Hamás juega a dos puntas: sus líderes "políticos"se pronuncian en favor de un cese de fuego y retorno a la calma (que nunca había sido absoluta), mientras en el terreno, sus hombres armados, dejan en claro que no les interesa frenar la escalada de violencia contra Israel.
Hoy quisiéramos analizar el por qué de los números en la última escalada israelí-palestina a ambos lados de la frontera entre el sur de Israel y la Franja de Gaza. Pero antes, unas aclaraciones claves.
1) Israel se retiró completamente de la Franja de Gaza el 12 de setiembre del 2005. En agosto habían sido evacuados todos los colonos y destruidos los asentamientos. Luego, se cerró la puerta y todos los militares salieron.
2) El único militar israelí que está en Gaza desde entonces es el soldado secuestrado Guilad Shalit.
3) Los ataques desde Gaza hacia Israel están dirigidos, todos, hacia blancos civiles, las comunidades habitadas en diferentes partes del sur: Sderot, Beer Sheva, Ashkelón y otras ciudades, así como las poblaciones colectivas y comunitarias, o agricultores trabajando en los campos del lado israelí de la frontera. No son "resistencia a la ocupación", porque la ocupación no existe. Son agresiones directas a la población de Israel.
4) Cuando atacan desde Gaza a patrullas del ejército, no es a soldados que cruzaron hacia la Franja, sino a patrullas que cuidan del lado israelí de la frontera. Los terroristas colocan cargas explosivas que intentan detonar a su paso.
El por qué de los números
Del lado israelí, un joven de 16 años gravemente herido en la cabeza. Del palestino, 19 muertos en la Franja de Gaza. Quien analiza sólo los números, sin conocer los pormenores de la situación ni sus detalles, considera que Israel debe ser condenado automáticamente por desproporción y quizás también por malas intenciones. Sin minimizar en absoluto el hecho que entre los muertos del lado palestino hubo también civiles, no tenemos duda de que un análisis de la situación en base a todos sus factores, debe llevar a otra conclusión.
Y es clave mencionar que en los últimos tres días, fueron disparados hacia Israel más de 200 misiles, cohetes y morteros. Para comprender el significado, basta con que cada uno, tras leer estas líneas, tratara de imaginarse qué sentiría si su ciudad fuera atacada con un misil - sólo uno - desde la frontera vecina. Multiplíquenlo por 200 en pocos días.
La responsabilidad por lo sucedido es de los grupos radicales en la Franja de Gaza, que no sólo disparan intencionalmente hacia concentraciones civiles del lado israelí sino que lo hacen desde sitios poblados de su propio lado. Con ello, exponen a la población civil palestina a grandes riesgos, dado que cuando Israel capta las coordenadas del sitio desde el cual una célula disparó un misil hacia su territorio y responde para eliminarla, todo aquel que está cerca corre peligro. Si Hamás y otros radicales abren fuego en medio de casas, cerca de gente a la que juraron proteger, exponen a esos palestinos al fuego, a sabiendas.
El viernes 8 de abril, una célula armada fue captada por un avión no piloteado de la Fuerza Aérea israelí, que logró filmarlos...en el cementerio de Sayaíe. Desde allí habían disparado cuatro cohetes hacia la localidad de Najal Oz. Cuando se identificó el punto y se envió el avión al lugar, quedó claro: los terroristas corrían entre las lápidas, tratando de ocultar el lanzacohetes con el que recién habían disparado, sabiendo que seguramente los ven desde arriba. Es fácil imaginar el título: "Israel no deja tranquilos ni a los muertos".
Unos se esfuerzan por matar; otros por proteger
Hay dos razones puntuales por las cuales del lado israelí hubo estos últimos días "sólo" un herido grave y no varias decenas de muertos.
1) El misil anti tanque "Kornet" que Hamás disparó el jueves hacia un autobús escolar en una carretera del sur de Israel, ubicada a unos dos kilómetros de la frontera con Gaza, impactó en el vehículo pocos minutos después que bajaran en sus poblados casi 50 alumnos que habían finalizado su jornada de estudios. Unos instantes antes, eso habría sido una masacre. Si cuando quedaba en el autobús sólo un jovencito, además del conductor, ambos resultaron heridos, no hace falta esforzar mucho la imaginación para comprender qué habría pasado si hubiera estado lleno como lo estaba muy poco antes del impacto.
2) Aproximadamente una decena de misiles Grad y cohetes Qassam disparados por Hamás y otros grupos radicales hacia grandes ciudades del sur - principalmente Beer Sheva y Ashkelón - fueron interceptados y destruidos en el aire por las dos flamantes baterías protectoras "Cùpula de Hierro" (foto), instaladas en lugares estratégicos junto a ambas localidades. Para comprender lo que habría podido suceder de no ser por el éxito de estas baterías anti misiles, hay que recordar un elemento claro de su funcionamiento, que aprendimos recientemente, al visitar el lugar en el que fue emplazada la batería destinada a proteger a Beer Sheva.
