Cuando la sacerdote venere a Jesús, la imán a Mahoma y la rabina - no la esposa del rabino - al Todopoderoso que está en los cielos, sólo entonces existirá la igualdad en Israel.
Y Rut cobrará nueva vida. 
 
Según lo escrito en la Biblia está claro que Rut era una mujer creyente - "Tu Dios es mi Dios". ¿Quién no creía entonces, cuando Dios era joven y comprometido? Pero ella no puso su destino en manos del Todopoderoso; se hizo responsable. El libro en su memoria es una narrativa feminista; no existe otra igual para elogiar a la mujer.

Rut y Naomí son asertivas e inteligentes, tal como se acostumbra a decir actualmente. ¿Alguien escuchó hablar alguna vez de un hombre "inteligente"? ¡Es sabido de antemano que todos son así! Generalmente sólo las mujeres poco obstinadas merecen ser calificadas como tales.

Los hombres en la Meguilá son bastante débiles, propensos a enfermedades e incluso a la muerte. ¿Qué se puede esperar de vástagos de una mujer cuyos nombres son Majalón (enfermizo) y Kilión (extinción)? Sólo Boaz se nos muestra aparentemente diferente, poderoso y valiente. Pero ambas mujeres harán también de él lo que les plazca. Rut - una trabajadora extranjera - lo perturba, llega sigilosamente por la noche, descubre sus contornos en el granero y se acuesta a su lado.

En lugar de denunciarla a la policía, Boaz le ofrece matrimonio ¿Quieres casarte conmigo?, le dice así como se acostumbra hoy en día. ¿Acaso lograría seducirlo si hubiese cubierto su cuerpo desde la cabeza a los pies como una mujer talibán?

Las mujeres son las que tejen la telaraña del drama; el hombre cae en sus redes.

En realidad, Rut no se dirigió a otros campos; sin embargo hoy en día ella continúa recolectando lo que queda detrás de las nuevas generaciones. Las ganancias masculinas no se han reducido desde entonces; sólo aumentaron. En la larga incursión en la historia, Rut y Naomí, quedaron rezagadas.

Actualmente se rebelan, encarceladas en el fondo de las sinogogas, apretujadas en los asientos traseros de los autobuses o estudiando en aulas separadas. Incluso este año, en el Día de Jerusalén, fueron apartadas en el desfile. Tienen prohibido cantar, bailar en público; no vaya a ser que los "Boaz" caigan en la tentación. También el sionismo religioso le teme más ahora a sus pasiones y menos a sus creaciones. 

Y sólamente a Madonna - santa hasta la empuñadura y prosélita aceptada - se le permite llegar hasta el Muro de los Lamentos y derramar allí sus lágrimas sobre las piedras candentes.

La Rut mitológica obtuvo su venganza desde que se determinó para siempre su estatus oficial como bisabuela del Rey David, también de Eli Yshai. Ella ya no necesita golpear las puertas de la oficina del ministro y descubrir los contornos de su cuerpo. En cambio la Rut moderna es una mujer resignada. ¿Quién la conoce? Ella no determina los acontecimientos ni hace rodar la trama, aconsejada por su suegra.

Cuando el estudio de la Torá de los maridos - alumnos eternos - es considerado un trabajo, el esfuerzo de sus esposas es para sustentar la familia, a veces, y siempre para limpiar las sobras de las cacerolas y cambiar los pañales de los hijos. Su dignidad se ha perdido muy adentro, en lo más profundo del adentro.

En toda nación en la cual la religión no fue separada del estado, las mujeres sufren discriminación aunque sean religiosas o laicas. La religión en su versión ortodoxa es su enemiga más acérrima; cualquier religión, cualquier mujer.

No existe una diferencia sustancial entre judaísmo, cristianismo o islam: todas las religiones eximen de santidad a la mujer. Ninguna de ellas las incluye en sus ritos, como si el mismísimo Dios quisiera ultrajarlas. Este distanciamiento constituye la raíz de la segregación en todos los órdenes de la vida, personales y colectivos. Sólo cuando se erradique, desaparecerá la injusticia.

Cuando la sacerdote venere a Jesús, la imán a Mahoma y la rabina - no la esposa del rabino - a su padre que está en el cielo, sólo entonces existirá la igualdad en Israel.

Y Rut cobrará nueva vida.

Fuente: Haaretz - 18.5.10
Traducción: Lea Dassa para Argentina.co.il