Estados Unidos debe hacerse a un lado en Oriente Medio para que israelíes y palestinos puedan percibir con claridad, sin ningún tipo de obstáculos, qué opciones imprudentes están forjando sus propios líderes. El fallido intento por parte de EE.UU para sobornar a Israel con un paquete de asistencia en seguridad de 3 mil millones dólares, cobertura diplomática y aviones de combate F-35 de última generación - en caso de que el primer ministro Bibi Netanyahu prolongue 90 días la moratoria en los asentamientos, a fin de reanudar las conversaciones -, resulta completamente clarificador. Demuestra cuán desconectados de la realidad han quedado los dirigentes israelíes y palestinos.
El petróleo es para Arabia Saudita lo que el afecto y la ayuda incondicional de EE.UU son para Israel - y lo que el afecto y ayuda incondicional árabe y europea son para los palestinos: una droga alucinógena que les lleva a pensar que pueden desafiar temerariamente las leyes de la historia, la geografía y la demografía.
Hace mucho tiempo que dejamos de ser los traficantes de crack. Con casi un 10 por ciento de desempleo en EE.UU, tenemos en frente a israelíes y palestinos sentados allí, con los brazos cruzados, esperando más garantías estadounidenses, o bien, más dinero que los persuada de hacer eso que manifiestamente es de su propio interés: negociar un acuerdo de dos Estados. Vergüenza debería darles, y nos avergüenza a nosotros también.
No se puede desear la paz en una forma más acentuada que lo que demuestran las propias partes, y es ese exactamente el lugar que ocupa EE.UU hoy en día. La gente que conduce Israel y Palestina actualmente, tiene, por cierto, otras prioridades. Es hora de que los dejemos solos para persuadirlos y vivir con las consecuencias.
Ellos simplemente no logran comprenderlo: ya no somos más sus abuelos norteamericanos. Nosotros tenemos problemas más grandes aún. Los negociadores israelíes y palestinos deberían tomarse un minuto y buscar las siguientes cinco palabras en Google: "recortes presupuestarios y departamentos de bomberos". Esto es lo que encontrarán: ciudad tras ciudad estadounidense - Phoenix, Cincinnati, Austin, Washington, Jacksonville, Sacramento, Filadelfia -, todas obligadas a recortar sus departamentos de bomberos. Luego, deberían buscar estas otras cuatro: "escuelas y recortes presupuestarios". Uno de los principales títulos de la lista pertenece al The Christian Science Monitor: "A medida que los gobiernos estatales y locales recortan el gasto y el estímulo federal se seca, los recortes del presupuesto escolar para el calendario académico del próximo año podría ser el peor de toda una época".
Les aseguro que si alguien llegara a estas ciudades y dijera: "Tenemos 3 mil millones de dólares que nos gustaría donar a sus escuelas y departamentos de bomberos con tal de que ustedes hagan simplemente eso que efectivamente desean hacer, de acuerdo con su propio interés", su única respuesta sería: "¿Dónde hay que firmar?" Esa habría sido también la inmediata respuesta de Israel.
- Israel, cuando los Estados Unidos, un país que ha prodigado miles de millones para tí en los últimos 50 años, y asumido tu defensa en numerosos foros internacionales, te pide que detengas los asentamientos por tres meses para proseguir con las conversaciones de paz, sólo hay una sola respuesta correcta, y no es precisamente "¿Cuánto?" Es: "Sí, lo que tú quieras, porque eres nuestro único amigo verdadero en el mundo".
- Mahmud Abbás, presidente palestino, ¿en qué estás pensando? Ehud Olmert, el ex primer ministro israelí, te ofreció un importante acuerdo de dos Estados, incluyendo Jerusalén Oriental, pero tú lo desperdiciaste descaradamente. Ahora, en lugar de perseguir a Obama, asegurándole que vas a asistir a cuanta negociación tenga lugar, bajo cualquier condición que imponga el presidente, tú también estás preocupado por establecer tus propios términos. He aquí algunos consejos gratuitos: Al debilitarse Estados Unidos, si piensas que los chinos te servirán a Israel en bandeja, estás muy equivocado. Conozco a China muy bien. Te venderán luego por un container lleno de software israelí, aviones espías y microchips tan veloces que harán dar vueltas tu cabeza.
Yo entiendo el problema: los dirigentes israelíes y palestinos no pueden poner fin al conflicto entre si sin recurrir a una guerra civil dentro de sus respectivas comunidades. Netanyahu tendría que hacerse cargo de los colonos y Abbás responsabilizarse por los elementos extremos de Hamás y Al Fatah. Ambos hombres cuentan con silenciosas mayorías que habrían de apoyarlos si lo hicieran, pero la verdad es que ninguno de los dos se siente tan incómodo con su situación actual como para arriesgar una guerra civil interior a fines de lograr una paz exterior. Ya no quedan más Abraham Lincoln disponibles.
Lo que esto significa, afirma el filósofo de la Universidad Hebrea, Moshé Halbertal, es que esa ventana que conduce a una solución de dos Estados se está cerrando rápidamente. Israel terminará ocupando de forma permanente Cisjordania con sus 2,5 millones de palestinos. Alcanzaremos una solución de un solo Estado. Israel cargará dentro de su vientre a 2,5 millones de palestinos sin derechos de ciudadanía, junto con 1,5 millones de árabes israelíes. "Entonces, la única pregunta válida será: ¿cuál habrá de ser la naturaleza de este Estado singular?, ¿será de apartheid o más bien, el Líbano?", declaró Halbertal. "Habremos de ser confrontados con dos horrores."
Lo más valioso que el presidente Obama y la Secretaria de Estado, Hillary Clinton, podrían hacer ahora es quedar fuera de la foto y no involucrarse, de manera tal que ambos líderes y ambos pueblos tengan una visión clara y precisa de su horrible futuro en un solo Estado si no pueden separarse. Nosotros no debemos darles más excusas, del tipo: "Aquí viene la Secretaria de Estado otra vez. Sea paciente. Algo está pasando. Estamos trabajando en un acuerdo. Estamos cerca de alcanzarlo. Si tan sólo los estadounidenses fueran menos ingenuos, estábamos a punto de lograr un compromiso... Sea paciente".
Todo es un fraude. Estados Unidos debe hacerse a un lado para que israelíes y palestinos puedan percibir con claridad, sin ningún tipo de obstáculos, qué opciones imprudentes están forjando sus propios líderes. No se equivoquen, yo estoy a favor de la mediación más activa posible por parte de EE.UU a fin de promover la paz, pero la iniciativa tiene que provenir de ellos. Oriente Medio puede ponerte una sonrisa en la cara sólo cuando lo que la provoca es su propia iniciativa.
Fuente: The New York Times -15.12.10
Traducción:
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