El radar que capta cada cohete, aunque pequeño, que sale disparado desde Gaza, logra identificar en cuestión de segundos - según el curso del vuelo, la dirección, las coordenadas - cuándo el impacto será en una zona descampada y cuándo en un punto habitado, que también puede ser el centro mismo de una ciudad o cualquier barrio de la misma. La "Cúpula de Hierro" es activada y dispara un misil anti misil, únicamente cuando el radar captó que de no ser interceptado, el misil que salió de Gaza caerá en medio de puntos poblados. Si ven que caerá en una zona deshabitada, la batería no reacciona. Esto significa que cada uno de la decena de misiles destruidos en el aire en los últimos días, podría haber caído - de no ser por estas nuevas baterías - sobre edificios, casas, escuelas o centros comerciales. Es por eso que el sábado, los terroristas dispararon también hacia otros lugares, como la ciudad de Ofakim, conscientes del alcance relativamente limitado de la batería israelí, que no puede cubrir todo el sur de una vez.
No es casualidad que el sábado último, centenares de habitantes de Beer Sheva se presentaron en el lugar en el que está emplazada la "Cúpula de Hierro", para agradecer a los soldados que la manejan. Tenían motivos: les salvaron la vida.
3) El sistema de alarmas que funciona en todo el sur de Israel, ordena a la gente a buscar resguardo en refugios y piezas reforzadas. Allì adentro, aunque puede que no se salven si el impacto es directo, sí quedan protegidos al menos de esquirlas letales. En la ciudad de Sderot y en varios puntos del sur, por ejemplo, es posible ver cada varios metros unas estructuras que de lejos pueden parecer simplemente paradas de autobús. Pero allí nos han dicho que hay gente que les llama "refugio callejero". Son cubos de hormigón, destinados a frenar las esquirlas que salen disparadas cuando un cohete impacta. Han salvado vidas.
Una extraña ecuación
Sami Abu Zuhri, uno de los portavoces de Hamás en la Franja de Gaza, habló airado durante el fin de semana, explicando cuál es el problema, a su juicio, en la escalada actual. "No aceptaremos abstenernos de reaccionar cuando Israel mata a hombres nuestros por haber lanzado ataques". O sea, en traducción libre: "Hamás puede disparar misiles, lanzar cohetes, colocar cargas explosivas, pero si Israel osa responder a ello, tenemos el deber de vengarnos".
Los grupos radicales palestinos están tratando en las últimas semanas de determinar nuevas reglas del juego: atacar a Israel y no permitir que Israel reaccione. Si Israel mata a radicales a los que intercepta apenas dispararon cohetes, las facciones palestinas reaccionan como si Israel hubiese comenzado la escalada con una provocación. Los grupos palestinos tratan de crear una ecuación en la que ellos pueden abrir fuego todo lo que deseen, sin que Israel tenga derecho a contestar.
Un elemento importante en esta ecuación es recordar que en general, la respuesta israelí que más muertos suele cobrar, es cuando se dispara hacia la célula que minutos antes lanzó misiles hacia Israel. Muy a menudo, sus miembros son alcanzados por la respuesta israelí. Hamás o el grupo al que pertenecían, dan a entender que ahí - con los disparos de Israel -comenzó la dinámica. Al "pequeño detalle" en la secuencia, o sea el hecho que Israel no habría respondido a nada si esa célula no habría lanzado misiles minutos antes, no le dan importancia alguna.
Pero más allá del "orden" cronológico de esta situación, hay un elemento clave que distingue entre dos situaciones: mientras los terroristas disparan intencionalmente hacia blancos civiles, Israel responde hacia los grupos radicales, las células de cohetes y otros blancos de su infraestructura armada.
Un elemento que complica más aún la situación es que Hamás no controla a los otros grupos radicales en el terreno, lo cual se ve influenciado en gran medida por el hecho que ellos mismos, en Hamás, juegan a dos puntas: sus líderes "políticos"se pronuncian en favor de un cese de fuego y retorno a la calma (que nunca había sido absoluta), mientras en el terreno, sus hombres armados, dejan en claro que no les interesa frenar la escalada.
Al parecer, parte de la explicación radica en la caída del régimen de Mubarak en Egipto, que servía de freno firme ante Hamás desde el sur. El actual liderazgo egipcio, aunque recalca que mantendrá la paz con Israel, tiene una actitud diferente hacia Hamás, de mayor apertura y menor control. Los resultados ya se sienten en el terreno. Al parecer, la escalada a ambos lados de la frontera entre Gaza e Israel, es la primera consecuencia directa, en términos israelo-palestinos, de la primavera egipcia.