Un informe publicado por el Instituto Nacional de Seguros de Israel reveló esta semana que el número de familias que viven por debajo de la línea de pobreza aumentó a 435.100. ¡Uno de cada tres niños de Israel es considerado pobre!
Según el informe, el 20 por ciento de las familias israelíes - cerca de 1.7 millones de personas - viven bajo la línea de pobreza. Entre ellos se encuentran 873 mil niños, o sea un tercio de los infantes del país (!). El reporte se basa en datos de 2010, el cual se considera como el año pico de la crisis económica internacional.

La mayoría de las familias examinadas en el informe son ultraortodoxas o árabes, los dos sectores de la sociedad con las tasas más altas de pobreza. Además, se señala que el grupo con mayor índice de pobreza está constituido por árabes de Jerusalén Oriental.

Un factor común en la mayoría de las familias analizadas fue que el principal sostén del grupo familiar había perdido su fuente de ingresos, o bien, que las condiciones laborales de su trabajo se habían deteriorado como consecuencia de la crisis mundial. Incluso sin esos factores, 6.300 familias con dos fuentes de ingresos siguen viviendo aún bajo la línea de pobreza.

La única nota positiva del informe es que las tasas de pobreza entre los ancianos ha mejorado desde 2008.

Esther Dominissini, Directora General del Instituto Nacional de Seguros, se refirió al informe y sostuvo que, a fin de reducir la tasa de pobreza, es necesario elevar el salario mínimo, considerar subvenciones adicionales para los niños pobres, y realizar una serie de cambios estructurales para fortalecer los bajos ingresos.

Según Dominissini, es imposible luchar contra la pobreza sin antes establecer una clara lista de prioridades.

Tevie el lechero - el inmortal personaje de Shalom Aleijem - decía que ser pobre no es vergüenza, pero tampoco es un gran honor. Las recientes y multitudinarias protestas en todas las ciudades de Israel exigiendo justicia social y un cambio drástico en el orden de prioridades, nos indican que los actuales niveles de pobreza y la brecha social son intolerables.

Cuando hablamos de dos Estados para dos pueblos, nos referimos a separarnos de los palestinos, no a dividir el Estado judío.