Respuesta a «Carta abierta a activistas de Hasbará» de Leonardo Cohen
Querido Leo!
Primero debo decir que me gustó tu artículo. Está escrito con altura y con la seriedad que te ha caracterizado siempre, también por tu encomiable crítica desde un lugar de afecto por Israel. Los eventos que comentás me parecen absolutamente lamentables.
Pero, como alguien que vota a la izquierda y que comparto los puntos de tu artículo en general, tengo que hacer una necesaria aclaración: yo, siendo de izquierda, también trabajo en un proyecto de Hasbará. Y como dirigís tu carta a los activistas de la Hasbará (o ese título decidieron ponerle en la redacción) entonces hay que distinguir. Porque apoyar un proyecto que enarbole las tradicionales banderas israelíes de la tolerancia y el pluralismo no se contradice con combatir la ola de deslegitimidad del Estado de Israel. Quizás justamente al contrario.
La Hasbará no necesariamente es llamar a apoyar a Bibi, pero sí trazar esta línea roja que yo siempre marco: yo critico las políticas del gobierno de turno (no de «Israel») porque quiero un Israel mejor. Sí tengo problema con quienes critican a todo Israel porque quieren que desaparezca.
Es cierto, a veces algunos sectores en la diáspora, especialmente temerosos porque «entre su pueblo viven», opinan que no hay que pronunciar estas críticas constructivas tampoco, porque «dan pasto a los leones». Yo particularmente creo que los leones no necesitan de nuestro pasto, pero eso no obsta para que luchemos en el plano de concientización, en los medios y en las unviersidades, por marcar esta línea en la cancha.
Te doy un ejemplo: me acuerdo de un video del autor de «Avodá Aravit», Said Kashúa, no recuerdo en qué marco de debates, tipo convención multicultural o algo así. Relató cómo fue fulminado con diatribas racistas por sectores de la derecha sionista. Una participante del público le pregunta: «¿Entonces? ¿Todavía te sigue pareciendo viable el país Israel?» Kashúa contestó: «No, no me lo parece». Yo le grité a mi computadora, donde veía este video por Youtube: «¿Cómo? ¿Qué tiene que ver?» Digo, cuando policías blancos matan a personas afro-americanas en EE.UU ¿a alguien se le ha ocurrido la pregunta «¿te sigue pareciendo viable EEUU?» ¡No! ¡Porque no es una pregunta normal! Hay que trabajar el tema del racismo, no el de la existencia de un país.
O sea, contra ese problema trato de luchar y esclarecer. No tengo problema ni siquiera con que Kashúa reniegue de cantar el himno. En el colegio - fue a un colegio judío de Jerusalén - se iba al baño cada vez que sonaba el Hatikvá. Sababa. Es una discusión que cruza discursos y símbolos. Me hace ruido, pero podemos discutir. Mi problema, en cambio, es con la conclusión: «Dado que hay racismo en Israel, dado que lo atacaron desde la derecha, TODO el país no es viable». ¿Con qué otro país se da semejante distorsión de la lógica y el sentido común?
He ahí el problema: que con Israel, y sólo con Israel, eso se da. ¿Alguien se atreve a decir que EE.UU, España, México... todos los países del mundo! son inviables porque hay fenómenos de intolerancia y racismo? Con el único que se atreven todos, es con el Estado judío. Y su derivado, que a mí particularmente me rebela: dado que lo ideal es que Israel deje de existir, apoyemos cualquier cosa, por ejemplo el islam radical, que comparte esa agenda.
No creo que el terrorismo ponga en peligro la mera existencia de Israel, nunca lo hizo. Tampoco creo que las tendencias antidemocráticas pongan en peligro esa existencia. Sí quizás la de la democracia, y hay que luchar, pero no la de Israel en sí. Lo que sí es un peligro, quizás no para Israel en lo inmediato, pero sí para los judíos en la dIáspora, es la ola de deslegitimación de la mera existencia de Israel, que en el camino hace resurgir fenómenos hasta hace poco no «políticamente correctos» como el antisemitismo desembozado, donde para atacar a Israel se han vuelto a atacar sinagogas.
En fin, creo que son dos niveles distintos de discusión, y también de actividad política. Vos ponés la energía en el avance de la derecha a nivel político y social en Israel, que son peligrosos para la democracia, concordamos. La hasbará bien entendida no contradice tu denuncia. Sencillamente, se dedica a otro tema.