El director argentino-israelí, Daniel Barenboim, y su Orquesta Divan Oeste-Este, formada por jóvenes árabes e israelíes, volvieron esta semana al Carnegie Hall de Nueva York tras más de seis años para cuatro conciertos a sala llena.
La orquesta, fundada en 1999 por Barenboim junto con su amigo, el intelectual palestino Edward Said, llegó a la Gran Manzana con las sinfonías completas de Ludwig van Beethoven como programa.
Cinco de ellas fueron interpretadas entre miércoles y jueves. Este sábado y mañana domingo, la orquesta tocará las cuatro restantes, entre ellas la célebre Novena sinfonía.
La Orquesta Divan se presentó por última vez en el Carnegie Hall en 2006 y fue recibida con una ovación el jueves para su segundo concierto de la serie.
El director ejecutivo y artístico del Carnegie, Clive Gillinson, afirmó que el programa de sinfonías de Beethoven muestra «toda la gama artística» de la orquesta.
«Fue inspirador para todos nosotros ver el desarrollo de esta orquesta, no sólo en términos de su habilidad para unir a gente de diferentes orígenes, sino también por su capacidad artística», agregó.
Barenboim festejó en diciembre pasado sus 60 años de carrera con un concierto en Roma, donde había iniciado su actuación internacional en diciembre de 1952, con apenas diez años de edad.
El argentino-israelí, director musical de La Scala de Milán desde octubre de 2011, acaba de ser designado para dirigir la Orquesta Filarmónica de Viena en la 74ª edición del Concierto de Año Nuevo el 1 de enero 2014.
El Carnegie Hall fue inaugurado en 1891 por el ruso Pyotr Tchaikovsky y es una de las sala de conciertos más prestigiosas del mundo.
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