Cannot get Tel Aviv location id in module mod_sp_weather. Please also make sure that you have inserted city name.

Ingenuidad en Washington

John Kerry y Barack ObamaUn análisis de las recientes declaraciones expresadas por el canciller saudita, Emir Saud al-Faisal, y de las afirmaciones de su homólogo norteamericano, John Kerry, sobre la amenaza de Irán en la zona, muestra que la brecha entre los países del Golfo y Estados Unidos acerca del programa nuclear iraní es enorme.

Las palabras de Al Faisal a su colega estadounidense respecto al rol de Irán en Yemen, Líbano y Siria fueron claras y explícitas, en particular en lo que se refiere a la participación de Teherán en la lucha contra el Estado Islámico (EI) en Tikrit, sobre la que Al Faisal afirmó que «Tikrit es un claro ejemplo de lo que nos preocupa. Irán está en camino de apoderarse de Irak».

Las respuestas del secretario de Estado norteamericano en Riad fueron poco convincentes y para nada tranquilizadoras. La debilidad de la postura norteamericana se hizo evidente cuando Kerry dijo que «no estamos buscando un gran acuerdo con Irán. Nada será diferente al día siguiente de este acuerdo, si es que alcanzamos uno, con respecto a cualquier otra cuestión a la que nos desafíen en esta región».

Por otra parte, Kerry reconoció el papel negativo que Irán está jugando en la zona, ya que es «patrocinador del terrorismo».

La pregunta es ¿qué mensaje de calma podría el canciller estadounidense transmitir a sus colegas de Arabia Saudita y de los países del Golfo?

La rueda de prensa conjunta del ministro de Exteriores saudita y su colega norteamericano expuso completamente las diferencias entre ambos, así como también la difícil situación en la que se encuentra la Administración Obama tras el discurso del primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, en el Capitolio sobre el peligro implícito de un pacto con Irán que está a punto de ser firmado.

Las declaraciones de Kerry fueron un intento por responder a las de Netanyahu, que reflejan la realidad.

Mientras Irán lleva a cabo negociaciones con Estados Unidos y con otras cinco potencias mundiales, al mismo tiempo consolida sus conquistas en cuatro capitales árabes: Damasco, Beirut, Bagdad y Sanaa.

Si este es el caso actualmente, ¿cuál será la situación después de que se llegue a un acuerdo?

Lo cierto es una de dos: O bien Obama se esfuerza por alcanzar su gloria personal, cuyo resultado no puede ser evaluado, o no comprende el peligro de su accionar. Esta última es una posibilidad más cercana a la realidad.

Un mal acuerdo con Irán sería un desastre no sólo para Israel. También constituiría el reconocimiento internacional de facto a la ocupación de la República Islámica de los países de la región y conferiría además la aprobación mundial a Teherán como  patrocinador del terrorismo.

Por lo tanto, Oriente Medio se enfrenta a la posibilidad de una verdadera catástrofe y nadie sabe cómo se desarrollarán los hechos hasta el fin del mandato de Obama.

Es inconcebible de que haya un Irán con capacidad nuclear en la zona y que el resto de los países cercanos se queden de brazos cruzados.

La respuesta a la existencia de armas nucleres iraníes será, sin duda, armas nucleares árabes. Si esto no sucede, nuestros países al parecer le darán la bienvenida al poder a Teherán y caerán víctimas de la ingenuidad de algunos irresponsables en Washington.

Por lo tanto, la visita de Kerry a Riad es preocupante. Todos los países relevantes de la región deben considerar las opciones posibles a su disposición con el fin de responder a esta absurda acción norteamericana que puede liberar de la botella al genio del Ayatola Jomeini, y que sólo traerá más destrucción y más guerras civiles a Oriente Medio.

Fuente: Al-Sharq Al-Awsat
Traducción: www.israelenlinea.com