La historia no ofrece evidencia alguna de la capacidad - o el deseo - de los judíos para preservar una democracia. Jerusalén nunca fue Atenas. Los últimos 64 años constituyen, por tanto, una suerte de milagro en el que no podemos confiar. ¿De dónde llegará nuestro socorro y liberación?
El estado de nuestras fuerzas democráticas es equiparable al de nuestro servicio de bomberos: equipos obsoletos y un sistema escindido. Cada estación intenta controlar el incendio de su patio trasero, como si el fuego no causara estragos en toda la casa.
Los jueces vuelcan toda su amargura en su aflicción; los periodistas están ocupados con su propia angustia y siguen amargados; las organizaciones civiles de derechos humanos provocan tan gran alboroto, porque su mundo está a punto de ser destruido; y los académicos permanecen a la espera de los bárbaros. Cuando uno se quema y tiene que proteger su piel, sólo entonces está dispuesto a reemplazar el derecho a hablar por el derecho a gritar.
Después de todo, se trata del mismo grito, pues es también el mismo ataque, y la persona que lo dirige es el mismo Binyamín Netanyahu. Mientras se encarga de fingir antes los tribunales, el primer ministro persigue a los medios de comunicación y a las organizaciones de Derechos Humanos.
No solamente a Bibi están desdibujándosele los objetivos. El ministro de Educación, Gideón Saar, quien desde el principio apoyó a la organización de derecha sionista Im Tirtzú, muestra toda su irritación con aquellos que van demasiado lejos. Y fue él quien atacó a organizaciones no gubernamentales como el Fondo para la Nueva Israel o Adalah, el centro legal para la defensa de los derechos de las minorías árabes, sin darse cuenta de que su momento también habría de llegar. Ahora, su cráneo flota en el agua, tal como Hillel el Sabio escribió: "A usted lo ahogaron, porque usted ahogó a otros también".
Al aceptarse el buen tono que caracteriza a determinado ámbito, otro queda inmediatamente expuesto. No es posible detener al fascismo en un sector previamente acotado, ya que su ataque se da en un frente amplio.
Unidos, resistimos. Divididos, tenemos la derrota garantizada.
Los blancos del ataque cambian, pero el objetivo principal sigue siendo modificar la naturaleza del régimen, y para ello, se santifican los medios más abominables. El ministro de Exteriores, Avigdor Liberman, no es el único discípulo israelí de Vladimir Putin.
Solamente en esta semana, el primer ministro ruso quitó de su camino a las organizaciones encargadas de supervisar las elecciones, y lo hizo con dinero proveniente de gobiernos extranjeros.
El próximo objetivo es el departamento de política y gobierno de la Universidad Ben Gurión del Néguev. Ahora ha quedado directamente en la línea de fuego, pero no nos engañemos: todas las universidades quedan dentro del alcance. Allí se establecerá un precedente, ya que Beer Sheva es una presa fácil. Veamos cómo el Consejo de Educación Superior se las arregla con el "Centro de la Universidad de Ariel" en Cisjordania; cómo se ocupa de crear un "comité de examen internacional" para investigar sospechas de suplantación de identidad: ¿Cómo puede ser llamado "centro universitario", cuando no es más que una academia mediocre? Y no recuerdo que se haya designado comité alguno para examinar a la Universidad de Bar Ilán una vez que el asesino de Itzjak Rabin surgiera de ese ámbito.
No se necesitan teorías conspirativas para discernir la práctica de desfogue iracundo sobre un departamento de investigación completo y la difamación de una universidad. Se prefirió prescindir de los servicios de un reconocido profesor estadounidense identificado con Paz Ahora, y en su lugar se contrató a un profesor de derecha; de esa manera, quedó formulada de antemano el acta de acusación: así es como un prejuicio llega a convertirse en una opinión erudita.
Primero, Beer Sheva: una señal de advertencia de lo que vendrá. El ámbito académico haría bien en despertar, en salir del silencio. No es necesario identificarse con todos los puntos de vista para defender el derecho a expresarlo; y mientras más ardua resulta la defensa, más esencial se vuelve.
Nuestros "hermanos negros" se han rebelado contra las élites con el fin de ennegrecerlas también. Han decidido hacerlas bailar a su ritmo. Todo carácter dócil será rápidamente silenciado. En un contexto donde se lleva a cabo una efectiva caza de brujas contra los profesores, nadie está a salvo de la quema de pensamientos.
No seamos corderos, porque a todos está por llegarnos el día - y más bien es la noche que el día. Y cuando llegue ese momento, se nos preguntará: ¿Dónde estabas durante la guerra que se libró en defensa de nuestro hogar, y no solamente aquélla del queso cottage?
Fuente: Haaretz - 16.12.11
Traducción: www.israelenlinea.com