamentablemente el gobierno israelí prefiere ampliar y profundizar la conquista territorial de Cisjordania. Sólo basta leer los medios internacionales para convencerse que las propuestas del general Kupervaser no aportarán absolutamente nada y seguramente podrán empeorar la ya problemática situación de Israel y las comunidades judías de la diáspora.
Ojalá me equivoque...
[1] «El verdadero Mahamud Abbás»; Yossi Kupervaser; Haaretz; 12.1/16. Reproducido en su versión en español en Aurora; 14.1.16 con el título «Las declaraciones de Abbás que los israelíes no conocen». Aclaración: no existe ningún tipo de vínculo familiar con el autor de este artículo.
[2] Véase: «Que hay en la biblioteca de Abbás»; Mati Stainberg; Haaretz; 30.3.15.