Hay varias razones para peregrinar a Tierra Santa. Las siguientes tres son apenas algunas de ellas:
El conflicto palestino-israelí, incluso en los momentos más duros, no ha atentado jamás contra los peregrinos. El itinerario de los peregrinos está muy alejado de los lugares en conflicto, especialmente de la zona de Gaza.
Además, la prudente y heroica labor de la orden franciscana, a quien los Papas encomendaron la custodia de los lugares santos, unido al común beneficio económico, ha hecho que tanto judíos como musulmanes estén muy interesados en la continuidad de las peregrinaciones.
Pero es que, además, desde la construcción del Muro de seguridad, que aísla drásticamente a los terroristas palestinos del territorio judío, los atentados Israel han disminuido de forma exponencial.
2- Los palestinos cristianos necesitan apoyo: en la tradición católica, se ha designado a la Iglesia de Jerusalén, con el nombre de "Iglesia Madre". Sin embargo, el conflicto permanente entre judíos y musulmanes, ha originado un éxodo masivo de los palestinos cristianos a Europa y América.
El drama de los palestinos cristianos estriba en que se sienten "extraños" en su propia tierra, ante la islamización radical de muchos de sus hermanos palestinos.
La peregrinación es vital para ellos, tanto económica, como espiritualmente. Es necesario que sepan que no están solos, y que son arropados por los hijos que aquella Iglesia Madre fue engendrando por todo el mundo.
Mención aparte merece la labor de los más de doscientos franciscanos que atienden los lugares santos. Su apoyo a los palestinos cristianos es admirable, y se está traduciendo en este momento en la construcción de viviendas, intentando frenar su diáspora.
3- Algo faltará ala fe cristiana si el creyente no visita Jerusalén (San Jerónimo): uno de los problemas principales que suelen tener los cristianos de "vieja cuna" es el de creer que ya tienen todo ya visto y oído. El Evangelio no es algo novedoso.
Existe el peligro de adherirse a la fe cristiana al modo de una tradición heredada, sin la debida conciencia de ser seguidores de la persona de Jesucristo. Por ello, la expresión de San Jerónimo, no parece exagerada.
En los Lugares Santos se descubren las “huellas frescas” del paso de Cristo en la Tierra. La peregrinación sitúa al creyente cara a cara con Jesús.
Fuente: Turismo Cidipal y Turismo.co.il