israelenlinea.com conversó en Jerusalén con cinco peregrinos evangélicos que finalizaban su recorrido por Tierra Santa. El viaje fue organizado por la Obra Evangélica Luz del Mundo que dirige en Hermano Jaime Puertas. Participaron en la entrevista:

Luis Ramírez
54 años; venezolano; casado; tres hijos; Doctor en Teología; 25 años de ministerio pastoral; primera visita a Israel.

Roberto Fernández
30 años; argentino; pastor evangélico.

William Reyes
venezolano; casado; 5 hijos; 20 años en la Obra Evangélica Luz del Mundo.

Vilmar Fucs
59 años; argentino, maestro, pastor desde 1973; primera visita a Israel.

Dr. Eduardo Parra
venezolano; comisionado para asuntos religiosos de la gobernación del Estado Zulia y presidente de la confraternidad de pastores del Municipio San Francisco en Zulia.

¿Cuál es el principal motivo que los trajo a Israel?

LR: Conocer con mayor amplitud la palabra de Dios y el amor Israel.

RF: Caminar por los mismos lugares donde predicó el Mesías, Jesús.

WR: Sentí un vivo deseo de estar donde Jesús fue crucificado y resucitó al tercer día.

VF: Conocer donde estuvo Jesús y plantar un árbol en esta tierra fértil en la cual predicó.

EP: La salvación viene de los judíos. Por eso quise conocer a los judíos y a la Tierra de Dios. Pienso que este conocimiento me va a permitir tener un buen crecimiento a nivel espiritual.

Dicen que los peregrinos se van transformando a la par que recorren los Lugares Santos, que su espíritu absorbe sensaciones especiales... ¿ustedes han experimentado algo así?

LR: Es una gran verdad. Cuando se está en los lugares por donde pasó Jesús, se sienten manifestaciones milagrosas de parte de Dios a través de su Espíritu Santo.

RF: Sentí un fuerte impacto en el Aposento Alto cuando le oré a Dios para que rodeara las fronteras de Israel contra sus enemigos. Allí me sentí acompañado por el Espíritu Santo.

WR: Dios me ha permitido tener un encuentro especial dentro de la Tumba y en el Aposento Alto. El Evangelio no consiste en palabras sino en el poder de Dios. Ese poder inundó mi ser, transformó mi vida y me lleva a ser una criatura diferente. No soy el mismo que llegué; me voy lleno del poder de Dios.

VF: Tuve una experiencia con el Señor en cada lugar que pude visitar. El Señor me ha confirmado su palabra y, de una manera profunda, me ha hecho llorar de emoción y pasión por estar donde Dios se ha manifestado en persona.

EP: Mi principal experiencia fue en el Muro de los Lamentos. Estuve observando muy detenidamente el mecanismo y las costumbres del pueblo judío en ese lugar. Eso me sorprendió. Intenté orar tal como ellos lo hacen; me acerqué al Muro y empecé a orar; eso impactó mi vida; sentí que estaba muy cerca de Dios.

¿Qué tiene de especial peregrinar a Tierra Santa para aquéllos que todavía no lo hicieron y programan venir, y para que muchos de los que ya lo hicieron quieran regresar?

LR: Es algo muy especial, aunque el peregrinaje de apenas siete días sea muy corto. Considero que para conocer profundamente los lugares bíblicos es necesario que los que ya vinieron regresen.

RF: Es impresionante lo que experimenté. Aquél que llegue hasta aquí y tiene fe en Jehová, Dios de los Ejércitos, y en el Mesías, Jesús, descubrirá su relación "sí o sí" con Israel.

WR: El mismo Dios que abrió el Mar Rojo en dos para que su pueblo lo cruce, es el que nos da la pasión - así como se la dio a Jesús en el Huerto de Getsemani -por hacer las cosas bajo la obediencia; esa obediencia que está en la palabra, como dice el Libro de Romanos, como el Apóstol Pablo nos enseñaba; esa obediencia es la que nos da la fe, la esperanza, la que nos asegura que caminar por Israel es algo distinto, es vivir otra vida, es subir a un nivel espiritual diferente a lo que estamos acostumbrados.

VF: Espero poder transmitir esta experiencia de mi vida para entusiasmar y animar a otros pastores y amigos en Argentina a venir a Tierra Santa para que la puedan vivir personalmente.

EP: Aunque parezca mentira, no consideraba necesario llegar a Tierra Santa. Pero una vez que Dios me ha traído hasta aquí, invito a todos aquellos que aún no han venido a que lleguen para ser impactados por el Dios de Israel.

¿Qué significa para ustedes la Obra Evangélica Luz del Mundo y el Hermano Jaime Puertas?

LR: Es algo importante y maravilloso. Fui llamado hace 30 años para trabajar en esa organización. No es trata de un trabajo netamente local sino a nivel mundial, cumpliendo el mandato de Jesús cuando dijo: "Id a todo pueblo y publicad el Evangelio a toda criatura". RF: No conocía personalmente al Hermano Puertas. Es una persona maravillosa con atracción y carisma; muy interesante; y sobre todo propaga el amor a Israel.

