Indudablemente, los acontecimientos en el mundo árabe en el último medio año incluyen elementos "primaverales". Sin embargo, parecería que la metáfora de "las cuatro estaciones", así como la obra del compositor italiano Antonio Vivaldi, sería más adecuada.
El uso de la palabra "primavera" en la descripción de los acontecimientos en el mundo árabe, está destinado a adjudicarles la imágen de un cambio positivo: el paso de la oscuridad a la luz, de dictadura a democracia, de esclavitud a libertad y de dependencia a independencia. También la similitud de la denominación "primavera de los pueblos" - ola de levantamientos acontecida en Europa en los años 1848-1849 - no despareció a los ojos de los que utilizan el concepto "la primavera árabe".
Indudablemente, los acontecimientos en el mundo árabe en el último medio año incluyen elementos "primaverales". Sin embargo, parecería que la metáfora de "las cuatro estaciones", así como la obra del compositor italiano Antonio Vivaldi, sería más adecuada.
La "primavera" se encuentra exclusivamente en dos países - Egipto y Túnez - y tampoco allí con seguridad. El sistema político en esos dos países se prepara para un enfrentamiento decisivo, que se llevará a cabo en las próximas elecciones en Septiembre (Egipto) y en Octubre (Túnez).
Dichos comicios determinarán, en gran medida, la composición del sistema político, y el ejército deberá decidir: o aceptar el nuevo orden, o rechazarlo dado que representa una clara amenaza a sus intereses. A ambos países podría agregarse Irak, que también pasa por un proceso de democratización, aunque éste es resultado de la conquista americana y no de una revolución interna. También aquí se trata de un proceso lento y doloroso, con gran influencia por parte de los conflictos étnicos y religiosos.
Por el contrario, Siria, Libia, Yemen - y por lo visto también Bahrein - se encuentran en pleno "invierno". Se trata de países inmersos en una guerra civil. Su problema principal es que los grupos insurgentes no están ideológicamente organizados, ni unidos por un liderazgo común. El único objetivo que los guía es el de derrocar al régimen existente. Si la dirigencia en estos países cae, parece ser que el cambio a otro sistema gubernamental - a diferencia de Egipto y Túnez - será sangriento y prolongado. Es difícil imaginar que esos gobiernos - debido a los enfrentamientos religiosos y tribales -, sean capaces de adoptar un régimen democrático. También los países de la "primavera de los pueblos" en Europa supieron de contrarevoluciones y regresaron a dictaduras antes de convertirse en democracias.
Otros países árabes se encuentran en "otoño": Jordania, Marruecos y Arabia Saudita demuestran una relativa estabilidad, aunque existen manifestaciones de protesta. En general, conviene prestar atención a la diferencia entre repúblicas y monarquías; mientras que las repúblicas sufren de falta de solidez e incluso desmoronamiento, como en el caso de Egipto y Túnez, las monarquías muestran una relativa firmeza. Las diferencias entre ambas se deben por lo visto a la mayor legitimidad otorgada a los regímenes monárquicos (Los reyes de Jordania y Marruecos, por ejemplo, son considerados descendientes de Mahoma), a su capacidad de acondicionarse a los cambios y a sus intentos de dialogar con la oposición. Además, las monarquías multimillonarias pueden comprar a la población con las ganancias del petróleo.
Da la impresión que también los palestinos están en plena época de "otoño". El paso al "invierno" podría ser rápido; sin embargo él se concentrará en la lucha por acabar con la ocupación israelí y no en derrocar a los gobiernos de Mahmud Abbás o de Hamás.
Algunos países árabes están en medio del "verano": Líbano, Argelia, Sudán, Qattar, Kuwait, los Emiratos, y quizás también Irák. El motivo principal de esta situación emerge del hecho de que la mayoría (con excepción de los pequeños países del Golfo) pasaron por guerras civiles en el último decenio. Estos ingratos recuerdos son una luz de advertencia para sus habitantes, que mientras tanto prefieren una dictadura estable a una anarquía (Irak no está incluida en la categoría de dictadura).
Así como en la naturaleza, también los países árabes pueden pasar de una estación a otra; pero, contrariamente a las propiedades naturales, algunas estaciones pueden pasar de largo por algunas de estas naciones. Además, en este caso, el tiempo de cada estación no es fijo, sino que cambia acorde a las circunstancias políticas, económicas y sociales.
Fuente: Haaretz - 12.6.11
Traducción: Lea Dassa para Argentina.co.il