La semana pasada abrí los periódicos y, finalmente, tuve motivos para suspirar de alivio. Una comisión gubernamental encabezada por el ex juez de la Corte Suprema, Edmond Levy, determinó que Israel no es un Estado ocupante. ¡Todos los asentamientos son legales!
Todos nuestros sentimientos de culpa estaban equivocados; podemos relajarnos; no ocupamos territorios; nunca se hizo nada errado.
Tal vez Israel anexará Cisjordania, llegará hasta el río Jordán e incluirá los lugares bíblicos de Shjem, Hebrón, Shiló y muchos otros.
No importa que toda una serie de expertos legales piensen que las conclusiones de la Comisión Levy no tengan ningún valor legal. No importa que los analistas políticos adviertan que las recomendaciones del comité no deben ser aplicadas. Es terminante: ¡los asentamientos son legales!
Después de la alegría inicial y el suspiro de alivio, me quedé perplejo: las recomendaciones la Comisión Levy implicarán que pronto anexaremos Cisjordania y, por lo tanto, daremos la bienvenida a no menos de 2,5 millones de nuevos ciudadanos palestinos. ¿Acaso no es esto crear un problema para el carácter judío y democrático de Israel?
La Comisión Levy fue cuidadosamente seleccionada para que esté integrada por juristas de ultrderecha; los habitantes de los asentamientos aplauden sus recomendaciones.
Pienso que debo repasar sólo una pequeña parte de mis ideas acerca de lo que significa ser sionista. Hasta ahora creía que un buen sionista aspiraba a que Israel sea un Estado judío y democrático.
También me habían enseñado que hay gente realmente malintencionada, calificada de post-sionista, que afirma que Israel no debe ser un Estado judío, sino el Estado de todos sus ciudadanos. Y señalaron además que éstas tienen una enfermedad incurable en su condición psiquiátrica conocida como «auto-odio»; y por si eso fuera poco, son de izquierda.
Ahora me doy cuenta todo estaba al revés; y aquí les expongo mi «Guía de Perplejos» actualizada al sionismo modelo 2012. Es muy sencilla: Sólo tienen que juntar las conclusiones de la Comisión de Levy con la Declaración de la Independencia de Israel que indica que Theodor Herzl es el «padre espiritual del Estado judío».
Herzl era un poco utópico, pero su visión era definitivamente humana y convincente a la vez. Pensaba que los judíos sufrieron bastante la intolerancia y la discriminación, por lo que deberían enseñarr al resto del mundo cómo debe ser un Estado verdaderamente liberal.
La Declaración de Independencia de Israel dice que el Estado de Israel «asegurará la completa igualdad de derechos sociales y políticos a todos sus habitantes sin diferencia de credo, raza o sexo».
Comparo la Declaración de Independencia de Israel, a la que los habitantes de los asentamientos y el primer ministro Binyamín Netanyahu apoyan sin duda, con las recomendaciones de la Comisión de Levy y he aquí el sionismo modelo 2012.
El sionismo 2012 dice lo siguiente: Hay gente realmente perversa que pretende que Israel sea un Estado democrático y judío. Es por ello que insisten en una solución de dos Estados para preservar una mayoría judía. De lo contrario, piensan, Israel no podría ser una nación judía y democrática.
La Comisión Levy, los habitantes de los asentamientos y Netanyahu son los sionistas reales, modelo 2012. Se percataron de que la idea de mantener una mayoría judía pasó de moda. Ellos pretenden que Israel sea un Estado multiétnico con una población mixta y sin mayoría judía. Ellos quieren que Israel sea el Estado de todos sus ciudadanos. Pensé que eso era post-sionismo, pero parece que estaba equivocado.
Debido a que el partido Israel Beiteinu de Liberman exige un juramento de lealtad de los ciudadanos israelíes, juro solemnemente que Israel es el país de todos sus ciudadanos. Ya no pienso que debería ser un Estado judío. Esa fue una mala idea al empezar: no impidió una separación entre religión y Estado y estaba a punto de convertirse en una etnocracia teocrática.
Me adhieroo al sionismo 2012. Doy las gracias a nuestro gran líder, Binyamín Netanyahu, y a los habitantes de los asentamientos por haberme abierto los ojos a tiempo acerca de mi idea equivocada sobre un Estado judío.
Fuente: Haaretz
Traducción: www.israelenlinea.com