WR: El Hermano Puertas es algo especial. Aparte de padre, pastor y guía, es un hombre con un carisma que sólo Dios ha puesto sobre él para enseñarnos a amar a Jerusalén, para enseñarnos a amar todo lo que Dios ha puesto en nuestras manos como herramientas a fin de que las almas se salven.

VF: No conocía a la Misión ni al pastor Jaime Puertas. Lo he conocido aquí y empecé, como todo creyente, a amarlo y a valorar lo que está haciendo porque se siente su corazón puesto en esta Misión.

EP: Luz del Mundo y el pastor Jaime Puertas en pocas palabras: Revelación y bendición de Dios en la Tierra.

Ustedes no son judíos... ¿por qué creen entonces que el pueblo de Israel es el elegido por Dios?

LR: Así lo dicen las Escrituras. La Biblia dice que la salvación viene de los judíos; Jesús es judío. Por eso, al conocer las Sagradas Escrituras, tenemos el conocimiento exacto.

RF: A mí me guía la palabra de Dios: "El espíritu de todo ser humano va hacia Israel y al amor de Jehová, el Creador del mundo, por Israel.

WR: Sí soy judío, judío espiritual. Pertenezco a la raíz del linaje de David por el espíritu; y Abraham, que es mi padre por la fe, me hace judío por la fe en Cristo Jesús, que también es judío, y de quien viene la salvación.

VF: Estoy convencido por que Dios eligió y formó a un pueblo. Personalmente, me siento, gracias a Jesucristo, un olivo implantado en la base del olivo natural-original que es el pueblo de Israel como pueblo de Dios.

EP: Creo en Jesús, el hijo de David, que vino a establecer un Israel espiritual. Pero también creo que el Israel físico de hoy, donde estamos en estos momentos, tiene un llamado de Dios para ser bendecido. En este peregrinaje ustedes recorrieron numerosos lugares santos e históricos de Israel.

¿Qué los impresionó, sorprendió y emocionó?

LR: La Tumba Vacía. Al estar en ese lugar he recibido de parte del Espíritu Santo un llamado para continuar con mayor ahínco en la predicación de su Santo Evangelio.

RF: Estábamos en el Monte Carmelo y llovió. Todos saben que en Israel esta no es época de lluvias. El ruido del agua fue para mí una expresión del Espíritu Santo.

WR: El Huerto de Getsemani es para mí una pasión que llevo dentro. Me apasiona recordar las gotas de sudor que corrían por Jesús mientras oraba y le pedía a su Padre que le quitara esa copa e hiciera su voluntad. Esa pasión es la me trajo a Jerusalén, la que me lleva a entender de otra manera las situaciones a las que me enfrento en Venezuela, la que me hace sentir un evangélico escogido por la sangre del cordero.

VF: Me conmovió haber participado de la cena del Señor en el Huerto; justamente porque es la conclusión de toda la obra, tanto de la resurrección como del sacrificio por nuestros pecados.

EP: Sentí la presencia de Dios en el Muro de los Lamentos. Allí estuve clamando en quebranto de una manera muy profunda. Dios me llenó en ese lugar con su espíritu. Pude rogar por mi país, Venezuela, por mi familia y por Israel.

¿Valió la pena llegar hasta aquí?

LR: Sí. Al estar en esta nación uno confirma todo lo que lleyó en las Santas Escrituras.

RF: Valió la pena. Me sentí tocado mientras oraba y entendí que de aquí en adelante empieza una nueva etapa determinada por haber conocido Israel. WR: Para mí es una graduación después de 20 años de haber caminado con la fe ferviente de que el Cristo, sobre el cual predico, está vivo, no está en la tumba ni en el madero, sino en mi corazón, y camina delante de él.

VF: Venir hasta aquí era un anhelo profundo del alma. Se cumplieron todas mis expectativas. Siento que puedo llegar a amar más a esta tierra y a mi gente.

EP: En Israel conseguí entender una de las cosas más importantes de mi vida: lo que no otorga el dinero o las cosas materiales, lo puede dar Dios. Cuando vengo a Israel, vengo a la tierra de Dios, y me voy lleno, me voy muy rico, millonario, del poder espiritual.

Ustedes pueden considerarse embajadores de Tierra Santa en sus lugares... ¿qué mensaje se llevan para transmitir a sus congregaciones?

LR: La gran confirmación de lo que en la Santa Palabra de Dios está escrito. No es un mensaje vacío, sino claro y preciso de sus mandamientos.

RF: La obligación de orar para que Israel tenga paz en sus fronteras; algo que realmente se merece. WR: Confirmar que ese Dios maravilloso que nos trae hasta aquí, nos hace sentir algo mucho más grande que un milagro; es sentir el poder de Dios, es una bendición y una victoria.

VF: La palabra de Dios se cumple; las profecías de Dios se cumplen; se están cumpliendo y se cumplirán.

EP: Dios está con los judíos. Hoy más que nunca su palabra se está revelando para cumplir con sus profecías. Llamaré a todos a venir a Israel para poder sentir lo que yo he sentido.