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Algunas verdades interesantes


En medio de la compleja situación de Oriente Medio y de los numerosos obstáculos con los que hay que lidiar para intentar salir adelante, no resulta lógico que la culpa de todo lo que ocurre en la región la tenga Israel.

No nos incluimos entre quienes consideran que todo lo que anda mal es por culpa de los palestinos, que sólo ellos se equivocan y que Israel, santo, tiene sólo actitudes certeras. No. Sabemos que no es así, porque sería una utopía pensar que ello es posible. Y precisamente porque sabemos que todo es más complicado que hablar de “buenos” y “malos”, es que consideramos necesario destacar algunas verdades, también cuando dejan mal plantados a “los otros”, a quienes suelen ser presentados, casi sin excepción, como las víctimas.

* Recientemente, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbás, declaró que los palestinos podrían ser flexibles en lo relacionado a la naturaleza de las negociaciones con Israel, pero que no negociarán en temas que consideran “principios básicos”. “Si hubiéramos demostrado flexibilidad en esos temas, el acuerdo de paz habría sido firmado hace tiempo”, dijo Abbás, según lo citó el matutino israelí “Haaretz”.

Es una posición lógica en toda negociación. Cada parte debe saber en qué puede transar y en qué no. El problema es que lo que nadie destaca ni comenta negativamente cuando sale de fuentes palestinas, sería sin duda motivo de duras condenas si sale de boca de Israel. En numerosas ocasiones, cuando figuras israelíes dijeron que en tal o cual tema no se puede transar, lo mínimo que se les dijo fue que demuestran la intransgencia de Israel y que, con esa actitud, nunca se logrará un acuerdo. Si sale del lado palestino, se lo ve como un loable principismo.

Sería oportuno analizar qué porcentaje de la demora en lograr un acuerdo hasta ahora se debe a todos los temas en los que los palestinos decidieron que no pueden moverse en absoluto de sus posturas originales. El propio presidente Abbás lo confirmó. Por las dudas, reiteramos la frase: “Si hubiéramos demostrado flexibilidad en esos temas, el acuerdo de paz habría sido firmado hace tiempo”.

* En el marco de la discusión sobre la exigencia del premier israelí Binyamín Netanyahu de que los palestinos reconozcan a Israel como estado del pueblo judío, uno de los asesores del primer ministro palestino, Dr. Salaam Fayyad, Omar el-Ghoul, alegó que ello es imposible, haciendo hincapié en el hecho que también árabes son ciudadanos del Estado de Israel. Lo dijo así: “Ningún líder palestino  podrá aceptar jamás esa exigencia, inclusive si todo el mundo reconociera a Israel como Estado judío. El Estado de Israel pertenece a todos sus ciudadanos: los dueños palestinos de la tierra y los judíos que viven allí”.

No hay peor ciego que el que no quiere ver, afirma el dicho popular... pues quien no vea el terrible mensaje escondido (en realidad, no tan escondido) en esta frase, es porque no quiere.

No entramos aquí en el tema de los árabes ciudadanos de Israel, que en su enorme mayoría no quisieran estar bajo soberanía palestina ni aunque se las regalaran, sino en la terminología usada por El Ghoul: los palestinos son los “dueños de la tierra”  y los judíos son “los que viven allí”. Y no está hablando ni de Cisjordania ni de Gaza, sino del Estado de Israel. ¿Qué significa los dueños? Aquellos a los que la tierra les pertenece, los legítimos propietarios. ¿Y los que viven allí? Eso es otra cosa; es algo pasajero que en su debido momento podrá terminar. ¿Se percatará alguien afuera del tono y de lo peligroso de ese mensaje?

* Durante una visita a una universidad en la ciudad de Khan Younis, el ministro del Interior del gobierno de Hamás en Gaza, Fathi Hamad, aseguró que los palestinos buscan “reocupar Haifa y Acre". "Estamos llegando a ocupar Haifa y Acre. Vamos a tener ejércitos de todo el mundo, y los buques que llegan a Gaza están llegando con un mensaje a nuestro pueblo que dice que debemos atenernos a la senda de la jihad", resaltó el ministro islámico, en referencia a la “guerra santa”.

Hamad confirmó lo que Israel dice hace rato. Hamás no ataca, no perpetra atentados cuando puede y no tiene secuestrado a  Guilad Shalit porque esté la derecha en el poder en Israel, porque Netanyahu sea un “duro” que no quiere retirarse, sino porque no acepta la existencia misma de Israel. No es verdad que le bastaría un Estado en las fronteras de 1967. Esa sería sólo la primera etapa. Hasta que llegue a Haifa y Acre....como si no existiera Israel.

* Y algo para adentro, para que lo analicen, ante todo, los propios israelíes, especialmente todos aquellos convencidos de que será posible vivir en paz, sin transar con los palestinos. Hay también de esos. Y al tratar de decirles que, a nuestro criterio, se equivocan, lo mejor es citar al propio primer ministro Netanyahu, justamente el que hoy tiene sus líneas rojas y sabe decir “no” a los palestinos. Se puede discrepar con él, cuando les dice “no” o cuando les dice “sí”, pero que no se trata de un “paloma” dispuesto a dar todo con tal de pasar a la historia como quien firmó un acuerdo, eso está claro.

Pues él, el mismo Netanyahu, confirmó días atrás , al conmemorarse 15 años desde el asesinato del primer ministro Itzjak Rabín (según el calendario hebreo), que no hay otro camino. Cambiarán las circunstancias y las exigencias puntuales, cambiarán quizás también las líneas rojas de cada uno, pero el principio ya está claro.

Netanyahu citó del último discurso en la Kneset que pronunció Rabin. "Podemos seguir luchando - dijo - Podemos continuar matando y siendo matados. Pero también podemos intentar poner fin a este interminable ciclo de  sangre. También podemos dar una chance a la paz".

Netanyahu pasó a citar los límites y el marco general que había dibujado Rabín. No a una retirada total a las fronteras previas a la Guerra de los Seis Días y el mantenimiento de Jerusalén unificada, entre otros puntos. Y también el resumen:

"Conocemos las chances. Conocemos los riesgos. Haremos lo mejor que podamos para expandir las chances y reducir los riesgos".

Fue especialmente interesante escuchar a Netanyahu analizando que mientras Rabín había dicho que la entidad palestina a crearse sería "menos que un Estado", él, Bibi, aclaró que "hoy, decimos un estado desmilitarizado que reconozca al estado del pueblo judío", y agregó que "no deseamos negar a los palestinos su derecho a la autodefinición y no deseamos gobernarlos".

Y tras destacar lo central, que con o sin unidad interna, no puede haber violencia como la que terminó con la vida de Rabín, resumió: "Abrigaremos la esperanza, oraremos, trabajaremos y nos esforzaremos para que la lección sea aprendida y nunca sea olvidada. Actuaremos sin temor y con determinación para lograr paz y seguridad para nuestra nación. Porque sólo una verdadera combinación entre ambas cosas asegurará nuestro futuro. Bendita sea la memoria de Itzjak Rabín".

Y nosotros agregamos: Bendita sea. Amén