El presidente electo egipcio Abdel Fatah al-Sisi confirmó en una llamada telefónica con el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu el tratado de paz vigente entre ambos países.
Netanyahu llamó a Al Sisi y lo felicitó por su victoria electoral, según informó en la web de Facebook oficial del nuevo mandatario egipcio.
También el presidente israelí, Shimón Peres, habló con el ex jefe del Ejército egipcio y aprovechó la oportunidad para «desearle a usted y a su pueblo egipcio un futuro de estabilidad, prosperidad y paz y a que sigamos desarrollando nuestras relaciones bilaterales en todos los ámbitos».
En la conversación telefónica, Netanyahu destacó la «importancia estratégica» de la cooperación entre Israel y Egipto sin dar especificaciones.
Por su parte, Al Sisi destacó la cooperación actual como una oportunidad de solucionar la cuestión palestina y fomentar la paz en todo Oriente Medio, señalaron fuentes egipcias.
Al Sisi jurará su cargo hoy domingo en una ceremonia a la que no fueron invitados representantes de Israel, pero a la que sí acudirá el presidente iraní, Hassan Rohani, y el presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmud Abbás.
Mientras tanto, distintas personalidades políticas egipcias expresaron su decepción por la nueva ley electoral que, según ellas, supone un retorno al caciquismo y al personalismo político muy similares a los vigentes durante las décadas de régimen de Hosni Mubarak derrocado tras la revolución de 2011.
La nueva legislación, aprobada por el presidente interino Adli Mansur, que hoy finaliza su mandato, establece que de los 567 miembros del Parlamento, 420 serán elegidos directamente como candidatos independientes y 120 mediante candidaturas cerradas de partidos políticos. El resto serán nombrados directamente por el presidente.
El sistema es prácticamente idéntico al vigente durante el mandato de Mubarak, en el que los partidos políticos eran muy débiles y los escaños para independientes eran ocupados por caciques regionales y personalidades adineradas afines al presidente.
«No era lo que esperábamos. Va a debilitar a los partidos políticos y a permitir la vuelta de un Parlamento parecido al que teníamos durante la época de Mubarak», indicó un portavoz del partido liberal Al Dostur, Jaled Dawud.
«El sistema individual sólo permite a quienes tienen la capacidad y mucho dinero. Como somos partidos políticos nuevos, no podemos competir en estas condiciones», añadió.
Desde la formación islamista Partido Al Nur, Yunes Majyún, también criticó la nueva normativa. «Insto al presidente Adli Mansur a no terminar su mandato con la aprobación de esta polémica ley. Será la que marque nuestro futuro político», argumentó.
Tras la revuelta de 2011 que puso fin al régimen de Mubarak se organizaron por primera vez elecciones democráticas y en las cinco citas electorales siguientes triunfó el partido de los Hermanos Musulmanes, organización islamista ahora ilegalizada.
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