La estrella de Hollywood, Tom Cruise, tiene lo que se conoce popularmente como «trasero de talle bajo». O para ser más preciso, piernas cortas y un pecho ancho y musculoso. Eso no impidió que Cruise estuviera casado (hasta su divorcio) con la hermosa actriz Nicole Kidman. En la entrega de los premios Oscar, ella aparecía 20 centímetros más alta que él. Así y todo, Cruise es una famosa estrella del cine de acción, y aquel defecto de las «piernas cortas» no es visible en la pantalla grande .
Si recuerdo este detalle aquí es porque Yair Lapid sufre de un síndrome similar: un amplio pecho masculino y musculosos brazos de boxeador profesional, en relación con su altura. En muchas de sus apariciones en la pequeña pantalla, los espectadores sólo pueden apreciar la parte superior de su cuerpo - ya sea como presentador en los anuncios de Bank Hapoalim o en los programas de entretenimiento que protagonizó.
A los televidentes les encanta su dulce y cautivadora sonrisa y la forma en que halaga a sus entrevistados. No recuerdo haberle visto atacar nunca a uno. Después de anunciar que se retiraba de la televisión, fue fotografiado mientras llegaba a su casa luciendo una chaqueta de cuero con el logo de Harley Davidson, una de las motos de lujo más célebres y masculinas.
Como estrella de televisión posee una sonrisa de un millón de dólares. Incluso cuando le ha tocado ocuparse de las peores noticias, nunca adoptó una expresión grave ni tampoco se le oyó murmurar, como a algunos de sus colegas, «esto es terrible». A pesar de pertenecer a la dinastía de Tomislav Lampel (Tommy Lapid), no tiene el instinto salvaje de su irascible padre - a menos que detrás de su amabilidad oculte cualidades que habrán de salir a la luz con el tiempo, cuando logre alcanzar verdadero estatus político. Ser buen mozo no es suficiente para sumergirse en la selva de la política israelí. Pero no hay duda de que algo debe tener si tanta gente lo considera idóneo para la política.
Esta no es la primera vez que un extraño se cuela en las urnas entre elecciones - ya fuera Dash, Shmuel Flatto-Sharón, el Partido de los Jubilados, Tzomet, Telem y, por supuesto, Shinui, que duró dos legislaturas. Los dardos lanzados por la gente del primer ministro Binyamín Netanyahu acerca de la movida de Lapid, no se hicieron esperar - siguieron inmediatamente su anuncio: «Lapid no tiene razón alguna para apresurarse; la fecha de las elecciones no se modificará». Lo que significa que Bibi planea continuar gobernando unos dos años más. ¿Es posible que Bibi le tenga miedo?
Los rumores acerca de que Lapid entraría en la política comenzaron a circular hace mucho tiempo. Pero el hecho de que el anuncio oficial haya generado una serie de titulares y toda una ola de encuestas de opinión en favor de él, demuestra el grado de cansancio y decepción de la gente con respecto a nuestros líderes actuales. Por el momento, Lapid está recogiendo los dividendos de su condición de favorito del país. Vale la pena. Por lo menos en las encuestas; al menos ahora.
A diferencia de él, la diputada Shelly Yachimovich, por ejemplo, una destacada periodista y entrevistadora, escogió el difícil camino de unirse al Partido Laborista y centrarse en las cuestiones sociales, hasta llegar a ser finalmente líder de dicha facción. A diferencia de Lapid, ella no trató de congraciarse con los votantes, sino que decidió luchar arduamente en elecciones internas para alcanzar su condición. Un ex alto ejecutivo de televisión afirma que, a pesar de que Lapid tiene buenas intenciones, su error consiste en su aspiración de convertirse en primer ministro de inmediato. La pretensión de presentarse en elecciones como salvador de la nación, en la cultura de «Gran Hermano», sólo puede conseguir la abierta irritación del 80% de los diputados.
Figuras principales como Itzjak Rabín, Ariel Sharón, Ehud Barak y Shimón Peres han tenido que recorrer un camino largo y difícil antes de convertirse en primer ministro.
El ex ejecutivo de televisión predice que, a pesar de todos los titulares, Lapid también puede esperar un largo camino a recorrer. La justicia social no desempeñará un rol clave en su agenda, ya que él mismo está vinculado a la clase adinerada. Es cierto, es lindo; es sumamente cautivador. Pero haría mejor en unirse a un partido ya existente, cuya política sea aceptable para él - Kadima, por ejemplo -, en lugar de dedicarse a formar una lista que no será ni fu ni fa. Lapid no posee aquel espíritu de lucha de su padre.
Aquellos que se dejan entusiasmar por su movida, probablemente no tengan idea de hacia donde los está llevando. Muchos lo apoyan, no por su personalidad o por sus músculos, sino en razón de su profundo descreimiento con respecto a nuestros políticos actuales: Ni el ministro de Defensa, Ehud Barak; ni el ministro de Exteriores, Avigdor Liberman; ni los rabinos, ni mucho menos Bibi.
Tom Cruise siempre logra vencer a los malos en todas sus películas, y sigue siendo una gran estrella. Lapid sólo tiene una única oportunidad. La pregunta es si, además de ser el favorito del país, tiene lo que un líder fuerte debe tener en estos tiempos.
Fuente: Haaretz - 19.1.12
Traducción: www.israelenlinea.com